Palestina: en presencia de la ausencia

Por: Carolina Bracco

La negación de la presencia de un pueblo originario en el territorio histórico de Palestina ha sido desde el comienzo la obsesión del movimiento nacional judío. Para los primeros colonos, llegados a principios del siglo XX, los palestinos o bien no estaban allí o, cuando estaban, eran considerados forasteros que no deberían haber estado. Una vez que descubrieron – o aceptaron a fuerza de realidad- que los nativos estaban allí, decidieron construir comunidades cerradas y esforzarse por establecer mercados laborales y una economía exclusivista.

Luego de la creación del Estado de Israel en 1948, se le impuso un férreo régimen militar a la minoría palestina, considerada como un elemento potencialmente subversivo. En el eufórico entusiasmo que emergió después de la guerra, los políticos y generales miraban a la comunidad minoritaria como una “quinta columna” y hasta se contemplaba su expulsión forzada. Sin embargo, con el fin de la era de Ben Gurión -Primer Ministro israelí desde 1948 hasta 1963 casi ininterrumpidamente- llegó el cambio.

Ben Gurión era extremadamente paranoico respecto del futuro de la minoría y una vez que hubo desaparecido del escenario político, se abolió la ley militar que se le había impuesto y fue substituida por una matriz más compleja de discriminación, desposesión y colonización. La metáfora de los palestinos como una enfermedad que debía curarse continuó figurando en el discurso oficial durante los años siguientes; se los llamaba “un cáncer en el corazón de la nación”. A nivel institucional se los denominó “no judíos”.

Los sucesivos gobiernos crearon otros medios y categorías –como “presentes ausentes” y “aldeas no reconocidas”- para perpetuar la estrategia de segmentación, dependencia y apropiación. Había además políticas gubernamentales ocultas pero oficiales que salieron a la luz en la década del 70 cuando la prensa israelí dio información sobre un documento secreto conocido como el Memorando Koeing en el que se detallaban las estrategias a desarrollar para la exclusión y marginación de la población palestina.

La continuidad de este tipo de políticas ha hecho que la esfera social, económica y educacional habitada por la minoría sea intencionalmente dependiente, subordinada y marginada al generar pobreza y desempleo. La maquinaria de discriminación ha sido a lo largo de los años sustentada a su vez por una legislación igualmente racista que hace de los palestinos ciudadanos de segunda. Se diría que son ciudadanos del Estado de Israel casi por una casualidad geográfica.

En estos días nos ha llegado la noticia de que Israel se convierte oficialmente en una etnocracia, o en una democracia étnica. La etnicidad y no la ciudadanía será –si no es ya- el determinante principal para la asignación de derecho. La nueva ley vuelve a poner sobre el tapete la contradicción entre la narrativa sionista que busca indigenizar a los judíos -un diputado del Likud le llegó a decir a uno de los representantes palestinos: «Ustedes no estaban aquí antes que nosotros y no se quedarán aquí después que nosotros»- y la presencia de la población palestina.

Los peligros de una política de la raza fueron lúcidamente advertidos por la filósofa judía Hannah Arendt en los años 40, cuando señalaba su ligazón con la política de la muerte. Decía, y sus palabras siguen resonando al día de hoy: “En efecto, políticamente hablando, la raza es – digan lo que digan los eruditos de las facultades científicas e históricas- no el comienzo sino el final de la humanidad; no el origen del pueblo sino su decadencia; no el nacimiento natural del ser humano sino su muerte antinatural”.

Compartir

Los maestros y los fascistas

Los grandes maestros teatrales enseñaron que el análisis de la estructura dramática es fundamental para…

23 mins hace

Arrancó el Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires: programación para todos los gustos y muchos shows gratuitos

La 17° edición del evento abarca conciertos de artistas nacionales e internacionales, presentaciones de discos…

46 mins hace

Netanyahu cierra filas con aliados y rechaza la orden de detención de la CPI

El primer ministro de Israel dijo que se trata de "un moderno caso Dreyfus" de…

1 hora hace

Mariano Hamilton: «Quise hacer en un libro al Perón agobiado y que extraña el empuje de Evita»

El periodista acaba de publicar Días Malditos, una novela histórica que indaga en el fatídico…

1 hora hace

Bolsonaro y un asesor de Milei, involucrados en un complot antidemocrático en Brasil

El plan contemplaba el asesinato de Lula para impedir su vuelta al poder tras las…

1 hora hace

Guerra de mentiras 2: la batalla de Milei contra la ciencia argentina

En una nota del domingo pasado desmonté algunas de las mentiras que el gobierno salió…

1 hora hace

Empresa Pública de Alimentos: ponen en marcha la primera planta de fraccionamiento en Rosario

Con capacidad de procesar hasta 400 toneladas mensuales, la Empresa Pública de Alimentos inauguró una…

2 horas hace

Buscan derogar la ley de Manejo del Fuego en el Senado

Hay dictamen de mayoría para eliminar la ley de Manejo del Fuego. Los propietarios podrán…

2 horas hace

Darío Aranda: “No hay grieta entre el extractivismo y el agronegocio, que es su pata fundamental”

“Radiografías del agro argentino” es una obra coordinada por el periodista Darío Aranda. “Nos propusimos…

2 horas hace

Jazz argentino: partituras al alcance de la mano

El músico y compositor Esteban Sehinkman al frente de un gran equipo creó algo que…

3 horas hace

Willy Quiroga, la voz de los suburbios que se transformó en un ícono del rock local

La muerte del mítico bajista, cantante y compositor de Vox Dei deja un legado imperdible…

15 horas hace

Crece la interna del gobierno: Villarruel apuesta a un espacio de centro-derecha para disputar las listas del 2025

La vicepresidenta sigue con su armado territorial. En su entorno sostienen que puede representar a…

15 horas hace