Al inicio del gobierno de Mauricio Macri, con Juan José Aranguren como ministro de Energía, se estableció un sendero de precios del gas, flojo de papeles, que llevaría su valor a U$S 6,80 por millón de BTU (MBTU, la unidad de medida). Nunca se concretó, pero el gas llegó a estar por encima de los U$S 5 por MBTU desde un punto de partida en torno de los 2,50 dólares.
En el nuevo Plan Gas, presentado el jueves pasado por el presidente Alberto Fernández, el gobierno colocó ese valor en U$S 3,70 por MBTU, según confirmaron a Tiempo distintas fuentes, aunque no es oficial aún. Se trata de un nivel artificialmente alto respecto de parámetros reconocidos internacionalmente. «Como medida de corto plazo es positiva, pero demuestra una intervención más. El gran desafío es mantener en el tiempo este tipo de sendas. En términos integrales, preferimos que no haya intervenciones. Pero U$S 3,70 es un precio competitivo para el sector», confió a Tiempo un vocero de una de las principales petroleras del país.
La previsión del gobierno es que el plan le cueste al fisco unos U$S 4000 millones. Pero asegura que la combinación de sustitución de importaciones más el efecto en la producción y el empleo, determinará un resultado final positivo.
Jonatan Núñez, becario del Conicet especializado en Vaca Muerta, apuntó: «Se insiste en un modelo que necesita de un esquema de subsidios especial para funcionar. Se paga el MBTU por encima del precio internacional. A la hora de ver el tema en profundidad, se pasó de pensar a Vaca Muerta con una proyección exportadora, a un destino en el mercado interno. Se busca atender la principal urgencia, que es la falta de dólares, a partir de la reducción de la importación de gas».
El plan oficial pivotea sobre la idea de mayores subsidios estatales aunque una declaración del secretario de Energía, Darío Martínez, plantea una suba de tarifas (ver aparte). Núñez observó que «es muy problemático y posiblemente implique que se toquen las tarifas que pagan los usuarios; habrá que ver hasta qué punto se puede hacer eso porque la economía de los hogares está muy golpeada».
Licitaciones
Para ingresar al programa, las empresas deberán abandonar sus reclamos por programas anteriores. Cabe recordar que Tecpetrol tiene judicializada la caída de un plan gas anterior.
Desde la Subsecretaría de Hidrocarburos explicaron a Tiempo que «el Estado subsidiará la generación de 70 millones de metros cúbicos diarios, que es lo que consumen las distribuidoras y Cammesa»; es decir, la demanda interna sin incluir la industria ni las estaciones de servicio de GNC.
Los subsidios caerían en las empresas que explotan el gas en las cuencas Neuquina, Austral y Noroeste a partir de licitaciones en las que las petroleras no podrán ofertar por más del 70% de lo que producen. El Estado se hará cargo de la diferencia que surja entre lo ofrecido por las empresas y los U$S 3,70 de precio fijado.
Con todo, la fuente del sector estatal se mostró optimista: «Los planes anteriores funcionaron. Cuando se implementa este tipo de incentivos la producción crece y, en este caso, se contempla también la posibilidad de exportar». «
Se mueven las tarifas en enero
El gobierno anticipó que las tarifas de luz y gas dejarán de estar congeladas a partir del 1 de enero de 2021. «Vamos a ir a un esquema de transición de tarifas, con el que vamos a ir logrando que aquel que tenga capacidad de pago pueda pagar el costo de la energía», aseguró el secretario de Energía, Darío Martínez, en declaraciones radiales anteayer.
Para tal fin, «usaremos todas las herramientas que nos ha dado la pandemia, para poder focalizar en quienes más lo necesitan; vamos a ir a un esquema mucho más focalizado en subsidios», aseguró Martínez.
Las tarifas están congeladas desde abril de 2019.