El miércoles, cuando el presidente Mauricio Macri regrese al país proveniente de Nueva York, espera encontrarse con un escenario político menos inestable que el vivido esta semana que pasó. Confió ese presunto optimismo antes de subirse a un vuelo privado que lo llevó a Manhattan para participar de la 73° Asamblea General de las Naciones Unidas y mostrarse una vez más con su par norteamericano Donald Trump. El próximo martes, casi a la misma hora de su tercer discurso como mandatario ante sus pares, dentro del Palacio de las Naciones, el cuarto paro nacional en su contra convocado por la CGT transitará las últimas horas. La medida de fuerza, descuentan en la Casa Rosada, «será masiva». Aun así, para el entorno presidencial, la escala neoyorquina «cayó como anillo al dedo» ante la huelga nacional que contará con un fuerte valor simbólico de rechazo a la política económica oficial. Se trata del plan que la «minicomitiva» presidencial se encargará de reforzar durante la febril agenda de reuniones y eventos planificada hasta el martes.
Si bien la batería de reuniones con «inversores» y bonistas de Wall Street se concretará en Nueva York, el mayor foco de interés presidencial no estará puesto en el paro nacional del martes, sino en Washington, donde el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) decidirá si adelanta el auxilio solicitado por Macri, para afrontar la nueva corrida cambiaria que dejó al dólar en una paridad superior a los 42 pesos.
«Esperamos el anuncio esta semana. La burocracia del Fondo tiene sus tiempos. Si no es el martes, puede ser en los días siguientes, pero la información que tenemos es que el respaldo del directorio se concretará esta semana», explicó a Tiempo una fuente del Ministerio de Hacienda, conducido por Nicolás Dujovne. En su entorno, los funcionarios más optimistas aseguran que el respaldo del organismo financiero podría concretarse durante la estadía neoyorquina.
Parte de esa seguridad surgió esta semana, cuando la depreciación del peso ante el dólar encontró un breve freno. Esa tenue calma, en algunos casos, es una señal positiva que anticipa un repunte, mientras otros apuestan a que no sea la tranquilidad que antecede a una nueva tormenta. Ese contrapunto de lecturas dejó en evidencia las incógnitas que se respiran dentro de Balcarce 50 sobre la capacidad de la administración de Cambiemos para afrontar una nueva corrida cambiaria, sin un respaldo concreto del Fondo, cuyas autoridades vienen de mantener largas diferencias con el presidente del Banco Central, Luis «Toto» Caputo, sobre los métodos para intervenir en el mercado para contener la estampida del dólar.
Así como Macri redobló la apuesta para respaldar al titular de la entidad monetaria, que sigue al frente del cargo «en comisión» (porque su pliego aún no fue enviado al Senado), también envió señales de respaldo a los negociadores del Ejecutivo con las provincias, para terminar de delinear el Presupuesto 2019, que todavía deberá transitar un largo camino dentro del Congreso para obtener su aprobación.
Uno de los destinatarios de ese «aventón» presidencial fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y su secretario de Provincias, Alejandro Caldarelli, además del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Los tres habrían obtenido una señal tan «aliviadora» para Macri, como el freno a la estampida del dólar. En los primeros días de esta semana pudieron contener a una parte de los gobernadores peronistas por la intempestiva amputación del Fondo Federal Solidario (FoFeSo). La contrapropuesta fue la creación de un fondo para obras de baja y mediana escala, que ahora dependerá directamente de la cartera política, por 4125 millones de pesos, para evitar el freno de los trabajos en marcha en distintos municipios del país, cuya continuidad había caído en saco roto por un inesperado Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). La creación de esa nueva caja, también por decreto, le permitió al gobierno evitar una sesión especial de la oposición, prevista para el miércoles, con el fin de dejar sin efecto el DNU que había amputado el FoFeso. La movida de la compensación le dio cierto oxígeno a los negociadores de la Casa Rosada para no quedar presos de los propios plazos incumplidos, y que eso multiplicara las incertidumbre respecto de la capacidad del gobierno para conseguir la sanción del Presupuesto 2019.
Detrás del optimismo que tratan de exhibir algunos funcionarios dentro de Balcarce 50, la realidad revela que el Ejecutivo tendrá que mudar parte de su escudería al Congreso para defender el diseño original del Presupuesto 2019, porque cosecha una larga lista de cuestionamientos de los bloques opositores, que podrían poner en riesgo el apoyo límite que enunciaron los gobernadores: no dejar a Macri sin Presupuesto. Una promesa que encierra altos costos políticos para esos garantes. Se trata del primer plan de cuentas en dos décadas que sancionará el Poder Legislativo de acuerdo a las exigencias del FMI, con un escenario económico que aguarda una recesión superior a los seis meses, con un punto de partida estremecedor, como la tasa de desocupación del segundo trimestre de este año, que llegó al 9,7% a nivel nacional. Es decir, a tres decimales de reconquistar los dos dígitos, una línea que ya fue cruzada en el Conurbano bonaerense, con índices que llegan al 13 por ciento.
Si el operativo neoyorquino cosecha resultados positivos, el gobierno podría hacer anuncios paliativos en materia laboral y productiva, en manos del nuevo ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, que elabora un plan de contención de la crisis, sin más oferta que la que le permite la nueva arquitectura presupuestaria que depende del Fondo, y de la voluntad política de quienes avalen la ley de leyes que Macri considera «crucial». «
Intensa agenda de sesgo financiero en Nueva York
El presidente Mauricio Macri iniciará mañana una intensa agenda de actividades en Nueva York con fuerte sesgo financiero, en el marco de su participación en la Asamblea General de la ONU. A las 8 (hora de los EE UU) compartirá un desayuno en el diario Financial Times, una hora y media después mantendrá una reunión con el Grupo Bloomberg y a las 12:30 almorzará con empresarios inversores.
Según informó la Casa Rosada, a partir de las 14:30 participará de un evento con miembros del Council of The Americas y de la Cámara de Comercio de los EE UU (Amcham), y a las 16:15, Macri encabezará una reunión de trabajo con su equipo.
A las 19 está prevista la recepción que ofrecerá el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, en honor de los jefes de Estado y de Gobierno que participarán de la Asamblea de la ONU.
Además, Macri recibirá el premio «Ciudadano Mundial 2018» en una ceremonia programada para las 21.
El martes, Macri participará, a partir de las 8, de la Apertura del Debate General del 73° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. Su exposición está prevista entre las 16 y las 17, pero previamente asistirá a una reunión de jefes de Estado del Mercosur.