Rusia considera que el papa Francisco es un «interlocutor deseado» para dialogar sobre la guerra en Ucrania, dijo el embajador ruso ante el Vaticano luego de que se conociera que el pontífice busca viajar a Moscú para pedirle al presidente Vladimir Putin una salida al conflicto, pero aún no tuvo respuestas del mandatario.
«En cualquier situación internacional, el diálogo con el Papa es importante para Moscú», reconoció el embajador ruso Aleksandr Avdeyev, según informa el diario italiano Corriere.
Francisco reveló ayer en una entrevista con ese mismo matutino que desde mediados de marzo busca ir a la capital rusa a reunirse con Putin pero por el momento no ha tenido respuestas.
En ese marco, el embajador al que el Papa fue a visitar el día del inicio de la guerra el 24 de febrero pasado, dijo que «el pontífice es siempre un interlocutor deseado, bienvenido», aunque sin dar una respuesta afirmativa o negativa a su ofrecimiento.
En una entrevista con Corriere publicada ayer, el Papa sostuvo que con su visita a la sede diplomática horas después de iniciada la invasión rusa, a fines de febrero, quiso «hacer un gesto claro que todo el mundo pudiera ver».
«Por eso me dirigí al embajador ruso. Les pedí que me explicaran, y les dije ‘por favor, basta», explicó Jorge Bergoglio, antes de aclarar de todos modos que no habla con Putin desde diciembre pasado, cuando se intercambiaron saludos de fin de año.
Con un tono similar de apertura a un rol papal para buscar una salida a la guerra, el embajador ucraniano ante el Vaticano, Andrii Yurash, consideró que las palabras de Jorge Bergoglio de la búsqueda de una salida política son «un mensaje significativo»:
«Es un pecado que Putin esté sordo ante el noble pedido del Papa», lamentó Yurash en declaraciones que recoge hoy también Corriere.
Este miércoles, antes de la tradicional audiencia general, Francisco se reunió en el Vaticano con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, con quien abordó «temas de carácter internacional, con una atención particular a la guerra en Ucrania», informó el Vaticano.
En específico, el jefe de Estado del Vaticano y el jefe de Gobierno japonés subrayaron «la urgencia del diálogo y de la paz, pidiendo, para este fin, un mundo libre de armas nucleares», planteó la Santa Sede.
Según reconstruyeron fuentes vaticanas a Télam, Francisco y Kishida consideraron en el encuentro que es «inconcebible» tanto el uso como la posesión de ese tipo de armamento.
El encuentro ocurrió el mismo día que Rusia prohibió la entrada de Kishida por las sanciones que Japón le impuso por la invasión a Ucrania.