Los gobiernos de Benjamin Netanyahu y Volodimir Zelenski comparten una de las peores semanas de sus vidas para las relaciones diplomáticas. El mandatario israelí, porque logró unificar entre sus peores detractores a la mayoría de los líderes occidentales. El ucraniano, porque intentó buscar apoyos a su extenuada posición en la guerra contra Rusia y más allá de las fotos de compromiso en París, Berlín, Londres y hasta el Vaticano, no se llevó gran cosa.
El caso del ultraderechista israelí es el más expuesto por su extremismo brutal al que nadie parece decidido a ponerle freno. El viernes, el presidente francés, Emmanuel Macron, y los jefes de Estado de Italia, Giorgia Meloni, y de España, Pedro Sánchez, junto con el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en canciller jordano, Ayman Safadi, y la ONG Human Rights Watch condenaron el bárbaro ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel a la sede de los cascos azules en Naqoura, Líbano, que dejaron un saldo de varios heridos, uno de ellos en estado crítico. Esta operación se suma a otra en una posición de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL) en Labbouneh, donde se registraron otros dos heridos.
«Este incidente es intolerable y no se puede repetir», dijo Guterres desde Vientiane, Laos, donde se desarrolla la 12ª Cumbre de la organización del Sudeste Asiático (ASEAN). «Estos ataques constituyen una grave violación de las obligaciones de Israel en virtud de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y del derecho internacional humanitario. Esos ataques son injustificables y deben terminar de inmediato», se sumaron los líderes europeos en un comunicado.
Desde que Israel implementó una incursión armada sobre territorio libanés para socavar a las milicias chiítas de Hezbollah, las FDI vienen cometiendo todo tipo de tropelías, comparables a las desatadas en Gaza sobre población civil, hospitales, escuelas e instituciones de la ONU, como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (URNWA en inglés), a la que Tel Aviv acusa de estar infiltrada de “terroristas”. Como será la obcecación de las autoridades israelíes que declararon “persona no grata” a Guterres porque, afirman, no condenó el reciente ataque misilístico de Irán sobre algunas zonas de la capital del país. Representantes de cien países enviaron una carta de apoyo al portugués. Que no está en condiciones de hacer mucho: le tocó estar al frente de una institución internacional convertida en una cáscara vacía por estos días.
El ataque a los cascos azules es otra muestra de que Netanyahu no tiene ninguna intención de obedecer las reglas de la organización fundada al fin de la Segunda Guerra Mundial. El “mundo basado en reglas” con el que la Casa Blanca se llena la boca desde hace varias administraciones tiene un corolario: el primer ministro israelí dicta sus propias reglas.
Esta vez, el Elíseo llamó al embajador israelí en Paris para manifestarle su rechazo a la agresión contra la FINUL. «Estos ataques constituyen una violación grave del Derecho Internacional y deben cesar inmediatamente. Las autoridades israelíes tienen que explicarse», dijo el vocero de la cancillería gala. El primer ministro irlandés, Simon Harris,también reclamó el cese de acciones contra la FINUL, donde cumplen servicios también soldados de ese país. “Israel tiene que escuchar las voces y la preocupación de la comunidad internacional», escribió Harris en su cuenta de X. El titular del Estado Mayor de la República de Irlanda, Sean Clancy, fue más lejos y afirmó que no cree en la justificación de las FDI, que los disparos contra las bases de FINUL habían sido daños colaterales. «Un tanque que dispara contra una torre de observación, que es un objetivo muy pequeño, lo hace de forma deliberada, es un disparo directo. Así que desde un punto de vista militar, no es un accidente, es un acto deliberado”, consideró el teniente general.
Un dato para abonar la teoría del uniformado irlandes es que en el comunicado oficial de Isael decía que percibió «una amenaza directa contra los soldados israelíes», y que actuaron en consecuencia. Sin embargo asegura que «horas antes del incidente» se había ordenado a los miembros de la Finul «que se refugiaran en habitaciones seguras y permanecieran allí».
La ofensiva israelí se da en todos los frentes, y además de los ataques armados en Gaza, Cisjordania y el Líbano, también intentan la amenaza y el amedrentamiento, como el informe sobre la FINUL demuestra. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, un fundamentalista que comparte con Netanyahu y tres líderes de Hamás pedidos de detención de la Corte de La Haya por crimenes de guerra cometidos desde el 7 de octubre del año pasado, volvió a hacer de las suyas. La respuesta de Israel a la ofensiva de Iran será “precisa, potente y contuntende”, juró, par a añadir: “No entenderán qué paso, cómo pasó” advirtió. La Casa Blanca, en tanto, confirmó que horas antes hubo una conversación telefónica de Joe Biden, Kamala Harris y Antony Blinken con Netahyau en la que Washington condenó los ataques de Irán y, aseguran, pidó moderación y avanzar hacia un alto el fuego en Gaza para recuperar a los rehenes en manos de Hamás. «
Un plan para la victoria en Ucrania
El presidente Volodimir Zelenski hizo una minigira por Europa central en busca de maś apoyo en un momento en que la suerte de Ucrania parece echada, por el avance de las tropas rusas en el sur. Luego de verse con Emmanuel Macron, el canciller Olaf Scholz, el premier Keir Steimer y el flamante jefe de la OTAN, Mark Rutte, fue a Italia, donde fue recibido por Giorgia Meloni y el papa Francisco.
Ante los líderes europeos, señaló que tiene un “Plan para la victoria” del que no se conocen demasiados detalles pero que, afirmó, “puede crear las condiciones adecuadas para un final justo de la guerra”. El plan sería presentado en una cumbre prevista para desarrollarse este lunes en la base aérea de Ramstein, Alemania, y donde se debatiría una estrategia para la guerra en Ucrania. Pero el encuentro se suspendió porque Biden anunció que debía quedarse para coordinar acciones relacionadas con los estragos que está causando el huracán Milton.
A Jorge Bergolio, Zelenski le llevó de regalo el cuadro «El horror de Bucha», donde se describe la visión de una niña imaginaria que ve cómo los soldados rusos torturan y matan a sus padres. El Vaticano difundió luego un comunicado en el que asegura que la charla, de unos 35 minutos, estuvo relacionada con “el estado de la guerra y la situación humanitaria en Ucrania, así como las vías que podrían poner fin a la misma, conduciendo a una paz justa y estable en el país. Además, también se examinaron algunas cuestiones relativas a la vida religiosa en el país».