En el marco de la celebración del 50 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Brasil y la República Popular China, el Presidente Lula da Silva recibió en el Palacio de Alvorada a su par chino Xi Jinping y por la noche lo agasajó con una cena en el Palacio de Itamaraty.
Luego haber participado de la Cumbre del G20 en Rio de Janeiro, el mandatario de la potencia asiática se trasladó a la capital brasileña, donde mantuvo reuniones bilaterales con el presidente y varios de sus ministros. El Gobierno brasileño firmó 37 acuerdos y memorandos promoviendo la apertura de mercados de nuevos productos brasileños, acuerdos de inversiones energéticas, intercambio educativo, científico tecnológico, telecomunicaciones, salud, entre otros.
El punto más destacado es la adhesión del Gobierno Brasileño a un protocolo vinculado a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, aunque no se sumó explícitamente, al menos desde lo formal. El llamado Plan de Cooperación se propone el establecimiento de sinergias entre el Programa de Aceleración del Crecimiento, el Plan Nueva Industria Brasil, el Plan de Transformación Ecológica, el Programa Rutas de la Integración Sudamericana y la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Brasil viene motorizando las Rutas de Integración Sudamericana en coordinación con el agronegocio brasileño, que busca diversificar las inversiones en logísticas para salir por el Océano Pacífico, un proyecto que incluye a Bolivia y Perú y podría tener efectos en las provincias del norte de Argentina. De hecho, Xi viene de haber inaugurado el megapuerto de Chancay, al norte de Lima, que sería la salida natural para esos productos.
Con este gesto, Brasil se aproxima de la Iniciativa de la Franja y la Ruta pero busca un equilibrio, por un lado, con las relaciones con EEUU y, por otro, deja abierto un margen de negociación para modificar la pauta comercial brasileña, fuertemente motorizada por las exportaciones de bajo valor agregado.
Entre los acuerdos más destacados se encuentran el de Telecomunicaciones Brasileñas S.A. Telebras, empresa vinculada al Ministerio de las Comunicaciones de Brasil, con la firma china Shanghai Spacesail Technologies Co., Ltd., cuyo objetivo es la provisión de servicios y soluciones de telecomunicaciones vía satélite. Spacesail es la principal competidora de SpaceX de Elon Musk.
Otro de los acuerdos claves es el Memorando de Entendimiento entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Brasil y la Autoridad de Energía Atómica de China sobre Cooperación Estratégica en Aplicaciones de Tecnología Nuclear.
Del lado brasileño participaron de la reunión el vicepresidente Geraldo Alckmin, el excanciller y asesor especial para las relaciones internacionales Celso Amorim, junto con el presidente del BNDES, Aloizio Mercadante, el titular designado para el Banco Central Gabriel Galípolo, y embajador de Brasil en China, Marcos Galvão. También estuvieron en el cónclave los ministros Rui Costa, Fernando Haddad, Mauro Vieira, Carlos Fávaro, Alexandre Silveira, Juscelino Filho, Luciana Santos y Simone Tebet.
Los acuerdos buscan promover aún más el comercio bilateral y la coordinación estratégica con China. Desde 2009, China reemplazó a EEUU como principal socio comercial de Brasil y hoy responde por el 30% de las exportaciones brasileñas. En 2023, Brasil alcanzó un superávit comercial con China de más de 53 mil millones de dólares y de enero a octubre de 2024, el intercambio entre los países fue de 136.300 millones de dólares. Las exportaciones brasileñas alcanzaron 83.400 millones de dólares y las importaciones, 52.900 millones de dólares, con un superávit de 30.400 millones de dólares.
El vicepresidente Alckmin expresó en esta ocasión: “(el sociólogo) Gilberto Freyre dijo que Brasil era la China Tropical. Después de 50 años se volvió el principal socio comercial”. El exgobernador de San Pablo mencionó las principales inversiones de empresas chinas en Brasil como BYD y State Grid y la necesidad del entendimiento y la promoción cultural. De allí que prometió lanzar una serie de telenovelas binacionales Brasil-China.
De acuerdo con Thomas Law, del Instituto Brasil-China “la visita de Xi en el G20 y en Brasilia muestra el compromiso de China con rediscutir la Gobernanza Mundial y promover soluciones a problemas globales como el cambio climático y el combate a la pobreza, temas en que China se viene destacando ampliamente. China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil y también de Argentina y este viaje ha demostrado el impacto estratégico de la relación con China. El cambio del gobierno argentino respecto a las relaciones con China fue una de las grandes novedades del G20. El Sur Global hoy está cada vez más escuchado por los países del Norte Global en las agendas internacionales.”