Jorge Langone era profesor de taller en una escuela técnica de Villa Lugano. Como parte del sindicato Ademys, militaba contra la presencialidad impuesta por el Gobierno de la Ciudad en las aulas. Contrajo covid y se convirtió en el primer docente fallecido en el distrito en el marco de la pandemia. Sus compañeros responsabilizaron al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y a la ministra de Educación, Soledad Acuña, “por obligar a docentes y estudiantes a exponerse innecesariamente”. Ademys convocó a un paro para este lunes y la Unión de Trabajadores de la Educación (UYE) realiza una “jornada de duelo y protesta”.
“Esto expresa de manera simbólica muchas de las cosas que venimos anticipando que iban a suceder y que están sucediendo. Ha generado mucha bronca en las escuelas. Sus propios compañeros se han autoconvocado. Es el primer compañero que fallece de covid y expresa un cuadro de situación muy complicado”, dijo Jorge Adaro, referente de Ademys, en diálogo con Tiempo.
El sindicato resolvió el paro a última hora de este domingo. “Desde el Gobierno de la Ciudad ya nos acusan de hacer uso político del fallecimiento. Dicen que no fue en la escuela, pero es muy difícil saber si fue en la escuela o no. El tema es la carga simbólica que tiene”, remarcó Adaro. Y advirtió que “haciendo un seguimiento de la página del gobierno vimos 1240 contagios en la franja de 0 a 19 años: esto tiene que ver con una presencialidad no cuidada”. En ese sentido, cuestionó el planteo “irresponsable” de Acuña al decir que la presencialidad “es un éxito porque solo hubo 150 contagios, sin decir que eso implica la multiplicación, porque seguramente esos casos han transmitido el virus en sus casas”.
Langone daba clases en la E.T. Nº13 DE 21, en Lugano. Según confirmó Adaro, tenía sobrepeso, considerado uno de los factores de riesgo ante el coronavirus. “Hacemos directamente responsable al gobierno de la Ciudad y a la Ministra de Educación Soledad Acuña por obligar a docentes y estudiantes a exponerse innecesariamente en contexto de pandemia. Asimismo, responsabilizamos a las conducciones escolares y a las dirigencias sindicales cómplices del gobierno, por acción u omisión. Hace poco comentábamos que no iban a parar hasta tener un docente muerto. Ahora tenemos la certeza de que piensan avanzar sobre nuestros cadáveres”, denunciaron desde la comunidad educativa que integraba Langone, mediante un comunicado.
El Secretario Adjunto de Ademys consideró que “esta noticia va a abrir un debate en las escuelas sobre la presencialidad segura o no. Va a haber un debate sobre cuándo pasar a un sistema dual que el gobierno no tiene previsto. Y veremos cómo impactan las declaraciones de (Santiago) Cafiero de ayer: una medida para contener la circulación del virus con teletrabajo para la administración pública con la excepción de los docentes. Van a empezar a darse estas discusiones en las escuelas, en un momento donde han explotado los casos, no tenemos vacunas y no hay ni en vistas un calendario de vacunación en la ciudad”.
Por su parte, desde la agrupación Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas emitieron un pronunciamiento y alertaron que “a esta altura de los acontecimientos, estamos segurxs de que las condiciones para la vuelta a la presencialidad no están dadas, en absoluto, en el ámbito del AMBA y tampoco en muchísimas regiones del país. La ‘presencialidad cuidada’, tan mentada por el ministro Nicolás Trotta, es una mentira. No existe protocolo viable ni seguro con este nivel de circulación viral. A ello se suma la presión, directamente criminal, de la ministra de Educación de Caba, Soledad Acuña, que insiste con la flexibilización de protocolos, mediante lo cual exhibe un absoluto desprecio hacia las vidas de docentes, auxiliares, alumnxs y familias”. Tras el fallecimiento de Langone, reiteraron su pedido para que se suspendan las clases presenciales y resaltaron que “esta desgracia se suma a la abrumadora cantidad de docentes, auxiliares y alumnxs aislados, que solo en Caba llegaron a 1500 la semana pasada, con 500 burbujas aisladas y al menos 10 mil personas afectadas (entre contagiados y contactos estrechos), a tan solo un mes de regreso a la presencialidad”.