En pleno, la alta dirigencia del Frente de Todos se volvió a juntar sobre un escenario, esta vez para afrontar la ofensiva del poder de la nación que no se plebiscita, el Poder Judicial, pero la mira no estuvo solo puertas afuera. “Si tienen miedo, vayan a buscar otro laburo porque necesitamos gente que los sillones que ocupen sean para defender los intereses del pueblo”, dijo Cristina Fernández, en una velada mención a la ministra de Justicia Marcela Losardo, y en una suerte de reversión de su carta en donde habló de los “funcionarios que no funcionan”.
La sucedió en la palabra el presidente Alberto Fernández quien volvió a criticar a la Corte Suprema que sí considera un tema de “gravedad institucional” el traslado de tres jueces, pero no pronunciarse sobre el procesamiento de Amado Boudou, víctima -según el oficialismo- del denominado lawfare. De esta manera, ambos integrantes de la cúpula de gobierno criticaron al poder judicial.
El mensaje fue de ambos integrantes de “la fórmula”. Pero la vicepresidenta recordó que el triunfo del Frente de Todos se debió a la unidad del peronismo, pero también al recuerdo de la gestión de los tres gobiernos kirchneristas, de los cuales el presidente fue parte de los dos primeros pero no del último.
Desde La Plata, la vicepresidenta analizó: «La Argentina es ese extraño lugar donde mueren todas las teorías económicas, digo yo. Aquí la actividad económica la mueve la demanda y la demanda no hay otra manera de hacerla que a través de salarios y jubilaciones, con precios de alimentos accesibles. No estoy diciendo nada que no se pueda hacer. Lo hicimos por doce años y medio en la Argentina. Por eso, además de la unidad, volvimos. Si uno no sabe cómo llegó, tampoco sabe cómo ir».
A su vez rememoró: «Lograron, rompiendo la unidad, que no nos votaran pese a doce años y medio de gobierno en donde mejoró la participación de los trabajadores en el PBI como en las mejores épocas peronistas, donde habíamos logrado la mejor jubilación de Latinoamérica e inclusión previsional».
«Les digo a todos y a todas: todos aquellos que tengan miedo, o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministros, ministras, legisladores, legisladoras. Vayan a buscar otro laburo. «Necesitamos gente que los sillones que ocupe como ministro, ministra, legislador o legisladora, sea para representar los intereses del pueblo», dijo. Las especulaciones indican que la vicepresidenta cargó contra la ministra de Justicia Marcela Losardo, ex socia del estudio de abogados de Alberto Fernández, quien ya había sido criticada por el diputado Leopoldo Moreau, frecuente visitante del Instituto Patria, cuando le recordó que no militó la reforma judicial que envió el presidente Alberto Fernández al Congreso y que sí tuvo la media sanción del Senado, que conduce Cristina Fernández.
«Cuando no nos pueden parar ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados, se van a los juzgados. Porque ojo, que nadie se engañe: el famoso lawfare no es solamente para estigmatizar a los dirigentes populares es para disciplinar a los políticos, para que nadie se anime a hacer lo que tiene que hacer», sentenció la vicepresidenta. Y recordó la causa que enfrentan Axel Kicillof y su ministro de Producción, Augusto Costa, por el Registro de Operaciones de Exportación (ROE) creado durante el kirchnerismo. En ese contexto, le recordó al presidente que “su presidente del Banco Central Miguel Pesce y su vicepresidenta” están procesados por la causa de dólar futuro, cuando, según dijo, los que se enriquecieron con la especulación financiera fueron los macristas.
Por su parte, el presidente retomó la crítica al Poder Judicial, en especial a la Corte Suprema y sostuvo que «la Justicia es una problema” y que es importante tener jueces “honestos” que “no corran detrás del poder de turno”. Además, planteó la necesidad de que el máximo tribunal “explique por qué hay gravedad institucional cuando se traslada a tres jueces desconocidos y no la hay en procesos contra el gobernador de la provincia de Buenos Aires o la vicepresidenta de la Nación”. “No me lo van a explicar porque no hay explicación”, arremetió el Presidente. “Esas son deudas que siento que tenemos pendientes, estoy seguro que tenemos deudas pendientes y la vamos a ir, poco a poco, cumpliendo. Porque si hay algo que tenemos es palabra, porque si hay algo de lo que me jacto es de no mentir”.
Por su parte, el presidente aprovechó la ocasión para criticar al titular de la UCR, el diputado Alfredo Cornejo, quien había sugerido que el gobierno nacional le había pedido alguna coima al laboratorio estadounidense Pfizer para traer la vacuna contra el Covid 19 a la Argentina. “Venga que le rindo cuentas las veces que usted quiera”. “Corrupción fue dejar vencer miles de vacunas en los galpones de la aduana. Eso era corrupción y no lo escuché al presidente del radicalismo hablar de eso”, dijo Fernández.