El lunes desde muy temprano, las mujeres, indígenas, trans y travestis de todo el país esperaban por ingresar al Estadio Único de La Plata que abrió sus puertas pasadas las 9 de la mañana.
Fueron miles las que se quedaron en la ciudad bonaerense para participar del gran cierre de un encuentro histórico por lo masivo, pero también por los debates en torno al nombre y por la tormenta que el sábado provocó que por primera vez no se haya un acto de apertura previo a la discusión de los más de cien talleres que se distribuyeron a lo largo de las universidades e instituciones educativas de La Plata.
Pasadas las diez de la mañana, y en medio de una enorme confusión, dado que muchas mujeres no habían logrado ingresar al Estadio Único para la lectura del documento ni para el «aplausómetro», se eligió como sede a la provincia de San Luis. Desde el domingo por la tarde, ya se hablaba de esa provincia como posible sede. Pero con el correr de las horas, también se mencionó a Córdoba, Jujuy, Santiago del Estero, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tucumán.
Luego del anuncio, las mujeres argumentaron los motivos por los cuales esa provincia fue una de las candidatas a recibir el próximo encuentro. “Queremos invitarlos a nuestras provincias porque allí las mujeres también sufren, sufren la falta de trabajo, la precarización laboral, el desarraigo de las mujeres que vienen de las provincias vecinas, la violencias de sus parejas, el hambre de sus hijos, en San Luis también luchamos y tenemos faros violetas que nos guían: Virginia Volpen esa feminista combativa que peleó por los derechos de las mujeres y de todo el pueblo trabajador Enriqueta Lucio Lucero y otras ocho docentes que protagonizaron en San Luis la primera huelga docente de la historia, y otras que los libros de historia han visibilizado”, dijeron emocionadas desde el escenario.
Expresaron además, “Así como los libros de historia invisibilizaron la presencia de los pueblos originarios de San Luis, comechingones, huarpes y ranqueles. La historia dice que no hay más comechingones y nosotros no creemos que sea así, la sangre comenchigon está en el pueblo puntano”, dijeron. “En nuestra provincia luchamos contra la gran cantidad de despidos y cierres de fábrica, contra la inestabilidad laboral de las empleadas estatales, contra las demoras y los veredictos infames del sistema judicial, contra las deficiencias en el sistema de salud, contra la falta de viviendas, contra la deserción escolar y universitaria, contra las dificultades para acceder a la interrupción legal del embarazo, contra la vulnerabilidad de las mujeres violentadas. Y pateando las calles unidas hemos conseguido que se creen programas de salud sexual y reproductiva, un ministerio de la mujer, que comience a implementarse la educación sexual integral, que se construya un refugio para mujeres víctimas de violencia”.
“Sabemos que para muchas el Encuentro Nacional de Mujeres es una de las pocas posibilidades que tenemos las mujeres para conocer el país. Hoy las invitamos que vengan a conocer nuestras tierras. Sería una alegría para nosotras recibirlas a todas por primera vez en la historia maravillosa de estos encuentros”, gritaron emocionadas desde el escenario. “San Martín eligió a los puntanos para que lo acompañasen en la grandiosa gesta libertadora, y sus mujeres trabajaron por ese ejército y sostuvieron sus hogares, Hoy en tiempos en que Macri mata nuestra soberanía las esperamos en ese mismo suelo donde partieron esas heroínas para seguir peleando unidas para seguir peleando por la patria libre y soberana que nos merecemos”.
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Un debate al que no le dieron lugar
A pesar de que la mayoría de las asistentes exigieron la inclusión de los pueblos originarios y las disidencias sexuales en el nombre del próximo Encuentro, no hubo un pronunciamiento oficial respecto del nombre.
