Mañana cumplimos cinco meses como cooperativa. Un período en el que editamos 23 ediciones de Tiempo Argentino, una por cada domingo transcurrido desde entonces más la edición de emergencia que publicamos el martes 5 de julio tras el ataque de la patota de Martínez Rojas a la redacción. En este lapso logramos pasar del «fondo de lucha» derivado de las donaciones al «fondo de retiros» con los ingresos provenientes de la venta de estos ejemplares. Porque vale decirlo una vez más: Tiempo y su centenar de trabajadores se sostienen por sus lectores.
Hoy, a 150 días de su nacimiento, el 75% de los ingresos de la cooperativa proviene de los miles que compran el diario todos los fines de semana y de los socios que por una módica suma mensual nos ayudan a seguir trabajando con libertad. Porque mientras ellos sean nuestro principal sostén, ningún poder político o económico podrá condicionar nuestro trabajo. Y la excelencia periodística, se sabe, requiere ese nivel de independencia. Pero en el tiempo transcurrido también nos multiplicamos. Este domingo, por ejemplo, publicamos el segundo número de la Revista T para seguir profundizando en temas que trascienden la agenda semanal. En julio analizamos el Bicentenario por fuera del relato oficial y en esta oportunidad ponemos el foco en la Cultura, una «batalla inconclusa» con muchos cambios en las últimas décadas. Llegamos a esta edición tras una semana de grandes celebraciones.
El miércoles inauguramos una muestra que relata el proceso de conformación de la cooperativa Por Más Tiempo en la Legislatura porteña y el jueves otra semejante en la fábrica IMPA. Uno, el ámbito donde los representantes de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires discuten y crean las leyes que nos organizan. Otro, la empresa recuperada por sus trabajadores a fines de los ’90 que se volvió emblema de un movimiento del que hoy formamos parte. Ellos nos marcaron el camino y, como tantos otros compañeros de empresas recuperadas, cooperativas y colegas, nos apuntalan aún hoy.
En este presente, que hoy celebramos con ustedes, Tiempo no solo logró recuperar la fuente de trabajo para 100 periodistas. Sino que en un contexto de desempleo creciente y falta de respuesta estatal se transformó en un generador de trabajo que alimenta a cientos de familias de personas cuyo empleo está vinculado a la cadena productiva de nuestro medio, desde los operarios de la planta de papel, a los compañeros gráficos de la imprenta, los distribuidores y los canillitas. Para que haya una idea de esa contribución alcanza con mencionar que el 70% del precio de portada de este ejemplar queda en las manos de esas personas. Aun más importante, muchos de ellos también pertenecen al ámbito cooperativo.
Porque Por Más Tiempo tiene hoy representación legal y asesoría contable de una cooperativa, imprime en una gráfica recuperada y hasta nuestros libros legales fueron realizados en una editorial recuperada. Todo esto, sabemos, es apenas un primer escalón de lo que soñamos. Ahora se viene lo más difícil. Hemos salido del pozo, de la situación de emergencia, pero ahora arranca la segunda etapa: la de la proyección a largo plazo. La que nos permitirá generar un pequeño alivio para compensar los agujeros que dejó el vaciamiento.
Para ello necesitamos que los anunciantes confíen en nosotros como lo hicieron ustedes. Que dejen de temer a posibles represalias por bancar un proyecto independiente sobre el que no pueden influir y que tiene la libertad de escrutar a los poderes de turno. Y también es preciso que todas las dependencias del Estado nos consideren para publicar sus comunicaciones institucionales en nuestras páginas, algo justificado por cualquier criterio que se quiera usar para asignar pauta oficial (pluralidad, alcance de la publicación, etcétera). Pero esto tampoco será suficiente. Nuestro proyecto necesita de la independencia que sólo los lectores nos pueden dar, así que pretende financiarse siempre con el aporte colectivo. Un gesto que reconozca el contenido periodístico que ofrecemos. Y por eso lanzamos el sitio tiempoar.com.ar. Porque al presente no le alcanzaba un encuentro semanal y nosotros sabemos hacer un diario. Así que hoy nuestros lectores podrán acompañarnos en la reconstrucción de ese diario, que cuando llegue a lo que deseamos, será digital de lunes a sábado y tendrá soporte físico los domingos. La estructura ya está funcionando, dando análisis y también primicias que sacuden la agenda informativa. Elegimos que esta sea nuestra retribución por el aporte de los lectores y, fundamentalmente, de los socios, que con su plus nos permiten seguir invirtiendo en periodismo.
En agradecimiento a eso, a partir de octubre los socios podrán leer todos los días por la noche artículos y columnas de opinión producidas por los periodistas de Tiempo con los temas que se hablarán a la mañana siguiente. También podrán leer en digital la edición impresa del diario y sus comentarios serán destacados de manera especial en la web. Estas posibilidades se sumarán a los beneficios actuales para socios, a quienes todas las semanas se les ofrecen entradas para cine, teatro o conciertos de manera gratuita y participan por libros o camisetas de fútbol. Por Más Tiempo comienza mañana a vivir su sexto mes de cooperativa y está segura de que el segundo semestre será mejor. Porque eso depende de nuestros lectores. Ustedes. «
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