Sólo tuvimos que cruzar la calle y dar unos pocos pasos para llegar a una casa típica de clase media chilena, en una muy tranquila vecindad, La Reina, en la región noreste de Santiago de Chile. Allí, donde actualmente vive Óscar Daniel Jadue. Una sonrisa de oreja a oreja, un rostro que reflejaba paz y tranquilidad. Allí, donde siempre está acompañado por su compañera, la abogada Anjuli Tostes, con la que se casó hace pocas horas, en una ceremonia realmente íntima, que se llevó a cabo en ese mismo domicilio. Allí, donde Jadue viene cumpliendo arresto domiciliario desde hace varios meses.
Nos acompañó hasta el living y buscó un lugar significativo de fondo para la charla: un cuadro de herraje artístico donde viven por siempre Violeta Parra y Pablo Neruda. Allí, en ese particular rincón con alma y voz de pueblo, entre libros y bustillos de Marx y Lenin, en ese corazón de Patria.
Se trata del exalcalde de la comuna santiagueña de Recoleta, quien fue electo el 6 de diciembre de 2012 y reelecto en las elecciones municipales del 2021, nada menos que con el 64,08%. Como un símbolo. Recoleta se trata de un barrio popular que se desarrolló de un modo extraordinario en ese lapso, con una gestión que impactó de modo positivo en la vida de miles de habitantes. Por ejemplo, mediante la implementación de farmacias y ópticas populares, un sistema inmobiliario de acceso masivo, la Universidad Abierta de Recoleta, festivales masivos y gratuitos, escuelas populares.
Pero Jadue, sociólogo y arquitecto, de ascendencia palestina, histórico militante del Partido Comunista, fue imputado, mediante un lawfare, por el caso Farmacias Populares, que fueron desarrolladas a partir de 2015: consistió en un sistema que incluía subsidios municipales y estatales, que abarataba notablemente el precio de los productos que llegaban a la gente, por lo que afectó directamente los intereses oligopólicos y monopólicos de las farmacéuticas. El proceso continúa, por lo que, por supuesto que Jadue está vedado, por el momento, de hablar al respecto como así de temas ríspidos de la política de su país.
Le hicimos llegar los saludos de les compañeros de la Coordinadora Argentina por la Liberación de Daniel Jadue y de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), como también de otras organizaciones como las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina. Con humor, entre risas, resaltó: «Tal es el impacto de mi situación en Argentina que hasta llevó a unir a las dos CTA…». Se trató de una visita amistosa de 40 minutos enmarcada en su situación. La primera pregunta fue, justamente, sobre cómo se sentía con el trato recibido. «En un principio fue duro, pero la situación cambió sustancialmente cuando pasé a prisión domiciliaria». Le entregamos una publicación de una revista argentina, mostrándole la nota «Lawfare, arma de las políticas neoliberales, ¿Qué es lo que hay detrás de la persecución a Daniel Jadue?». La ojeó y se detuvo especialmente, durante unos cuántos segundos en una imagen suya con las manos esposadas. Ahí fue cuando le salió una exclamación del alma: ¡Esta es la imagen que los medios y la derecha querían ver!».
–¿Qué muestras de solidaridad has recibido?
–Nunca me hubiera imaginado tantas muestras de cariño, no solamente de los vecinos de Recoleta, la comuna de la que fui alcalde, sino también del pueblo de Chile en general y de tantos otros lugares del mundo. Estoy sorprendido. Inclusive del Vaticano, a través del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y Doctrina Franciscana (COPAJU), creado por el Papa Francisco.
–¿Cómo viene el proceso judicial?
–Al parecer, viene para largo. Aun así soy optimista. Pienso que lo más probable es que se extienda hasta pasadas las elecciones presidenciales del 16 de noviembre de 2025 en Chile.
–Buscan proscribirte de esa forma.
–… (Guarda silencio. La respuesta es obvia).
Mientras transcurre el encuentro, llegan vecinos a saludarlo. Daniel nos pregunta sobre Argentina. Le comentamos que la realidad está problemática y le contamos sobre el rol que juegan las redes sociales y los dispositivos electrónicos para estimular el individualismo. Reflexiona: «Argentina va siempre un paso más adelante que Chile y nos adelanta lo que se viene después».
–¿Cómo es eso?
–En Argentina, el gobierno de derecha (N.d.R.: se refiere al de Mauricio Macri, entre 2015 y 2019) fue pésimo. Al poco tiempo después, en Chile surgió la revuelta que cuestionó el neoliberalismo chileno. Y la gente se dijo: «No queremos ese desastre». Así, la derecha fue derrotada y triunfó Gabriel Boric en las elecciones del 2021. Por tal motivo intuyo que, dada la perfomance lamentable del actual gobierno argentino, el pueblo chileno dirá nuevamente: «Esa tragedia (argentina) no deseamos para nuestra Patria».
Por eso Daniel se considera relativamente optimista con respecto a las elecciones presidenciales del año próximo en su país. Lo que nos acababa de decir, impacta directamente en quienes venimos solidarizándonos con la lucha de nuestros hermanos chilenos. Su mirada no pareciera errada. ¿Cómo nos ven nuestros vecinos trasandinos? La brutalidad, inoperancia e ineficiencia de la derecha argentina asusta y es un mal ejemplo, una advertencia a los pueblos. Se aproxima la política de muerte, vaticina el necroliberalismo.
De nuevo el timbre. Una y otra vez. La gente llega espontáneamente. Amigos, vecinos, compañeros de la política y de la militancia. Durante el desarrollo de la conversación, Daniel Jadue se mostró relajado y siempre con una sonrisa dibujada. Fueron 40 minutos de fraternal y nutrida charla.
Luego caminamos unas cuadras buscando la estación de metro más próxima. Llegamos al centro de Santiago, hasta la Alameda, frente a la Casa de la Moneda. Allí nos convocaba una mesa de la Comisión Chilena por los Derechos Humanos con un grupo de compañeros hacían vigilia: «Yo te nombro», la consigna. Nombraban (leían) largas listas de nombres de 17.000 niñas y niños asesinados en Gaza por las fuerzas armadas israelíes denunciando de este modo el genocidio de palestinos. «