Rusia denunció que Google y otros motores de búsqueda intentan marginar a la prensa rusa en Internet, tras conocerse que la compañía estadounidense diseñará algoritmos específicos para invisibilizar a estos medios a los que acusa de «desinformar».
«Es un golpe durísimo», comentó el vicepresidente del comité de tecnologías de la información de la Duma, la Cámara Baja del Parlamento de Rusia, Andréi Svintsov.
Svintsov indicó que se trata de un «formato de presión» que no le permitirá a los usuarios que realizan búsquedas ver los materiales que los medios rusos difunden en su páginas web, ya que Google redireccionará estas búsquedas hacia otros medios, informó la agencia de noticias EFE.
«Esto eliminará de los resultados de las búsquedas todos vínculos a estos medios y -consecuentemente- disminuirá en decenas de veces la visitas a sus sitios», agregó.
En respuesta, advirtió hoy el vicepresidente de la Duma del Estado rusa, Alexei Tolstoi, el Kremlin podría prohibir la publicidad difundida por Google en su territorio.
«A nosotros también nos preocupa (…) el contenido peligroso para los ciudadanos de Rusia. Y si no podemos (acordar con Google) como impedirlo, prohibamos toda esa publicidad mediante una ley», dijo Tolstoi durante un congreso de medios juveniles en Moscú.
El gigante de la informática gana 34.000 millones de dólares anuales en Rusia, estimó Tolstoi. «Puede que no sea una cantidad importante para Google, pero cuando se trata de dinero, nuestros colegas modifican enseguida sus prioridades», subrayó.
El hecho pone en debate la estrecha relación entre las grandes empresas de comunicación y la información que reciben y consumen los usuarios, además de transparentar cómo los buscadores determinan ese consumo, y alerta sobre los riesgos implicados en que una compañía estadounidense defina qué información es más relevante que otra.
También Svintsov indicó que Rusia debe sopesar implantar ciertas restricciones a Google y a determinadas redes sociales, en un anticipo del volumen que puede adquirir este enfrentamiento por la información entre Washington y Moscú.
«Estamos ante una forma abierta de guerra informativa. Es un bombardeo, una agresión directa», resumió.
La semana pasada, la televisión rusa RT en Estados Unidos tuvo que registrarse como «agente extranjero» para poder seguir operando en ese país, lo que ha sido denunciado por Moscú como un golpe a la libertad de expresión.
Rusia respondió con la aprobación de una ley que busca obligar a medios extranjeros que emiten en el país a registrarse como agentes extranjeros.
Ayer, Google informó que empezará a tomar medidas contra la propaganda rusa que se aprovecha de su sistema.
Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Alphabet, el conglomerado de empresas al que pertenece el buscador, señaló que la megaempresa de comunicaciones quiere «frenar la difusión de noticias falsas», y especialmente admitió «contener a dos medios públicos rusos, Russia Today y Sputnik».
«Si siguen desinformando va a ser peor. No queremos llegar a prohibirlos», advirtió Schmidt en unas jornadas sobre ciberseguridad celebradas el sábado en Halifax (Canadá).