La agenda productivista federal que quiere mostrar el presidente se frena una y otra vez por el Covid 19. Alberto Fernández irá ahora al auxilio de Jujuy y Mendoza, dos provincias en las que se aceleró la circulación del virus y por el momento no parece haber forma de frenarlo.
Fernández quería poder comenzar a desgranar las famosas 60 medidas de reactivación económica en distintos anuncios fragmentados por provincia. Sin embargo, el constante crecimiento y federalización del virus le sigue marcando la cancha. Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, y su par de Mendoza, Rodolfo Suárez, ambos radicales, le pidieron de manera insistente al presidente que concurra a sus provincias para ayudarlos a frenar la circulación y que los asista con recursos para reforzar el sistema sanitario provincial.
Morales y Suárez fueron recibidos este lunes junto al tercer gobernador opositor, Gustavo Valdés, de Corrientes, antes del anuncio del cierre de la negociación con los bonistas. En esa mesa el tema excluyente fue el Covid 19.
Es que los gobernadores quieren que el Ejecutivo tenga una intervención en sus territorios parecida a la que se llevó a cabo en Chaco, la primera provincia con disparada de casos que luego se logró controlar.
El presidente aceptó de inmediato. Estos viajes siempre estuvieron en la intención de Alberto y su insistente federalismo. Además, también le sirven al presidente para mostrarse con otros mandatarios cambiemitas que en lugar de tener aspiraciones aperturistas como Horacio Rodríguez Larreta, que comunica de manera insistente la apertura de bares y restaurantes, están preocupados por la crecida de casos en sus territorios.
Jujuy fue una de las primeras provincias en la que el gobernador publicitó la apertura de clubes deportivos y escuelas. Ahora su sistema de salud está al borde del colapso.Algo parecido sucedió en Mendoza. Suárez había logrado habilitar los bares, al igual que ahora lo hace Larreta. En Corrientes, Valdés había logrado habilitar el tenis y tuvo que retroceder.
En Rosada dan por confirmado estos viajes, pero todavía no está definido si será en un solo día o en dos semanas distintas. Interpretan que los gobernadores de Juntos por el Cambio están buscando una foto política, un apoyo institucional ante la crisis en sus provincias. Algo que Alberto no les va a negar.