Nadie pensó, tras la difusión del video de Alejandro Gastón Radetic corriendo picadas por la 9 de Julio, que la detención de uno de los dueños de la constructora Marcalba S.A. permitiría descubrir el velo que tiñe el negocio millonario del arreglo y mantenimiento de las aceras porteñas, con empresas que van intercambiándose comunas, áreas de gobierno que se superponen pagando dos veces por la misma tarea y con algunas de las firmas beneficiadas figurando como aportantes a la campaña del PRO. Fue el caso de Radetic, que en sólo cinco años obtuvo por mantenimiento de calles y veredas unos $400 millones. Eso sí, donó a la campaña de Cambiemos en 2015 unos magros 62.500 pesos.
Entre las imágenes que Radetic disfruta publicar en sus redes hay una rodeado de dinero. Su principal ingreso proviene de Marcalba, que dirige junto a Alberto Andrenacci, quien lidera otra firma del sector, Fontana Nicastro S.A. A veces, se presentan juntas, otras separadas, aunque las dirige la misma persona.
Las licitaciones de arreglo de veredas y aceras dividen las 15 comunas, y asignan una a cada firma. La de «Rehabilitación y Mantenimiento Vial de la Ciudad 2015/16», lanzada por el ministerio de Ambiente y Espacio Público, tuvo como ganadora en la Comuna 11 a Fontana Nicastro por $85.124.305; y en la 10, a Marcalba por $84.227.258. El otro gran negocio, como en las peatonalizaciones, son los «agregados» posteriores al contrato: en 2016, Marcalba tuvo cuatro «adecuaciones de precios» por más de $23,6 millones, fundamentadas en «la mayor intensidad de tránsito vehicular que aumenta año a año».
Entre 2012 y 2015 ganó dos licitaciones para la «rehabilitación y mantenimiento de aceras» en cuatro comunas diferentes, la primera con Fontana, la otra con Avinco Construcciones. Fueron $248 millones, a los que en 2016 se agregaron $46,7 millones «adicionales». Ahora Marcalba puede sumar otros $133.754.924 para la licitación de cara a los próximos dos años. El Ministerio de Ambiente tiene previsto asignarle la Comuna 8, pero antes pidió que «mejore precios» en ítems como baldosones de cemento.
El círculo amarillo
Esta última licitación abarca en total 1332 millones de pesos. En todas suelen repetirse los mismos nombres: Marcalba, Fontana, Cunumi, Salvatori, Bricons, Miavasa, Altote, Ingevial. Quien debe revisar las tareas es el Ente de mantenimiento Urbano Integral (EMUI), pero en la práctica se muestra más preocupado por pedir ampliaciones presupuestarias a las empresas. Es el ejemplo de Construmex S.A., que había obtenido la Comuna 1 en 2013 por $ 16.694.339. Al año siguiente, el EMUI pidió ampliar ese presupuesto a $ 41,7 millones. Uno de los directores de la firma es Carlos Alberto Dellagiovanna, que aportó 100.000 pesos a la campaña de Cambiemos de 2015.
Ricardo López Casanegra es vicepresidente en Conorvial S.A., a la que acaban de adjudicarle $114.976.357 por las aceras de la Comuna 12. Para las elecciones donó 200 mil pesos al Pro. Como Radetic puso poco, Alberto Andrenacci se anotó con $ 250 mil. La hija de Andrenacci, María de los Ángeles, figura en el directorio de Fontana Nicastro, y aportó otro tanto. La constructora de los Andrenacci es también una de las 30 empresas que esponsorearon a la Fundación Suma de la vicepresidenta Gabriela Michetti. Entre ellas está Bricons, ganadora de más de 160 millones en arreglo y mantenimiento de veredas. Su presidente, Mario Raspagliesi, donó un millón de pesos a la campaña de Macri.
Por la vereda del sol
De acuerdo a la Ley 1777 de Comunas, ellas poseen competencia exclusiva sobre las veredas. Durante todos estos años de gobierno PRO las veredas sirvieron para hacer negocios, enfatiza Julieta Costa Díaz, comunera de la 13 por el FpV. No hay ninguna razón para seguir tercerizando, como pretende hacer Horacio Rodríguez Larreta, la reparación de veredas. Las comunas deben contar con cuadrillas propias que las reparen.
Cuando uno camina las veredas porteñas y ve obreros trabajando, suele preguntarse: ¿no habían arreglado ya esta cuadra? En 2015, Costa Díaz denunció que, a pesar de existir ya una licitación para toda la Ciudad, el entonces secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, Eduardo Macchiavelli (hoy ministro de Ambiente) llevó a cabo 38 contrataciones directas para reparar veredas por $64 millones a favor de dos empresas,
Ecomlat y Derby Eland. Ninguna tenía antecedentes en obra pública. Ni siquiera sitio web. Derby figuraba en la AFIP sin empleados a cargo. La denuncia está en la justicia. «
Una consultora amiga para detectar veredas rotas
A finales de enero, las veredas porteñas fueron noticia por otro negociado PRO. El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad contrató a través de una licitación privada donde hubo sólo una oferta a McKinsey Argentina para un servicio de consulto consultoría para optimizar el mantenimiento de las veredas por $14 millones. No es una empresa más. Allí se conocieron y trabajaron juntos Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, puntales del gabinete económico de Cambiemos. La consultora (que ya obtuvo más de 20 millones de pesos por adjudicaciones directas de Guillermo Dietrich y Oscar Aguad) debía hacer un diagnóstico preciso y detallado del estado de las 49.020 veredas de la ciudad, y proponer un nuevo modelo de gestión de la reparación y restauración de veredas. Esta modalidad de licitación privada (donde el propio Ejecutivo dispone qué firmas deben participar) sólo debe usarse en casos excepcionales o de emergencia. Sin embargo, en 2015 el 70% de las contrataciones de la Ciudad fueron de manera directa.