El encuentro fue en la casa de Lacunza, durante las primeras horas de la tarde del domingo, y se produjo previo a la llegada de una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que auditará las cuentas nacionales, para autorizar el desembolso de unos US$ 5.300 millones. Un rato antes, Lacunza recibió a su antecesor, Nicolás Dujovne, para coordinar la transición.
La próxima misión del FMI debería llegar en los próximos 15 días a Buenos Aires para revisar el cumplimiento de las metas fiscales y monetarias comprometidas en el segundo trimestre.
Ante esto, la mirada estará puesta entonces en si el Gobierno podrá cumplir con la meta de alcanzar equilibrio fiscal para este año, o un déficit de menos de un punto del PBI, luego de las medidas anunciadas que implican el diferimiento en el pago de varios impuestos, o la rebaja de Ganancias.
El próximo desembolso en torno a los US$ 5.300 millones debería llegar para mediados de septiembre, y permitir aliviar la situación financiera en medio de las elecciones de octubre.
Éste es el último gran desembolso que tiene previsto por el FMI en el acuerdo alcanzado en septiembre del año pasado por US$ 53.000 millones, que permitieron refinanciar la deuda argentina.
Luego está previsto que lleguen a razón de US$ 1.000 millones trimestrales hasta mediados de 2021.
Lacunza y Sandleris mantienen una buena relación personal ya que trabajaron juntos en la provincia de Buenos Aires a comienzos de la gestión de María Eugenia Vidal, destacaron las fuentes.