Daniel Oyarzún, el carnicero acusado de matar a un ladrón que huía poco después de robar en su local, fue declarado inocente por la decisión unánime de un jurado popular de Zárate y Campana, y quedará libre. Para los miembros del jurado, el hombre cuya excarcelación había sido reclamada por el propio presidente Macri, diciendo que es “un ciudadano sano y querido” y que «debería estar con su familia, tranquilo, tratando de reflexionar sobre todo lo que pasó», actuó en legítima defensa.
Esta mañana, el fiscal José Luis Castaño había pedido en su alegato una sentencia condenatoria parta el comerciante, por el delito de exceso en la legítima defensa, que supone una pena de uno a cinco años de prisión, para lo cual tuvo en cuenta el relato de uno de las pericias psicológicas efectuadas a Oyarzún, que sostuvo que “es un hombre impulsivo y sabía lo que hacía”.
«Voy a seguir criando a mi hija con la frente en alto. Yo sabía que era inocente”, dijo el carnicero al salir del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Campana, minutos después de escuchar el veredicto que lo declaró “no culpable”. Todos los vecinos que integraron el jurado, seleccionados a partir de un sorteo del padrón bonaerense, fueron alguna vez víctimas de un robo. En sus palabras ante el jurado, Oyarzún les había pedido “que me dejen libre para poder disfrutar de mi hija”.
El 13 de septiembre de 2016, hace exactamente dos años, un hombre ingresó a la carnicería de Oyarzún, en la localidad de Zárate, efectuó varios disparos y le robó 5000 pesos, para subir luego a la moto de un cómplice, en la que ambos ladrones huyeron. Oyarzún los persiguió en su Peugeot 306, y cuando el conductor de la moto, Brian González, perdió el control y cayó, el comerciante atropelló el rodado y aplastó contra un poste a González, quien falleció días después en el hospital.
De este modo, uno de los casos más sonados de justicia por mano propia de los últimos años se resuelve en primera instancia con una polémica absolución.