El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, afirmó este jueves que la Argentina “no tiene ninguna posibilidad de caer en default” si gana las elecciones de octubre y agregó que “nadie puede plantear seriamente una quita”.
Así lo aseguró al hablar en el seminario Democracia y Desarrollo que se realiza en el museo Malba, organizado por el Grupo Clarín, que abrió el ex presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso y cerrará este jueves al mediodía el presidente Mauricio Macri.
Entrevistado por tres periodistas del diario Clarín, Fernández buscó dejar en claro que si gana las elecciones del 27 de octubre «Argentina no tiene ninguna posibilidad de caer en default», sostuvo que «nadie puede plantear seriamente una quita» y consideró que «es cuestión de sentarse a negociar».
En tanto, reconoció que “es muy difícil bajar la inflación” y dijo que si gana los comicios “partimos de un escenario muy complicado” en ese sentido, pero aclaró que “lo último que haría sería copiar alguna de las medidas de Guillermo Moreno, que le hizo un enorme daño a la economía argentina”.
“Es muy difícil de bajar (la inflación) pero es parte del desafío que tenemos. Si yo logro al cuarto año de mandato terminar con una inflación de un dígito sería el tipo más feliz del mundo, pero partimos de un muy mal escenario”, indicó.
Ante otra consulta, Fernández dijo que en un eventual gobierno “no vamos a manipular el Indec, que es el termómetro de la economía” y ratificó que seguirá “funcionando como funciona, con independencia”.
Al hablar de la grieta, el candidato afirmó que “debería avergonzarnos” situaciones como “poner figuras de los periodistas para que los escupan” así como agresiones que recibieron Agustín Rossi y Axel Kiciloff en el pasado, y sostuvo que “eso no puede volver a pasar entre nosotros”.
Por último, llamó a «sepultar un momento de confrontación que se ha extendido por muchos años y caminar hacia una nueva etapa”, y pidió “quitarle dramatismo a este momento que implica el fin de un gobierno y el comienzo del otro”.
“Hay que terminar con esta idea de que las transiciones son difíciles y complejas, son parte de la democracia y hay que tomarlas con calma, cada uno asumiendo el rol que le toca”, manifestó el ex jefe de Gabinete.