El mandatario planteó una propuesta general con medidas que endurecen los controles del aislamiento obligatorio tanto en lo que hace al transporte, a la circulación, como a los adultos mayores y al uso de protección personal como los tapabocas.
Según informaron desde la Gobernación, la cuarentena administrada que propuso Kicillof incluye cinco medidas generales. Todas fueron consensuadas tras un relevamiento que el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y la ministra de Gobierno, Teresa García, realizaron entre los intendentes sobre cómo entienden que debería ser la nueva fase de la cuarentena.
La primera incluye el endurecimiento de la cuarentena en materia de transporte, adultos mayores, cierre de accesos y uso obligatorio de barbijos caseros que regirá desde el lunes en toda la provincia. En el caso de los mayores, la medida contrasta con la dispuesta por la Ciudad: no habrá permiso especial para circular, como fijó Horacio Rodríguez Larreta, sino que se buscará reforzar la atención especial -con líneas telefónicas exclusivas incluidas- para ayudarlos en actividades y trámites para que no tengan que salir de la casa. «La idea es evitar que salgan a hacer tareas innecesarias», explicaron desde el gobierno a Tiempo.
Dentro de las medidas generales, Kicillof también pidió el uso de protocolos más rígidos para el funcionamiento del transporte público, la profundización de los controles de circulación en rutas y accesos a distritos bonaerenses. Por último, propuso que cada apertura puntual tenga «protocolos sanitarios» y de funcionamiento «muy controlados» y que cada excepción que se habilite será «transitoria» y estará sometida a «evaluación permanente».
En paralelo a estas propuestas que ya fueron aprobadas por Cafiero, Kicillof pidió por la apertura de actividades que varían de acuerdo a los distritos que tienen circulación del virus y los 58 que hasta ayer no tenían ningún caso registrado. Entre éstas están las ventas online y telefónica con delivery, aunque sin apertura de locales al público; más la vuelta al trabajo de algunas profesiones independientes -como los odontólogos- con turnos y algunos oficios como la plomería y la construcción.
No obstante, y más allá de que algunas de estas actividades ya estarán incluidas en la resolución general que saque Nación, desde el gobierno bonaerense aclararon que cada municipio deberá dar el visto bueno para que se pongan en marcha en su distrito. Pero además cada intendente «deberá contar con la seguridad de que en su distrito puede garantizar los protocolos para el desarrollo de tal actividad, si es así se habilita, sino no», aclararon fuentes oficiales.
«Quiero dejarlo muy en claro: no estamos hablando de una flexibilización sino, al reveés, de una focalización de la cuarentena», sostuvo hoy el gobernador durante una actividad en el centro logístico sanitario de Ensenada y aclaró que «esto va a ser un proceso muy dinámico y no vamos a tomar ninguna medida que no sea propuesta por los intendentes y luego convalidada por la Nación».
Por último, el gobernador también incluyó el pedido de casos «muy puntuales» que le plantearon los jefes comunales: la reanudación de la actividad en algunas fábricas del Conurbano y del interior, que deben pasar por el filtro del Ministerio de Producción y también del Comité de Emergencias. Todo quedó sujeto a decisión de la Nación.