Con el plebiscito del domingo que viene, Chile pondrá a prueba una instancia clave en el proceso constituyente que, de alguna manera culminó con el triunfo electoral de Gabriel Boric en 2021 de la mano de un frente de izquierda, hecho histórico en el país desde el gobierno de Salvador Allende.
Consciente de que el clima es desfavorable al “Apruebo” en la consulta a la que deberá someterse la nueva Carta Magna consagrada por 154 constituyentes tras un trabajo de un año, el presidente anticipó que el proceso no se agotará luego del 4 de septiembre. Tanto si triunfa el “Rechazo”, lo que auguraban hasta la semana pasada la mayoría de las encuestas, como si el voto popular aprueba la Constitución llamada a reemplazar a la heredada por el dictador Augusto Pinochet, el raid constituyente continuará hasta la sanción definitiva.
Con la clara intención de que un eventual rechazo no sea visto como una derrota, Boric destacó que el proceso trasciende a su gobierno y a su figura. “Yo creo que el pueblo de Chile ya tomó una decisión en forma mayoritaria y muy clara. Lo que se decidió en octubre del 2020 fue tener una nueva Constitución pero además mediante un mecanismo que asegure que la representación sea con elección directa”, dijo esta semana en una entrevista televisiva. Esto, en sus palabras, habilita a que si el plebiscito se pronuncia en contra, no sería necesario someter a la voluntad popular la decisión o no de avanzar en una nueva carta magna, porque ese mandato ya fue consagrado con casi el 80% de los votos. En cambio, debería convocarse otra vez a elecciones de constituyentes para volver a trabajar en un nuevo texto superador. “Nosotros lo que vamos a hacer es darle continuidad a ese mandato”, aseguró. «Me la voy a jugar por un Chile que se una por una nueva Constitución, ya sea que gane el Apruebo o el Rechazo. Para mí lo que está en juego hoy día es si es que volvemos a fojas cero en caso de que gane el Rechazo y tenemos que iniciar un nuevo proceso constituyente, o si bien aprobamos una nueva Constitución y a esta nueva Constitución se le podrán hacer modificaciones”, siguió. “Yo no aspiro a tener ningún tipo de protagonismo especial en aquello. Si puedo colaborar en aunar a las diferentes posiciones para que se lleguen los acuerdos en el Congreso que se requieren para la implementación de algunas de las reformas específicas, por supuesto que lo voy a hacer, pero el pueblo de Chile ya tomó una decisión”, afirmó Boric.
Los distintos sectores sociales y políticos que representan una y otra posición fueron protagonisas estos días en las calles, en el marco de una campaña agitada y, a tono con los tiempos, con mucha desinformación principalmente en redes sociales. Hasta el sábado pasado, fecha límite para la difusión de encuesta según la ley electoral chilena, Cadem, una de las consultaras más reconocidas de Chile, daba como ganador al Rechazo (46%) por sobre la opción Apruebo (37%), igual que Pulso Ciudadano (45,8% al Rechazo contra 32,9%). El panorama se enrarece con una franja de indecisos, que apoyan algunas de las reformas, pero rechazarían otras.
En rasgos generales, las mismas razones que llevan a los sectores más conservadores a promover la negativa son las que alientan a los espacios del progresismo y la izquierda a aprobar el nuevo texto. La reconversión del Senado, un nuevo sistema de Justicia, la mayor presencia del Estado o el aborto libre son algunos de los aspectos de la propuesta constitucional que generan incertidumbre. Aunque el concepto de plurinacionalidad es uno de los puntos que provoca más controversia, por el significado mismo de la palabra, que encierra la idea de múltiples naciones. En oposición a esa propuesta, la extrema derecha liderada por el excandidato presidencial José Antonio Kast, se asume con la denominación de “patriotas”.
La derecha critica también lo que considera un “exceso de estatismo”: regulación de fondos de pensión, de participación de las empresas en la economía y la intervención en la naturaleza, algo que la vieja Constitución deja al libre arbitrio del mercado. Para esta nueva Carta, se define al Estado como Ecológico, atribuyéndose la posibilidad de limitar derechos o libertades en defensa de la naturaleza, reconociéndola como sujeto de derechos fundamentales, algo que ya había sido incorporado en las reformas de Ecuador y Bolivia promovidas por Rafael Correa y Evo Morales.
La Constitución que se somete al voto el domingo 4 consta de 499 artículos redactados tras 104 sesiones. De no aprobarse, habrá una nueva oportunidad de saldar la deuda histórica con la sociedad chilena, que se rige con una Carta Magna redactada a medida de la última dictadura militar. El proceso constituyente fue el resultado inédito de un recorrido que comenzó tras el estallido social de 2019 y que de algún modo también produjo el ascenso político del espacio que hoy integra el gobierno del presidente Boric.
Los mapuches y la primera crisis
El presidente Boric enfrentó su primera crisis de gabinete al aceptar la renuncia de la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega, tras conocerse su intento de comunicarse por vía telefónica con Héctor Llaitul, el líder de la mayor organización radical mapuche, la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), detenido el miércoles. «He tomado la decisión de aceptar la renuncia de la ministra», asumió Boric un día después.
De acuerdo al medio electrónico Ex Ante, una asesora de la ministra Vega, hablando en su nombre, intentó el 11 de mayo comunicarse con Llaitul, luego de que anunciara su intención de mantener la lucha armada para recuperar tierras que los mapuche consideran suyas por derechos ancestrales en el sur de Chile. «Debemos ser cuidadosos en el fondo y también de la forma», apuntó el mandatario. Y se refirió a la detención de Llaitul, a cuya organización se atribuyeron ataques incendiarios forestales: «En Chile, nadie está sobre la ley». Enfatizó asimismo que Llaitul no está dispuesto a tomar el camino propuesto del diálogo. Los cargos para su detención son el robo de madera, usurpación y atentado contra la autoridad.
Llaitul quedó en prisión preventiva tras una extensa jornada de formalización, en el Juzgado de Garantía de la ciudad de Temuco, en la región de La Araucania.
La movilización en la Argentina
La Coordinadora de Artistas y Trabajadores de la Cultura Chilen@s en Argentina, con la participación de la abuela de Plaza de Mayo, Buscarita Roa, y el actor Patricio Contreras, junto con chilenos y chilenas residentes en el país se movilizan activamente por el Apruebo. Y una muestra de ello es un video que circula en las redes. La comunidad de migrantes provenientes de Chile es la tercera más grande en territorio argentino.
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