Fue segundo de Hassan Nasralláh durante tres décadas, y no puede decirse que el nombramiento cause sorpresa. Israel ya advirtió que lo tiene en la mira.
Qasem, de 71 años, nació en Beirut y fue uno de los fundadores de Hezboláh a mediados de los años ochenta, en el marco de la invasión lanzada por Israel en 1982, que se extendería hasta el año 2000. Antes de participar en estos esfuerzos, Qassem se había graduado en Química en la Universidad Libanesa y había estudiado teología con el gran ayatolá Mohamad Husein Fadlalá, considerado como el «líder espiritual» del grupo por su influencia a nivel ideológico, si bien no llegó a ser parte de la formación.
Posteriormente, entró en la política en el seno del Movimiento AMAL -también de mayoría chiíta y entonces encabezado por Musa al Sadr, nacido en Irán y desaparecido en Libia-, si bien posteriormente se integró en el organigrama de Hezboláh en plena invasión israelí. Qasem, quien rápidamente se convirtió en una figura influyente dentro del grupo, fue nombrado en 1991 número dos del entonces líder de Hezboláh, Abbas al Musaui, quien ocupó el cargo entre mayo de ese año y febrero de 1992, cuando murió en un ataque israelí.
El grupo, representado en el Parlamento a través del Bloque Lealtad a la Resistencia, cuenta con 15 de los 128 escaños en el legislativo y encabeza junto al Movimiento AMAL -liderado por el actual presidente del Parlamento, Nabih Berri- la Alianza 8 de Marzo, una de las principales coaliciones libanesas.
Las diferencias entre este bloque y la Oposición Libanesa, integrada por varios partidos y figuras independientes tras el colapso en 2016 de la Alianza 14 de Marzo, formada en 2005 bajo la égida del ex primer ministro Saad Hariri, han sumido al país en un bloqueo institucional que incluye un vacío a nivel de la Presidencia desde hace dos años.
El nombramiento de Qasem como nuevo líder de Hezboláh llega tras la muerte de Nasraláh en un bombardeo perpetrado por Israel el 27 de septiembre contra su búnker en el barrio beirutí de Haret Hreik, ataque en el que fueron lanzadas más de 80 bombas y en el que murió también el ‘número dos’ de la Guardia Revolucionaria de Irán y jefe de la Fuerza Quds en Líbano, Abbas Nilfurshan.
El propio Qasem afirmó el 8 de octubre, en declaraciones públicas, que las tropas israelíes no habían logrado «avances» en el marco de la invasión y reiteró que el grupo había logrado recomponerse tras los «dolorosos golpes» sufridos a nivel organizativo, al tiempo que apoyó los esfuerzos impulsados por Berri para intentar lograr un acuerdo de alto el fuego.
Qasem reseñó entonces que los resortes de «liderazgo, control y administración» de Hezboláh «están organizados con precisión» y sostuvo que «no hay puestos vacantes» a pesar de los ataques israelíes, que desde el 8 de octubre de 2023 dejan cerca de 2.700 muertos e Al menos 60 muertos en bombardeos israelíes en el este de Líbano
La noticia fue recibida desde Israel por el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, con la amenaza de que será un nuevo objetivo para el Ejército. «(Es) un nombramiento temporal. No durará mucho tiempo», escribió en su cuenta en la red social X.
Mientras tanto, Israel mantiene el asedio sobre posiciones atribuidas a Hezbolláh en el Líbano y al menos 60 personas murieron en ataques israelíes registrados este lunes en las gobernaciones de Baalbek Hermel y valle de Becá, en el este de Líbano.
El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad libanés anunció que los municipios más afectados fueron Al Alaq, con 16 muertos, y Al Hafer, con diez fallecidos, ambos en Baalbek Hermel.
Otras 58 personas resultaron heridas, si bien las labores de retirada de escombros continúan, por lo que el balance podría aumentar en las próximas horas, según recoge la agencia de noticias libanesa NNA.
El Ejército israelí desató esta nueva invasión de Líbano tras varias semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país, incluida la explosión coordinada de miles de dispositivos de comunicación, después de más de once meses de combates con Hezboláh en la zona fronteriza. El Gobierno de Líbano cifró en más de 2.700 los muertos y a alrededor de 12.500 los heridos a causa de los ataques ejecutados por Israel desde el 8 de octubre de 2023.
alg con Europa Press
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