Durante el acto no se logró la votación del nombre. Algunos talleres dijeron que «no tuvieron tiempo» para discutir. Sin embargo, lo que pasó en el acto no tuvo mucho que ver con el espiritu de los asistentes. Los aplausos, la participación masiva en la campaña Somos Plurinacional, las actividades que coparon la Plaza San Martin y mostraron un posicionamiento político y concreto respecto del cambio del nombre y la gran columna que se unió a la marcha bajo esta consigna muestran que el nombre ya está modificado por lo menos en las calles.
Desde la campaña Somos Plurinacional emitieron un comunicado apenas finalizó el acto de cierre para expresar las diferencias con la comisión organizadora del Encuentro.
“Esta mañana, en un hecho histórico, nos pronunciamos por el cambio de nombre de los tradicionales Encuentros de Mujeres. Luego de un proceso de debates que comenzaron hace más de dos años y tuvieron su expresión en Chaco y Trelew, la demanda de las mujeres de los pueblos y comunidades originarias de las 36 Naciones, de todo el Abya Yala; de las identidades negras y afros, de las racializadas y migrantes, fue reparada simbólicamente. A su vez, mujeres y disidencias sexuales sintetizaron una lucha común contra el racismo, el colonialismo y la violencia del capitalismo patriarcal. ¡Al clóset no volvemos nunca más!”, dice el comunicado.
“Abrazamos a les compañeres que tendrán la oportunidad de construir el 35 Encuentro y las acompañamos en la gran tarea que tienen por delante. Estamos a disposición, para socializar nuestras experiencias, para sostenernos y construir redes. Esperamos que los debates que hemos dado en éste Encuentro se vean reflejados en el próximo: no podemos retroceder en las conquistas del movimiento de mujeres y los feminismos”.
Desde la campaña Plurinacional denunciaron varias situaciones de violencia que sucedieron durante el acto final. Una de ellas fue la agresión a la activista y representante de las disidencias Claudia Haro Vázquez que finalmente logró subir al escenario junto a Zulema Enriquez, representante de las originarias.
“La historia nos demanda que este encuentro ya es plurinacional y de las disidencias”, dijo emocionada Zulma Enríquez. “El Encuentro Nacional de La Plata ya es plurinacional y de las disidencias”, agregó. “Este encuentro ya viene trabajando desde hace tres años, desde Chaco, Trelew, La Plata, territorio querandí. El 34 encuentro de La Plata cambió la historia de los encuentros por ser el más masivo y por romper el paradigma del feminismo. Los feminismos somos indígenas, villeros, comunitarios, populares, de los territorios, urbanos. El feminismo no es uno solo, no es hegemónico, no es de las mujeres flacas, de clase media, el feminismo somos nosotras las que siempre estuvimos marginadas y este encuentro durante tres años no nos nombró”, concluyó.
Por su parte, Vázquez Haro dijo “Nuestro 34 Encuentro es Plurinacional Mujeres Lesbianas Travestis Trans Bisexuales y no binaries. Nos reconocemos en este feminismo amplio, popular y venimos a sentar el compromiso para seguir luchando contra todo tipo de violencias contra las violencias, contra las disidencias sexuales, en contra de la xenofobia, del racismo. Tenemos que aprender a escucharnos, a respetarnos en la disidencia. El enemigo no está acá, el enemigo es el patriarcado”, agregó.
Desde la Comisión Organizadora del Encuentro, explicaron por qué no se cambió la denominación durante el cierre en el Estadio Único. “Se empezó a discutir en los talleres, es un recorrido que viene desde Trelew. La intención es ver si se puede sistematizar esa discusion. No se cambió el nombre, nunca estuvo previsto definirse en el cierre, habíamos discutido que no vaya a aplausómetro ni negociar porque el debate que eligieron es más complejo”, dijo Yanina Pelli, una de las responsables de prensa del Encuentro.
“La idea justamente porque el encuentro es democrático, horizontal y plural es que se pueda discutir en los talleres y se arrancó con eso. Vamos a seguir garantizando, por lo menos la comisión organizadora que viene, se compromete a que el 35 Encuentro Nacional de Mujeres siga siendo democrático horizontal, plural, plurinacional, autofinanciado, diverso y federal”.