Al igual que universidades o sindicatos, las escuelas también salieron a realizar acciones solidarias en medio de la pandemia. Es el caso de la Técnica N° 2 de Garín, en la que docentes y ex alumnos llevan producidos desde el comienzo de la cuarentena más de mil litros de alcohol en gel que fueron donados al municipio de Escobar, a los bomberos voluntarios de la ciudad, al hospital de Moreno y la brigada de explosivos de San Isidro.
Ubicada en el barrio 24 de febrero, el establecimiento público cuenta con la Tecnicatura en Electromecánica y Química que en épocas normales contemplaba la producción de alcohol en gel como una pasantía de los estudiantes. Su objetivo siempre fue el de proveer voluntariamente este insumo esencial a “todos aquellos que lo necesitan y así pueda llegar a toda la comunidad”, aseguran desde la escuela.
El proyecto nació en 2009 durante la Gripe A, cuando lograron construir una planta en la misma escuela, a la que pudieron equipar gracias a donaciones. La producción comenzó esta vez con el compromiso de ayudar y con un acuerdo de la Municipalidad de Escobar que les ayudó a conseguir la materia prima desde Bolivia, ya que les fue imposible obtenerla en nuestra región al comienzo de la cuarentena.
“Hacer esto nos llena de satisfacción, es muy gratificante poder ayudar desde nuestro lado de escuela y más sabiendo que realmente lo necesitan”, asegura Matilde Peña, jefa de área de la escuela.
En las primeras semanas de la cuarentena Escobar se ubicó entre uno de los municipios de la región metrpolitana con más personas fallecidas, con el 6% de letalidad, y con situaciones como el ex sanatorio privado San Carlos, de la localidad de Maquinista Savio, clausurado por diferentes irregularidades en la atención a 23 pacientes con coronavirus. Ese centro de salud reabrió como hospital municipal con el nombre Néstor Kirchner. A su vez, decidieron instalar 50 camas de observación en el microestadio de Garín, para que funcione como base de apoyo de la UDP Garín, para el abordaje y el tratamiento de casos leves y así descomprimir el flujo de atención del hospital municipal.
Pero los insumos, como barbijos y alcohol en gel, son esenciales para mantener la higiene y protección cotidiana. Por eso en Escobar destacan el aporte de la escuela técnica, que sigue necesitando más equipamiento para afrontar la demanda, en este contexto urgente. Peña menciona: «Nos faltan recursos pero no nos faltan ganas, estamos necesitando un agitador tipo medio móvil y cañerías de acero inoxidable para hacer la conexión que por ahora se carga de manera manual, por lo que apelamos a la solidaridad de las empresas del Parque Industrial que se quieran sumar».
El desafío educativo de dar talleres a distancia
Al mismo tiempo, la escuela de Garín tiene las necesidades, como todas las demás, de continuar con el plan educativo: al ser una técnica, la manera de continuar virtualmente con aquellas materias que son prácticas se transformó en un dilema.
“Se nos complica mucho por la diferencia de medios que tienen los alumnos, algunos con celulares o Tablet propios y otros teniendo que pedirle prestado el celular al papá o la mamá y lamentablemente un tercio de los chicos no envían la tarea”, declara Marcos Costa, docente de carpintería de la escuela.
Con más de 1300 estudiantes, los profesores encontraron la forma de enviar las tareas vía mail, aunque sabiendo que no todos van a poder responderla. Y analizan una forma de evaluar el trimestre sin desaprobar a los alumnos que no participan por falta de medios. Algunos docentes de materias prácticas apelan a videos para enseñar cómo usar algunas herramientas.
Costa finaliza: “En materias prácticas como la mía, nos toca dar sólo la teoría, que no alcanza. Lamentablemente, en el área de taller creemos que es un año perdido”.
* Nota realizada en el marco del Taller de Redacción Periodística de Tiempo.