El dato destacado del gabinete de Lula es la impronta femenina en el mismo. No sólo es un salto cuantitativo –se pasa de un ejecutivo de dos mujeres a uno con 11, la mayor participación de la historia de Brasil–, sino que asumen ministerios programáticos, como el de Mujeres (Cida Gonçalves), Igualdad Racial (Anielle Franco) o Pueblos Indígenas (Sônia Guajajara). También destacan en áreas estratégicas como Medio Ambiente (Marina Silva); Salud (Nísia Trindade Lima); o Planificación y Presupuesto (Simone Tebet); entre otras.
Un área fuertemente castigada con una gran reducción presupuestaria por la gestión de Bolsonaro fue la de Ciencia y Tecnología. Y la flamante ministra elegida por Lula para recomponer el sector es Luciana Santos, quien es vicegobernadora de Pernambuco y preside el Partido Comunista do Brasil, un fiel aliado del gobierno petista. Tiempo Argentino pudo conversar con ella.
–Se nota una gran participación de mujeres en el Gabinete de Lula. ¿Qué se siente ser una de ellas?
–Es realmente un honor y una alegría participar de este momento en el país. El gobierno de Lula será de reconstrucción y las mujeres jugarán un papel importante en eso. Seré la primera mujer en asumir el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y esto es muy simbólico porque tenemos en la base científica de nuestro país muchas mujeres que día a día construyen trabajo científico y lideran instituciones de investigación y universidades, por ejemplo. El presidente Lula hizo excelentes elecciones para su gabinete y no tengo dudas de que la representación femenina estará a la altura de la fuerza, el coraje, la inteligencia y la voluntad de trabajo de las mujeres brasileñas.
–¿En qué situación recibe el Ministerio?
–El desafío es enorme porque lo que vimos en esta transición fue la reducción drástica de los recursos discrecionales del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. La principal herramienta que impulsa esta aplicación de inversiones es el Fondo Nacional para el Desarrollo Tecnológico y teníamos una contingencia de estos recursos. Para que se den una idea, solo los recursos discrecionales del MCTI pasaron de 11.500 millones a poco más de 2700 millones y el fondo se redujo en 2010 de 5500 millones a 500 millones. Afortunadamente, con este PEC de Transición, donde pudimos abrir una ventana en el presupuesto, podemos predecir la reanudación de 5 mil millones para el FNCT, lo que significa que podremos retomar una serie de acciones estructurantes en el sector.
–¿Qué líneas de acción clave impulsará?
–Hay muchos desafíos. Se necesita inversión de mediano y largo plazo con políticas de Estado que garanticen la permanencia de científicos que han dedicado buena parte de su vida a esa área del conocimiento. Vamos a articular la investigación, la universidad y las tecnologías más dinámicas, que permean diversas cadenas productivas. Todo para poner nuestra inteligencia colectiva al servicio del pueblo, reduciendo la dependencia de nuestro país de la industria extranjera. ¡Necesitamos poner la ciencia a la vanguardia una vez más! Hay mucho que hacer. Necesitamos enfrentar la fuga de cerebros de la investigación nacional al sector privado extranjero, que es una variable estructural para el país y que necesita ser enfrentada con políticas más audaces. Se requiere inversión de mediano y largo plazo con políticas de Estado que garanticen la permanencia de científicos que dedicaron buena parte de su vida a esa área del conocimiento. Y es necesario articular la investigación, la universidad y las tecnologías más dinámicas, como el 5G y los semiconductores, que permean diversas cadenas productivas y crean un ecosistema de innovación, un entorno que dinamiza productos, servicios, insumos. Es fundamental cada vez más popularizar los temas de ciencia y tecnología, más cerca de la gente, especialmente de las niñas y mujeres. De todos modos, el resultado se logrará con el trabajo conjunto entre ministerios, universidades, centros de investigación, museos y otras instituciones. El desarrollo tecnológico y científico de Brasil es un asunto de soberanía nacional.
–¿Qué expectativas tiene para el gobierno de Lula?
–Necesitamos volver a poner la ciencia en primer plano, para que Brasil pueda ser dueño de su propia nariz, para que podamos retomar el crecimiento y la industrialización. La soberanía y la autonomía de un país pasan necesariamente por la ciencia. Estoy muy emocionada de trabajar en todos los ámbitos para hacer que ST&I vuelva a ser una prioridad aquí. Debemos reafirmar que es fundamental poner nuestra inteligencia colectiva al servicio del pueblo. Esta área de CT&I es muy estratégica. No hay país autónomo y soberano que no tenga una vigorosa política de economía del conocimiento. «