En la tarde el jueves, la policía bonaerense reprimió a trabajadores del Frigorífico Penta, en la planta ubicada en Quilmes. Los trabajadores se encontraban realizando una olla popular, en reclamo del cobro de los salarios de marzo y en defensa de sus puestos de laborales. Si bien no hubo detenidos, dos personas debieron ser hospitalizadas.

Los delegados del frigorífico emitieron un comunicado en el que expresan que “Repudiamos el accionar policial y responsabilizamos al gobierno municipal y provincial por este ataque a los trabajadores que se organizan y luchan para que no queden en la calle 250 familias”.

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Minutos después, la propia intendenta, Mayra Mendoza reprobó la represión también con un comunicado oficial, donde informa que el miércoles se llevó a cabo una reunión en la Municipalidad, con representantes de la Comuna, del Ministerio de Trabajo bonaerense y delegados y directivos del sindicato. El encuentro fue encabezado por la intendenta y participó el director Provincial de Delegaciones Regionales del Ministerio de Trabajo, Miguel Funes, que le transmitió a la jefa comunal la situación que atraviesan los trabajadores del frigorífico, ya que el titular de la empresa, Ricardo Bruzzese, hace dos semanas que no permite el ingreso del personal a su lugar de trabajo, no abonó los sueldos de marzo ni acató la conciliación obligatoria.

En la reunión se acordó insistir con las presentaciones legales ante el Ministerio de Trabajo de la Nación y de la provincia de Buenos Aires y la búsqueda de una solución al conflicto.

El comunicado concluye diciendo: “De ninguna manera, el Municipio de Quilmes avala la represión sufrida por los trabajadores y repudia la violencia como mecanismo de solución a este conflicto”.