Lula suele ser el más claro y lo volvió a demostrar a una semana de que el grupo BRICS tomara en Johannesburgo la decisión de ampliar a once miembros la membrecía de la mayor organización de países emergentes. “El mundo ya no será el mismo” comenzó calentando motores en un acto en la ciudad nordestina de Fortaleza. “Somos el Sur Global. Ya no aceptamos que nos traten como inferiores, sino en igualdad de condiciones”, concluyó el mandatario brasileño, principal impulsor del ingreso al grupo de Argentina.

La segunda camada de integrantes de los BRICS –en la primera solo hubo lugar para Sudáfrica- incluyó además a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Etiopía e Irán y despertó críticas en la oposición argentina y más aún en los países occidentales y Estados Unidos, acostumbrados como están a dictar las normas que rigen el mundo.

BRICS+ o BRICS 11, como se lo está llamando (un acrónimo en inglés sería BRICSEISEUA o algo así) suma al 42% de la población, el 80% del petróleo y alrededor del 37 % del PBI del planeta, mucho más que el grupo de los países industrializados, el G7, que ronda el 30%.

Es así que el portal de noticias financieras Bloomberg señaló que Emiratos planea inyectar abundantes fondos al Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (NBD), que dirige la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, según adelantó el ministro de Economía Abdulla bin Touq Al Marri. “El tercer mayor productor de la OPEP puede dar más fuerza financiera al prestamista BRICS formado como contrapeso al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial», puntualiza Bloomberg.

El presidente de Irán, uno de los nuevos socios del grupo y seguramente el más cuestionado tanto en el Norte como en Argentina, dijo que tanto el BRICS+ como la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS),  que impulsa Beijing, son «movimientos para contrarrestar las medidas de dominación y el unilateralismo del sistema hegemónico». El país islámico forma parte de la OCS desde junio pasado y desde el 1 de enero próximo lo hará de la nueva institución.

Entre las primeras respuestas orgánicas desde el Norte Global, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el melindroso Jake Sullivan trato de ningunear el anuncio y dijo ante periodistas de EEUU que no ve al grupo “evolucionando para convertirse en algún tipo de rival geopolítico”, de acuerdo a un cable de la agencia AFP. “Se trata de un grupo muy diverso de países… con diferentes puntos de vista sobre cuestiones críticas”, adujo, intentando tirar la pelota afuera con escasa elegancia.

Sin embargo, para el encuentro del otro club de naciones desarrolladas o en vías de, el G20, que se reunirá el fin de semana que viene en Nueva Delhi, la Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden presentará un plan para reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en favor de los intereses de los países en desarrollo.

En ese grupo comparten un sitial otros BRICS+ como Argentina, Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y Arabia Saudita. Como para dejar más en claro que las partidas en el mundo se juegan hoy día en simultáneas.

Es tan así las cosa que Biden aprovechará el encuentro –en el que está anunciada la presencia de los jefes de estado, entre ellos Alberto Fernández, pero no Vladimir Putin, por el pedido de captura ordenado por la corte de La Haya- para estrechar vínculos con el primer ministro Narendra Modi.

La postura de India desconcierta a Estados Unidos y en general a occidente. Por un lado integra el foro QUAD, una suerte alianza defensiva, junto con EEUU, Japón y Australia. Los ancestrales cruces con China–con quien comparte más 3400 kilómetros de frontera- cada tanto vuelven a generar incidentes en inhóspitas regiones de Aksai Chin son un caldo de cultivo para diferencias irreconciliables. Pero Nueva Delhi no quiere entregarse a los designios del bloque anglosajón. Habrá que decir que tiene con qué: está entre las cinco principales economías del mundo, su PBI creció el año pasado un 6,8% y se apronta a superar a China en población, con unos 1300 millones de habitantes al cierre de esta edición.