Vladimir Putin y Joe Biden volvieron a hablar, esta vez por teléfono, un nuevo capítulo de las nuevas relaciones entre ambos líderes en el marco de lo que para muchos es una nueva Yalta, como aquel encuentro al término de la Segunda Guerra en que las potencias ganadoras se repartieron el mundo. No hubo un comunicado conjunto, solo la confirmación de que habían hablado. Al igual que en la cumbre que mantuvieron en Ginebra a mediados de junio, cada cancillería dio su versión de lo conversado.
Para la Casa Blanca, hubo un tirón de orejas de Biden por los grupos de hackers que realizan ciberataques contra objetivos estadounidenses. Puntualmente, se refirió al de hace una semana contra la empresa Kaseya. «El presidente subrayó la importancia de que Rusia actúe contra grupos que practican ciberataques con ramsonware desde su territorio», dijeron en Washington.
Según Moscú, la charla giró sobre la situación siria “con el hincapié en los aspectos humanitarios”, dice el comunicado del Kremlin. La nota agrega que «evaluaron positivamente la coordinación de los esfuerzos de Rusia y EEUU sobre el tema, incluidos los en el Consejo de Seguridad de la ONU».
Horas antes, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó unánimemente una resolución propuesta por Rusia, EE UU, Noruega e Irlanda, para extender por un año el mecanismo de asistencia humanitaria transfronteriza a Siria.
Fue la primera vez que los dos gobiernos presentan una iniciativa conjunta y tanto el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, como la enviada de Washington, Linda Thomas-Greenfield, destacaron la importancia de esa acción para las relaciones ruso-estadounidenses.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán, destaca un cable de la agencia rusa Sputnik.
En cuanto al “problema” de los ciberataques, la portavoz de la Secretaría de Estado, Jen Psaki enfatizó que Washington «no tiene información adicional o nueva que sugiera que el gobierno ruso haya podido dirigir» los últimos ataques.
Hace algunas semanas, el Departamento de Justicia de había considerado «innecesario» formular solicitudes de extradición a Rusia en el marco de investigaciones por presuntamente proteger a los piratas informáticos instalados en su suelo a cambio de su ayuda «en áreas de interés gubernamental». «