El papa Francisco condenó el lawfare en el marco del Congreso Mundial de la Asociación Penal Internacional de Derecho Penal, además de reprobó el “uso arbitrario” de la prisión preventiva. El pontífice católico, si bien no puntualizó casos particulares alertó sobre el uso de instrumentos judiciales y legales contra dirigentes políticos: “Se verifica periódicamente que se hace recurso a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, avanzadas junto a medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados”, dijo en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Estas palabras, pronunciadas en italiano, se suman a lo dicho en junio pasado, cuando señaló que el lawfare (o guerra judicial) “además de poner en serio riesgo la democracia de los países, generalmente es utilizado para minar los procesos políticos emergentes y propender a la violación sistemática de los derechos sociales”. En esta oportunidad también sumó sus críticas a la legislación que protege a los paraísos fiscales, “que sirve a esconder cualquier tipo de delitos”.
“El encarcelamiento preventivo, cuando es impuesto sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que lo habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia y el principio según el cual todo imputado debe ser tratado como inocente hasta que una condena firme establezca su culpabilidad”, señaló el papa.
Sobre el lawfare, Francisco alertó que “se verifica periódicamente que se ha recurrido a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, promovidas concertadamente por medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados”.
«Con los instrumentos propios del lawfare –continuó– se instrumentaliza la lucha siempre necesaria contra la corrupción con el fin de combatir gobiernos no gratos, reducir los derechos sociales y promover un sentimiento de antipolítica del que se benefician aquellos que aspiran a ejercer un poder autoritario”.
Respecto de los paraísos fiscales, señaló que “es curioso que el recurso a los paraísos fiscales, expediente que sirve a esconder cualquier tipo de delitos, no sea percibido como un hecho de corrupción y de criminalidad organizada. Análogamente, fenómenos macizos de apropiación de fondos públicos pasan inobservados o son minimizados como si fueran meros conflictos de interés”.
Con esta intervención el exarzobispo de Buenos Aires sostuvo tres temas de agenda que preocupan especialmente a Latinoamérica, empujados especialmente por las fuerzas neoliberlaes y que los argentinos conocen bien: el lawfare, el uso arbitrario de las prisiones preventivas y los paraísos fiscales.