El Vaticano afirmó que está dispuesto a mediar en un eventual diálogo entre el oficialismo y la oposición de Venezuela pero solo si las dos partes se lo piden simultáneamente, revelaron hoy fuentes de ambos sectores. El compromiso fue expresado en una carta que el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín, le remitió al secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, principal impulsor de ese diálogo.
Francisco «ha recibido con agrado» el pedido de Samper y sus mediadores -los ex presidentes español José Luis Rodríguez Zapatero, panameño Martín Torrijos y dominicano Leonel Fernández- para que la Santa Sede «forme parte del grupo de facilitadores» del diálogo, dice la nota.
El Vaticano «se muestra disponible para contribuir a la superación de la crisis que aflige a Venezuela», dice la carta, que fue reproducida por el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) opositora, Jesús «Chúo» Torrealba, en su cuenta de Twitter. «Dicha disponibilidad podrá ser efectiva a partir de una invitación a la Santa Sede enviada directamente por las partes interesadas, una vez que hayan tomado la firme decisión de iniciar formalmente el diálogo», advierte el texto.
«Así, el gobierno venezolano y la oposición serán los principales responsables de la mencionada petición y estarán más receptivos para acoger las eventuales sugerencias a fin de seguir adelante de manera duradera y provechosa», añade. Según la nota, el Papa «hace votos para que lo antes posible el amado pueblo venezolano pueda retomar el debate civil en un ambiente de confianza mutua y deje atrás tantos sufrimientos que soportan sobre todo los ciudadanos más pobres e indefensos».
La existencia de la carta del Vaticano había sido revelada anoche por el presidente Nicolás Maduro, aunque no divulgó su contenido. «Samper me entregó una carta del papa Francisco y yo le agradezco al sumo pontífice los conceptos que me ha expresado en esa comunicación, en la que se compromete con los diálogos de paz convocados por mí», comentó el gobernante en su programa semanal de radio y televisión.
Maduro reiteró que hace días «se dieron importantes conversaciones de diálogo aquí en Venezuela» de las que estaba al tanto la comisión de mediadores designada por la Unasur. «Ahí se había propuesto que fueran conversaciones exploratorias y por propuesta de la oposición que fueran secretas; se dieron estas conversaciones necesarias porque yo quiero la paz para Venezuela, tranquilidad, reconciliación y participación política, sin amenazas de odio», agregó el jefe del Estado.
El mensaje del Vaticano «es muy significativo» porque «le da al papel de la oposición democrática en Venezuela un reconocimiento y una relevancia que hasta ahora el gobierno ha querido negar», interpretó Torrealba hoy, durante su programa de radio. Además, la carta «echa un balde de agua fría a quienes desde los extremos pretenden dinamitar toda posibilidad de conversación y empujar a este país al barranco de la violencia», subrayó Torrealba.
La iniciativa de Samper, Rodríguez Zapatero, Torrijos y Fernández tomó estado público hace cinco meses y desde entonces contó con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y España, así como de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE). El chavismo y la MUD dijeron entonces que estaban dispuestos a dialogar, pero la coalición opositora exigió un conjunto de requisitos que el gobierno no aceptó, entre ellos garantizar la realización de un referendo revocatorio del mandato de Maduro y la liberación de los alrededor de 130 opositores presos.
La participación del Vaticano era precisamente una de las condiciones reclamadas por la MUD. El chavismo anunció ayer que designó como sus representantes para el diálogo a la canciller Delcy Rodríguez y los ex cancilleres Roy Chaderton y Elías Jaua, todos cercanos al sector de Maduro. La MUD no nombró delegados, pero a los contactos con los mediadores asistieron dirigentes de sus cuatro mayores partidos, Voluntad Popular, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, aunque este último denunció que fue relegado y uno de sus líderes, el gobernador Henrique Capriles, criticó duramente en varias ocasiones a Rodríguez Zapatero, Torrijos y Fernández.