Alberto Fernández pidió a los empresarios que tengan “responsabilidad social” y no incrementen los precios “por encima de lo razonable”. También aseguró que “las inversiones están viniendo. No es una lluvia de dólares, es ir recuperando confianza para que la gente crea. Todo va a ser paulatino”. Explicó que “el cepo tiene que seguir porque no hay dólares en Argentina”, confió que al respecto, “me resulta antipático, yo tengo amigos que se van de viaje y me dicen cosas horribles”. Y, por otra parte, ratificó su postura frente a la legalización del aborto, entre otras consideraciones.
“No es posible que a los empresarios haya que llevarlos a los latigazos. Seamos todos responsables”, remarcó el mandatario al sostener que «la lucha contra la inflación es la lucha de todos». Señaló que el Estado tiene recursos para controlar esa situación y destacó la importancia de «buscar que a partir de los costos, la ganancia que se tenga sea razonable».
En ese sentido, el Presidente consideró que el proyecto de ley de Góndolas, que recibió la aprobación en Diputados “es interesante”, y agregó que analiza impulsar su debate durante las sesiones extraordinarias para buscar convertirlo en ley, al destacar la importancia de aplicarlo «cuanto antes». «Sería bueno que asuman responsabilidades sociales frente a las ganancias desmedidas porque lo contrario es que el Estado intervenga: pedimos que el esfuerzo sea no ganar tanto», afirmó. E insistió en que «las cadenas tienen que revisar su conducta».
Cuando fue consultado sobre las restricciones al dólar, aseguró: “El cepo tiene que seguir porque no hay dólares en Argentina. Eso lo puso Macri. Estamos viendo las alternativas para que no afecte las inversiones. La gente se enoja, pero el dólar en Argentina es un bien. Cuando los bienes faltan son muy caros. Pero además nosotros necesitamos los dólares para proteger la producción. A mí me resulta antipático, yo tengo amigos que se van de viaje y me dicen cosas horribles”.
Por otro lado, sobre la posibilidad de la legalización del aborto sostuvo: “Tenemos que garantizarle a todos, todo: a la mujer que quiera abortar, que pueda hacerlo y a la mujer que quiera tenerlo, que pueda tenerlo. Todos saben que estoy decidido a que ese tema que trate y lo voy a impulsar”. Y luego enfatizó una y otra vez: “No podemos tratarlo con la lógica del Boca – River. Todos saben lo que pienso sobre el aborto, no hace falta que lo diga una vez más. Saben que estoy decidido a que este tema se trate. Pero tenemos que terminar con la lógica que dice que ‘el pañuelo verde es pobrecita y el pañuelo celeste es un retrógrado’. Son miradas, son posiciones religiosas todas respetables».
Además insistió: «Lo que tenemos que resolver es un problema de salud pública, que la mujer que aborta pone en riesgo su vida. Mi decisión es mandar el proyecto en este ejercicio 2020. Quisiera un debate sensato, no el que tuvimos”.
Muy distendido, el presidente tuvo una larga charla radial con un programa de Radio Continental, en el que, incluso, sobre el final, aseguró que no es «nada machirulo» y que en muchas ocasiones hace las tareas domésticas. Admitió que tiene “un toc”: no soporta que haya vajilla sucia en la pileta de la cocina y, compulsivamente, se pone a lavarla.