Ministros de Colombia y Ecuador evaluarán temas de seguridad fronteriza y defensa en una reunión previa al encuentro de presidentes de ambos países del 15 de febrero a celebrarse del lado colombiano. La cita ministerial se cumplirá tras el inusual atentado con coche bomba contra un comando policial en la limítrofe localidad ecuatoriana de San Lorenzo (norte), que dejó 28 heridos entre uniformados y civiles, y en el que estarían involucrados disidentes de la exguerrilla de las FARC dedicados al narcotráfico.
La frontera entre los dos países fue escenario estos días de inusitados hechos de violencia. La exguerrilla FARC denunció el asesinato de tres de sus excombatientes en el suroeste de Colombia, y responsabilizó al grupo rebelde ELN. «Con profundo dolor recibimos el día de ayer (miércoles) la noticia que confirma la desaparición, tortura y posterior asesinato de nuestros camaradas William Rivera, Jhojan Silva y Luis Cortes Cabezas», indicó el otrora grupo rebelde en un comunicado.
El ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) afirmó que en el ataque, ocurrido en el municipio de Santa Cruz del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, también fue asesinado un menor de edad que era familiar de uno de los exguerrilleros. «Todo indicaría que los responsables del crimen son integrantes activos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que opera en dicha región del país», agregó la FARC.
La exguerrilla, que firmó un acuerdo de paz en noviembre de 2016 con el gobierno de Juan Manuel Santos que la desarmó y transformó en partido, exigió al ELN «de manera urgente» una aclaración sobre su presunta responsabilidad en el crimen.
El secretario de Gobierno de Nariño, Édgar Insandará, dijo a la agencia Afp que no hay confirmación oficial de los homicidios, sino que se trata de un caso de «desaparición forzada». El funcionario aseguró que no hay certeza del día en que ocurrió la desaparición ni de los motivos, y que la fiscalía ingresará a la zona para adelantar la investigación. En Nariño, la región con más narcocultivos del país, también operan narcotraficantes y disidentess de las FARC.
El líder y candidato presidencial de la FARC, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», sostuvo que desde la firma de la paz, tras lo cual cerca de 7000 hombres y mujeres dejaron las armas, han sido asesinados 37 excombatientes. Por las muertes de sus militantes, la otrora guerrilla ha exigido al gobierno garantías para su participación política y la reincorporación de sus miembros.
El gobierno de Santos suspendió las negociaciones que instaló hace un año en Quito con el guevarista ELN, tras tres atentados de los rebeldes que el fin de semana dejaron siete policías muertos y docenas de heridos en el norte del país.
Santos busca firmar con el ELN, la última guerrilla que su gobierno reconoce en Colombia, un pacto similar al pactado con las FARC para superar un conflicto armado que, en medio siglo, ha dejado unos ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados. «