El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se somete este domingo a un referéndum revocatorio que revalidará o rechazará su mandato, apelando a una consulta incorporada en la Constitución por impulso del propio AMLO en 2019. Tan confiado está en que los resultados le serán favorables, que aseguró que si el electorado vota en su contra, renunciará aún si no se cubre el 40% de participación requerido para ser vinculante. Además anunció que escribirá en su boleta «Viva Emiliano Zapata», a propósito del 103 aniversario del asesinato del Caudillo del Sur, de manera de invalidar su voto y quedar en una posición “neutral”.
La continuidad de AMLO no está en riesgo, «todo lo contrario”, opinan analistas en los medios locales. Incluso con la idea de que el referendo podría darle vitalidad a algunos de sus planes. Las encuestas descartan que el presidente será confirmado en su puesto. La duda está en qué nivel de participación habrá. Y ese podría ser el único indicador negativo. De unos 93 millones de mexicanos llamados a votar hoy, solo participaría entre un 15 y un 20%, según sondeos.
Lo cierto es que el mandatario de 68 años goza de una buena posición. Su imagen positiva supera los 60 puntos, lejos del 80% inicial pero por encima de sus antecesores a mitad de mandato, y, más allá de la pandemia, con más de 320 mil muertes, ha logrado poner en marcha algunos de sus principales proyectos, sobre todo los dirigidos a paliar la pobreza y aumentar los ingresos de los trabajadores.
Por eso, hay quienes advierten que los dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) desvirtúan la consulta, al promoverla como de “ratificación” y no “revocación”, como establece la ley. Varias de las figuras partidarias, como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaun, y funcionarios del gobierno federal fueron advertidos por la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) por haber violado “todas las restricciones constitucionales” que rigen la Revocación, al haber promovido el voto para ratificar al presidente. El organismo ordenó retirar todas las publicaciones en redes sociales alusivas al tema y exigió a los funcionarios a actuar con apego a la ley. La decisión fue celebrada por la oposición, que se pronunció en la misma línea.
“Este proceso va a ser recordado como un “revocafraude”, porque se está desvirtuando el espíritu de la figura del derecho ciudadano a pedir la cesación constitucional del encargo del presidente”, afirmó Gustavo de Hoyos, opositor de la consulta y líder de ‘Sí por México’. “Si hoy por hoy la oposición mexicana no está pidiendo la cesación del presidente, incurrir en un gasto de esta naturaleza parece completamente inoficioso, porque entonces no tiene otro propósito que tener algún índice de popularidad del presidente”, agregó. El bloque opositor, conformado por los partidos PAN, PRI y PRD, llama a la abstención alegando que es un «ejercicio populista» para «distraer la atención». Algunos advierten que un resultado favorable podría animar al presidente a reformar la Constitución para ser reelegido en 2024. También lanzaron en esta semana una campaña en redes sociales llamando al abstencionismo.
Sobre el final de la semana, la Suprema Corte le dio al presidente otro motivo de celebración, al avalar el jueves la estratégica reforma eléctrica impulsada por el gobierno que refuerza la participación del Estado en el sector. “Fue una decisión histórica, patriota, en beneficio del pueblo de México, en beneficio de la Nación”, celebró AMLO en su conferencia matutina del viernes. La norma -aprobada por el Congreso en 2021- otorga prioridad a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el despacho de energía, algo que fue criticado por firmas privadas y EE UU, Canadá y España. Incluso motivó una declaración del embajador de EE UU en México, Ken Salazar, quien manifestó a la prensa su preocupación por estas reformas que, según su visión, afectan la competitividad, el cuidado del medio ambiente y la integración de América del Norte.