El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva reclamó este martes a los camaristas que el miércoles revisarán una sentencia que le fue impuesta por corrupción que no voten de acuerdo a su pensamiento político y lo hagan apenas con fundamentos jurídicos sobre lo que está en el expediente.
«En primer lugar mis abogados ya probaron mi inocencia, en segundo creo que aquellos van a emitir sus votos deben hacerlo conforme al expediente judicial y no a las convicciones políticas de cada uno, y tercero es que hace 40 años que estoy en la lucha política y todos conocen mi esencia», dijo el líder opositor.
Ante unas 70 mil personas según la prensa de Porto Alegre, Lula se acercó a la capital del estado de Rio Grande do Sul para pronunciar un discurso en el cual confirmó su intención de volver a ser presidente «para que el país vuelva a caminar con la frente alta».
El Tribunal Federal Regional 4 de Porto Alegre emitirá mañana sentencia sobre la apelación hecha por el ex presidente al fallo del juez Sérgio Moro, que lo condenó a nueve años y medio de prisión por corrupción, al considerar que recibió un departamento como soborno por parte de la empresa OAS.
«Pero no quiero hablar del proceso; lo que quiero es hablar de soberanía nacional, de integración latinoamericana, de la locura que quieren hacer con la reforma jubilatoria; no me preocupo por mí, me preocupo por el pueblo», dijo Lula, flanqueado por la ex presidenta Dilma Rousseff.
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En caso de condena, Lula tendrá problemas para registrar su candidatura presidencial, siendo el favorito en todos los escenarios de las encuestas para la primera y segunda vuelta de octubre.
El ex presidente dijo que Brasil dejó de ser respetado en el mundo y que, «independientemente del resultado», continuará «luchando para que las personas tengan respeto».
Lula lanzó un desafío en la línea de sus asesores que indican que una condena confirmada por el tribunal de segunda instancia no le impedirá ser candidato.
«Sólo una cosa me hará parar lo que hago, el día que no pueda estar más aquí entre ustedes, el día en el que muera; mientras me queden 15 años o un día de vida, seguiré estando aquí», dijo.
También en Porto Alegre, unas 500 personas se manifestaron con los colores de la bandera de Brasil para pedir la prisión del expresidente.
Las manifestaciones a favor y en contra se registraron en la avenida Paulista de San Pablo y en Brasilia.
En Bahía, estado gobernado por el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, ocho rutas fueron cortadas por sindicatos y movimientos sociales.