Manuel Mosca, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, un dirigente muy cercano a la gobernadora María Eugenia Vidal, fue denunciado por acoso y abuso sexual por una militante de su propio espacio político. La denuncia fue presentada ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la mujer denunciante, cuya identidad se encuentra bajo reserva, fue acompañada por Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción.
Hace una semana, el caso estalló públicamente ya que el diputado Mosca, esposo de la senadora nacional Gladys González, enterado de que se avecinaba una denuncia, se presentó ante el fiscal platense Álvaro Garganta con una denuncia por extorsión.
El hecho denunciado se remonta a 2015 y según dan cuenta diversas fuentes la joven decidió a llevarlo adelante al escuchar el testimonio de Thelma Fardin contra el actor Juan Darthés. Prominentes dirigentes del PRO respaldaron a la denunciante. Posteriormente, al menos otras dos mujeres relataron ante dirigentes del PRO haber sido víctimas de Mosca, aunque no han formalizado una denuncia.
Ante el avance de la denuncia con apoyo de políticos que dieron contención a la presunta víctima, María Eugenia Vidal le habría pedido a Mosca que diera un paso al costado, de ahí el pedido de licencia por sesenta días presentado por el presidente de la Cámara Alta bonaerense. Junto con esta decisión Mosca dio pista a la justicia y renunció a sus fueros para ser investigado. Si bien el dirigente oriundo de Bolívar no es muy conocido a nivel nacional, se trata de un personaje clave en el armado político de la gobernadora bonaerense. Muchos lo señalan como el responsable de haber logrado pactos de gobernabilidad con diferentes bancadas del PJ provincial que le permitieron a Vidal avanzar en su mandato con una base bastante firme en el parlamento platense.
El respaldo de dirigentes como las diputadas Karina Banfi, Silvia Lospennato, Brenda Austin, el diputado Daniel Lipovetzky, el asesor macrista Alejandro Rozitchner y la relevancia política –tanto de Mosca como de su esposa– sacuden fuertemente al espacio oficialista de la provincia. El destino político de Mosca se juega en los dos frentes, el político y el judicial. Por ahora, resta que la Legislatura provincial acepte el pedido de licencia y la quita de fueros.