La ministra de Salud, Carla Vizzotti, afirmó este lunes que desde su cartera se está «trabajando para minimizar el impacto» del dengue, señaló que son 14 las jurisdicciones con «circulación autóctona» y subrayó que se trata de una enfermedad que «requiere el abordaje nacional, provincial, municipal y de la comunidad, y de áreas de fuera del sistema de salud».
Antes de encabezar la reunión del Consejo Federal de Salud que se desarrolla en Casa Rosada, la titular de la cartera sanitaria recordó que «cada tres, cuatro años hay un aumento en el número de casos» de dengue y que «en cada oportunidad el número es mayor que el anterior». «Estamos en pleno brote. Estamos trabajando para minimizar el impacto. Es una enfermedad que requiere el abordaje nacional, provincial, municipal y de la comunidad y de áreas de fuera del sistema de salud», dijo en diálogo con la prensa acreditada. En ese sentido, destacó el trabajo realizado por las jurisdicciones y señaló que equipos del Ministerio estuvieron en Tucumán, en Santiago y «están yendo a Salta y a Santa Fe».
Según el último informe que la cartera sanitaria difundió el viernes, se notificaron en el país un total de 28.235 casos de dengue, de los cuales 25.419 adquirieron la infección en la Argentina y cuya circulación viral se detectó en 14 jurisdicciones, mientras que se reportaron 915 casos de Chikungunya en todo el territorio. En este contexto, Vizzotti reiteró las medidas de prevención que van desde evitar la picadura del mosquito Aedes aegypti -vector de ambas enfermedades- hasta la eliminación de reservorios de agua donde se pueda criar la larva del insecto.
También pidió la «consulta precoz» ante la aparición de síntomas y destacó que es «falso» pensar que la fumigación soluciona el problema. «No hay que fumigar siempre. Es falso pensar que fumigando se soluciona», dijo Vizzotti y explicó que ese método sólo combate al mosquito que está volando pero que no destruye sus larvas.
Finalmente se refirió a la gripe aviar, dijo que en provincias como Chubut y Río Negro se observó «compromiso en las granjas» que va más allá de los casos en aves silvestres y de traspatio y que se hace seguimiento estrecho de las «personas que tuvieron contacto con las aves muertas, es un seguimiento». Al respecto, destacó que en la Argentina no hay ningún caso humano de gripe aviar pero indicó que, aunque la posibilidad de contagio «no es muy importante», tampoco es igual a cero.
La vacuna japonesa contra el dengue
En medio de la crecida de casos, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) había confirmado la semana pasada que se encontraba en evaluación la posibilidad de aprobar el uso de una vacuna japonesa contra la contagiosa enfermedad.
La misma es desarrollada por el laboratorio nipón Takeda y se la conoce con el nombre de QDENGA o TAK-003. Su aplicación es para aquellas personas que nunca hayan transitado la enfermedad y es necesario que se vacunen con dos dosis para una mejor eficacia.
Esta posibilidad es analizada por las autoridades de dicha institución, ya que hace unos meses comenzó a aplicarse en Brasil y dio resultados alentadores en torno a su eficacia. Motivo por el cual esperan que sea aprobada en los próximos meses del 2023.
Otra vacuna contemplada para prevenir el dengue es la Dengvaxia, producida con microbios vivos debilitados o atenuados por el laboratorio Sanofi Pasteur. Se trata de una vacuna tetravalente que se fabricó por medio de una tecnología de ADN recombinante y que se aplica con un esquema de 3 dosis, a los 0, 6 y 12 meses.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugirió Dengvaxia “solo en entornos geográficos (nacionales o subnacionales) en los que los datos epidemiológicos indiquen que hay una gran carga de enfermedad”. Fue así que algunos países como México, Brasil, Filipinas, Perú y Singapur avalaron su aplicación.
La Argentina no suele ser una región endémica (salvo provincias del norte), los primeros casos del año llegan importados, y luego se expande hasta empezar a ser autóctonos. Hoy el 80% de los contagios son sin relación de viajes. Por eso es clave la prevención en épocas frías y la descacharrización en verano y otoño. Se calcula que el brote durará al menos un mes y medio.