Alertan sobre extorsiones virtuales y ciberdelincuencia. Las actividades delictivas se realizan vía Facebook y Whatsapp. Detrás del perfil de una chica «joven y bonita» opera un estafador que se hace pasar por el subcomisario Alejandro Torres, de la Policía Bonaerense. El sujeto inicia una conversación por la red social y luego amenaza a las personas por teléfono para pedirles dinero en condición de coima. En las últimas semanas hubo un aumento significativo de casos.

“Estaba mirando los estados en Facebook y una chica postea una foto pidiendo charlar con alguien», explicó una de las víctimas a Tiempo. Entonces le escribió preguntándole «cómo estaba». La supuesta mujer contesta que «está en su casa aburrida, enseguida te ofrece un pack de fotos y videos con contenidos sexuales de ella y te cuenta que se dedica a eso».

«Le respondí que no me interesaban las fotos ni los videos y le pregunté si hacía servicios sexuales a domicilio», confió la víctima. «Contestó que sí, cuando le pregunté sobre los precios dijo que cobraba 10 mil pesos por noche. Todo el tiempo insistía para que le compre sus fotos y videos, también pedía que le deposite dinero en un CBU», agregó.

«Luego comienza a decirme que previo a un encuentro en mi domicilio teníamos que conocernos», detalló y continuó “porque de ese modo cuida su integridad física”. Entonces le “dije que me parecía muy bien que se cuide y que yo seguiría buscando lo que buscaba por otro lado”.

Sin embargo al día siguiente recibió un mensaje por Whatsapp con la foto de un uniformado que decía, “atienda la llamada urgente”, y automáticamente llama. Se presenta como el subcomisario Alejandro Torres, “me dijo que estaba en una investigación sobre una menor de edad que habría desaparecido de su domicilio hacía unas 24 horas”. También que en la red social de la presunta chica figuraba” la conversación que tuvo conmigo durante la noche anterior”, explicó la víctima.

 Así, automáticamente lo empezó a extorsionar y le envió la foto de un pedido de allanamiento que no aclara firma ni tiene sello oficial. “Me pidió plata y me dijo que si no aceptaba pasaría el pedido de una supuesta orden de allanamiento al Juzgado Federal de Menores Nº 4 donde está la causa caratulada sustracción de menores, grooming (sic), pedofilia y corrupción de menores”, remarcó. “Me quedé en mi casa esperando el allanamiento que nunca llegó”. Así es una de las tantas modalidades del llamado “cuento del tío”.

“Me pedía que le deposite 200 mil pesos en un CBU” o de lo contrario “me patearía la puesta de mi casa con un supuesto operativo”. Los días posteriores “el sistema de mi computadora advirtió que habían violado mi privacidad y que estaban robando mis datos personales” denunció.

Así, en las últimas semanas se detectaron varios casos en Capital Federal y varios distritos, entre ellos, Vicente López, San Isidro, San Martín, Malvinas Argentinas, Pilar y Luján. Se estima que todos estos hechos fueron protagonizados por el supuesto subcomisario Alejandro Torres, o que hay varias personas que operan delictivamente con este nombre.     

Antecedentes

En agosto de 2021 el llamado “cuentos de tío” tuvo una curva importante bajo distintas modalidades de estafas telefónicas y por Internet. Durante este periodo la Provincia de Buenos Aires recibió un incremento del 18%, según informó la Procuración General de la Suprema Corte que difundió en ese momento las estadísticas sobre inseguridad en la provincia correspondientes a todo 2020.

También se conoció -en el mismo periodo- el engaño de los falsos operarios de la empresa de televisión por cable. Así buscan acceder a las viviendas para terminar cometiendo un asalto a través de un supuesto embargo que hacen desde un presunto estudio jurídico. Y argumentan que para levantarlo hay que depositar una suma de dinero.

En los últimos días, distintos portales digitales advirtieron de un aumento exacerbado de casos bajo distintas modalidades. Esto sucedió tras el incidente de seguridad informática que tuvo Mercado Libre durante esta semana. Tras esto, los ciberdelincuentes lograron conseguir datos personales de 300 mil cuentas. Por lo cual se aconseja a la población “tener extrema atención, no abrir links de dudosa presidencia ni entregar claves personales a nadie.

Policía falso

El subcomisario Alejandro Torres no existe. Tampoco existe la División de Delitos Informáticos. Lo que sí funciona es la División Delitos Tecnológicos de la Policía Federal Argentina y la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia. El oficio tampoco dice el domicilio del Tribunal de Menores 4 ni a qué Departamento Judicial corresponde, porque es parte del armado delictivo. Además, la foto del papel que exhibe no está dirigida a un magistrado ni autoridad competente.