Nadie habla de ellos ni de ellas. Pero su presencia es mayor de la que se cree. La población migrante asciende a 3.033.786 personas, según informó el Sistema Estadístico de Población, de los cuales 2,8 millones son mayores de 16 años. Y algunas crecieron a pasos agigantados. En la Ciudad de Buenos Aires hay 68.000 venezolanos habilitados, que pueden ser claves para definir una elección reñida, por ejemplo la interna de Juntos por el Cambio.

Las provincias que tienen mayor porcentaje de migrantes son Buenos Aires (46,5%), CABA (28,7%), Córdoba (3,21%), Mendoza (2,97%) y Misiones (2,2%). En su mayoría, tienen entre 25 y 40 años, la cantidad de mujeres supera en 100 mil a los hombres y la inmigración extranjera que más creció es la venezolana que llegó a 220.595 personas.

En la Provincia de Buenos Aires, cerca del 8 por ciento del padrón está compuesto por extranjeros. Desde Unión por la Patria buscaron sumarlos, enfatizando las agresiones que recibieron durante el gobierno de Cambiemos, e interpelándolos para ir a votar. Últimamente solo un tercio asiste a las urnas. “Hay distintas razones de ese porcentaje bajo, pero creo que se pueden sintetizar en tres: no suelen saber que pueden votar; provienen de culturas políticas diferentes en relación a la participación; y las escuelas que les tocan suelen quedar muy lejos de sus domicilios”, enumeró a Buenos Aires/12 la directora provincial de Migraciones Internacionales, Manuela Hoya.

Capitalizar

Solo quienes tienen la nacionalidad argentina pueden votar en las elecciones presidenciales y cargos electivos nacionales debido a una disposición del Código Nacional Electoral. No obstante, las personas migrantes mayores de 18, que tengan DNI con residencia permanente y domicilio actualizado pueden votar en los cargos electivos provinciales y municipales del país con la excepción de Formosa.

Las comunidades migrantes más numerosas en todo el territorio argentino son la paraguaya (900.238) y la boliviana (658.559) y la peruana (289.430). Los venezolanos ya escalan a la cuarta posición (220.595), superando a Chile, Uruguay y todas las europeas.

Jessica Gagliardi es ingeniera de sistemas y tiene 39 años. Llegó de Venezuela con su novio hace cinco años y seis meses. Se casaron en la Argentina. Ahora sería la segunda oportunidad de votar, en sus casos a jefe de gobierno. Cuando llegaron vivieron en San Cristóbal, hoy están en Belgrano. «La verdad no iba a votar, porque no me cambiaron el Centro de Votación, quedó el de San Cristóbal, pero después de los sucesos de esta semana quiero cumplir con mi derecho. Es una pequeña retribución de lo que me ha dado la Argentina, amamos este país».

Sobre la influencia del voto migrante, que son millones en el país pero a los que no se les habla en campaña, sentencia: «No se capitalizó, a mí no me llegó ningún mensaje». Y agrega: «Veo que el país está politizado en un sector y en la otra parte está muy desencantada, y eso es fatal para la sociedad».

Hacen falta representantes migrantes de los barrios populares

“Hay mucha xenofobia y racismo para nuestros paisanos, me sentí discriminada por la zona en la que vivo, nos toca lidiar con todo eso también en las escuelas donde, a veces, por portación de rostro discriminan a nuestros niños cuando los ven morochitos y por eso sería muy importante que tengamos por lo menos un migrante que nos represente a todos en las elecciones”, dice a Tiempo Araceli Claros (42).

Ella es boliviana, llegó al país hace 13 años y vive en el Bajo Flores donde es referenta del espacio comunitario El Bajo Sin Límites (Nuestramérica). Es enfermera pero nunca pudo ejercer la profesión en Argentina: cuando ven que su domicilio está en la villa la discriminan. Los barrios populares son el destino mayoritario para la población extranjera.

“Es importante el sufragio para ser escuchados y representados, la población migrante se establece sobre todo en los barrios populares por múltiples factores económicos y sociales, es necesario que tengamos un representante migrante de nuestros barrios”, expresa.

Cuenta que le gustaría votar para las nacionales pero que los trámites para lograrlo lo hacen imposible: “Me gustaría que nosotros también podamos votar para la Presidencia, por lo menos los que ya tenemos un documento permanente aquí, porque formamos parte de este país y hemos echado raíces, para hacer la nacionalidad hay que cumplir muchos requisitos”.

Que obtener el DNI sea más sencillo

“Hay muchísima gente inmigrante como yo que trabaja y le cuesta mucho conseguir el DNI, les dan muchísimas vueltas, cuando a mí me lo dieron después de 12 años me puse a llorar porque lo sufrí, no podía ejercer ningún derecho y recién en la última elección voté por primera vez porque no salía en los padrones”, cuenta Nora Cristina Ortigosa (31) que vive en Parque Avellaneda.

Dice que cuando llegó desde Paraguay junto a sus hermanos casi no hablaba español sino guaraní y que en Argentina aprendió a usar una computadora, conoció lo que era Internet y empezó a trabajar. “Los inmigrantes necesitamos un mejor laburo, nos alcanza para vivir el día a día, la gran mayoría trabajamos limpiando casas, siendo niñeras o cuidando personas mayores”.

Reafirma que sin DNI y sin estudios mínimos no es posible postularse a ningún trabajo, que esa es la expectativa en relación a las elecciones. Nora forma parte del Club Cildañez, un espacio comunitario que brinda apoyo escolar y talleres en un barrio donde la mayoría son extranjeros: “A los migrantes les diría que se fijen bien a quién van a votar porque hay sectores como Milei que quieren que los hospitales sean privados y que seamos los extranjeros los que paguemos”.

Foto: @feriabolita

Las campañas electorales no interpelan el voto migrante

En esta campaña electoral no hay una invitación a la integración de la población migrante, si bien está el derecho no hay una socialización de cómo se debe ejercer”, asegura Daniel Pérez Quintana (39), colombiano residente en Ciudad Evita, La Matanza. Él es militante político de la organización Marcha Patriótica.

La provincia de Buenos Aires representa más del 37 % del padrón nacional y La Matanza es uno de los distritos con mayor cantidad de electores migrantes: 136.230. “Lo que más se siente en los barrios es la expectativa en relación al tema económico, en Ciudad Evita hay mucha población migrante, sobre todo de la comunidad boliviana y paraguaya y otro tema que le interesa a la gente es la seguridad”, comenta Daniel.

Asimismo, asegura que no existen otras propuestas electorales que no sean solo las encaminadas a derrotar al contrincante. “No se habla de temas de interés popular –concluye–, para la población migrante no ha habido una sola mención de los candidatos de ningún espectro político y nos preocupa porque representamos casi el 6% de la población argentina y hacemos nuestro aporte al aparato productivo del país”.