De las cuatro provincias que este domingo visitarán el cuarto oscuro, Mendoza es la única que realizará Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para definir a los candidatos a gobernador y legislador que se medirán en las generales del 24 de septiembre. El radicalismo buscará mantener su predominio con el regreso a la gobernación de Alfredo Cornejo, que ya estuvo al frente del Ejecutivo local entre 2015 y 2019. Ahora buscará suceder a Rodolfo Suárez, pero con Cambia Mendoza dividido: el exgobernador se medirá por dentro de la alianza con otra lista radical, liderada por el exdiputado Luis Petri, que va con el respaldo del ex vicepresidente Julio Cobos. Los desafía el mayor riesgo para la hegemonía de la UCR local: competirán con el exdirigente macrista Omar De Marchi, que podría quedar segundo y desplazar la marca local del Frente de Todos al tercer puesto. Este 11 de junio el Frente Elegí tendrá una interna con cuatro competidores, protagonistas de uno de los momentos de mayor fragmentación del intrincado peronismo mendocino.

Se esperan bajísimas temperaturas para una jornada electoral de invierno al pie de los Andes. Pero las contiendas de las dos principales coaliciones políticas están al rojo vivo. En el caso de la versión local de Juntos por el Cambio, la atención estará concentrada en el duelo que tendrán Cornejo y De Marchi.

Si bien el exgobernador competirá con Petri, el desafío está en el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, que decidió salirse de la coalición a principios de abril y lanzar La Unión Mendocina. Con esa marca De Marchi lleva adelante una campaña durísima contra Cornejo y apunta a quienes fueron sus aliados hasta tres meses atrás. Dice que el radicalismo de Mendoza es lo más parecido al kirchnerismo a nivel nacional. Les dispara acusaciones por sobreprecios en obras públicas y una influencia discrecional sobre la Corte y el Poder Judicial local.

Criado en las filas del conservador Partido Demócrata mendocino, De Marchi tiene un examen este domingo que será determinante para su futuro político. Trabaja para consolidar las críticas contra la gestión del radicalismo. También para sumar votos extrapartidarios. La puja sucede en una provincia cuya constitución impide la reelección inmediata. Antes de dejar el poder, Cornejo intentó reformar la carta magna y no tuvo eco. Durante los últimos cuatro años ocupó una banca en el Senado y preside el interbloque de JxC. Desde ese despacho pasó de explorar sus aspiraciones presidenciales a negociar un pacto con la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para transformarse en su compañero de fórmula, como una de las dos fórmulas cruzadas que fueron imaginadas entre macristas y radicales. El senador iba en representación del radical más identificado con el expresidente Mauricio Macri y enfrentado con el mandatario jujeño, Gerardo Morales, que conduce la UCR nacional. 

Cuando se cayeron las chances de un acuerdo electoral del PRO con Javier Milei, Cornejo dejó a Bullrich y puso en marcha su precandidatura a gobernador.

Los sondeos que manejan en el gobierno provincial le pronostican la victoria con una cosecha de 35 a 40 puntos, pero el alcance de esas proyecciones depende directamente de la performance que pueda anotarse De Marchi. El exintendente de Luján de Cuyo tiene dos escenarios: si este domingo supera los 20 puntos puede transformarse en un adversario riesgoso para el radicalismo porque al competir por fuera de JxC mantendrá su candidatura y podría sumar una parte del voto peronista que afronta una interna de altísima dispersión.

El peronismo está representado en el Frente Elegí y tendrá una PASO con cuatro listas que compiten entre sí y llevan los siguientes precandidatos a gobernador y vice: Guillermo Carmona-Liliana Paponet, Omar Parisi-Lucas Ilardo, Nicolás Guillén-Lorena Martín y Alfredo Guevara-Patricia Galván. Este domingo se pondrá a prueba la hipótesis que defiende la utilización efectiva de las PASO. En realidad esa dispersión encierra la crisis de representación que tiene el peronismo mendocino, pero los cuatro contendientes llegan con la idea de que de ese modo traccionan una mayor cantidad de votos. Sin embargo, la sumatoria de los cuatro corre el riesgo de no llegar al 20% y que el Frente quede detrás de De Marchi.

Dentro de los 18 municipios que tiene la provincia, el peronismo gobierna seis. A partir de abril hubo cuatro intendentes del PJ que no ocultaron guiños a favor de De Marchi y deslizaron que podrían jugar abiertamente a su favor, en desmedro de sus propio frente y, por sobre todo, en contra de la continuidad del radicalismo. Es el caso de los intendentes de San Rafael, Emir Félix; de Tunuyán, Martín Aveiro; de Maipú, Matías Stevanato y de Lavalle, Roberto Righi. Los cuatro están enfrentados con el kirchnerismo y son los herederos de «los azules» que estaban estructurados detrás de la figura del histórico Juan Carlos «Chueco» Mazzon. Uno de los operadores políticos más escuchados por Néstor Kirchner que era mendocino y falleció en agosto de 2015.

Por fuera del duelo de las tres principales fuerzas, el Frente de Izquierda Unidad va con dos competidores: Lautaro Jiménez y Noelia Barbeito, del PTS, se medirán con Víctor da Vila y Nadya Ortiz Gazzo, del Partido Obrero. También estará el Partido Verde que lleva la precandidatura de Mario Vadillo a gobernador.

En estas elecciones la provincia usará la Boleta Única de Papel, que ya fue estrenada en las elecciones municipales del 30 de abril. Además de la jefatura del ejecutivo provincial se definirán los candidatos que disputarán la renovación de una parte de las dos cámaras de la Legislatura.  «