Los máximos dirigentes de la Unión Europea visitaron Kiev para dar su apoyo a Volodimir Zelenski a 20 días del primer aniversario del inicio de la guerra en Ucrania. Las grandes novedades son el compromiso de enviar tanques Leopard, de fabricación alemana, y de cohetes de mayor alcance -Bombas de Pequeño Tamaño Lanzadas desde Tierra (GLSDB por sus siglas en inglés)- por parte de Estados Unidos, lo que implica una profundización de la contienda iniciada el 24 de febrero pasado.
Al mismo tiempo circuló un nuevo informe de la consultora Rand Corporation (RC) que recomienda precisamente lo contrario. Y trascendió en un tradicional y respetado medio suizo, Neue Zürcher Zeitung, que a raíz de las conclusiones de ese documento, “a mediados de enero, el presidente Joe Biden instruyó al jefe de la CIA, William Burns, para evaluar si Kiev y Moscú estaban dispuestos a negociar”. La base del acuerdo que propuso la Casa Blanca sería la cesión del 20% del territorio ucraniano a Moscú, es decir, reconocer la soberanía rusa sobre el Donbass. Ambos gobiernos se habrían negado y la gira de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, del titular del Consejo Europeo, Charles Michel, y otros 15 comisarios europeos -más la aceptación alemana a enviar tanques a Ucrania- señalan que hay allí diferencias por ahora irreconciliables sobre cómo seguir esta historia.
El informe de Rand se llama “Evitar una guerra larga. La política estadounidense y la trayectoria del conflicto entre Rusia y Ucrania” (Acá) y contradice uno de 2019, ya publicado en Tiempo, (Acá) donde desde el título, “Sobreextender y desbalancear a Rusia”, proponían en 2019 una estrategia para debilitar al país euroasiático que siguió al pie de la letra la administración Biden.
La organización no gubernamental pero financiada con fondos de la Secretaría de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional, ya en los 60 había evaluado que la guerra de Vietnam era inganable tras un estudio pedido por el secretario de Estado de John Kennedy y Lyndon Johnson, Robert Mc Namara. La historia de las mentiras sobre las que se basó la incursión de EEUU en el sudeste asiático fue revelada por Daniel Ellsberg, un empleado de RC, en el caso que se conoció como “Los papeles del Pentágono”, popular por varios filmes, el último The Post, de Steven Spielberg, de 2017. Ahora RC sostiene algo parecido: según los autores del informe, Samuel Charap y Miranda Priebe, ni Rusia ni Ucrania pueden asegurarse una «victoria absoluta» que cumpla con todos y cada uno de los reclamos que los llevaron a la contienda. Pero lo peor es que esta situación repercutirá negativamente en los intereses de Estados Unidos.
“El control territorial, aunque inmensamente importante para Ucrania, no es la dimensión más importante del futuro de la guerra para Estados Unidos”, concluye el estudio. Y agrega, sin consideraciones emocionales, como suele hacer la Rand, que “además de evitar una escalada a una guerra entre Rusia y la Otan o del uso de armamento nuclear por parte de Rusia, evitar una guerra prolongada es también una prioridad más alta para los Estados Unidos que facilitar significativamente más control territorial ucraniano”.
Por si quedaran dudas sobre el alcance de las propuestas de Rand -que por cierto, entiende que el poderío ruso está muy diezmado, aunque aún tiene capacidad para mantenerse en la lucha- el documento recuerda que “el presidente Joe Biden ha dicho que la guerra terminará en la mesa de negociaciones. Pero la administración no ha hecho aún ningún movimiento para llevar a las partes a una negociación”. Quizás es lo que el jefe de la CIA intentaba calladamente hacer entre Kiev y Moscú, con suerte esquiva por el momento.