Familiares de víctimas del accidente en la localidad santafesina de Margarita, en el que el 8 de octubre de 2006 murieron nueve alumnos del colegio Ecos, una docente, un camionero y su acompañante, informaron este martes por la noche que la causa prescribió definitivamente.
ULTIMO MOMENTO Luego de 10 años, nadie choco, nadie tomó alcohol, nadie condujo mal pero murieron 9 chicos y una docente. INjusticia de S Fe
Sergio Levin (@sergiolevin) August 23, 2016
«La causa prescribió definitivamente», informó a través de su cuenta de Twitter Sergio Levín, padre de Lucas, una de las víctimas del accidente, e impulsor de la ONG Conduciendo a Conciencia.» Ante cada anomalía la causa volvía a fojas cero, o por la ineptitud la dejaban estar. Hasta que por el tiempo prescribió. Pero el error fue de la -injusticia- de Santa Fe. Los familiares sólo pedían veredicto. Culpable o Inocente. Pero la prescripción y después de 10 años deja como que nada ocurrió», indicó Levín.» La justicia No se mendiga. La justicia se obtiene. Una prescripción no es justicia, es desidia, es ineptitud, es corrupción.»
Cabe recordar que la tragedia involucró a un micro en el que viajaban alumnos y docentes del colegio Ecos y a un camión que viajaba por la Ruta Nacional Nº 11, en sentido inverso. Los estudiantes regresaban a Buenos Aires después de participar de una actividad solidaria en una escuela de El Paraisal, en Chaco.
El choque frontal ocurrió en el kilómetro 689, en el departamento de Vera; el camionero estaba ebrio, según se comprobó en la investigación. El conductor del ómnibus fue condenado a dos años y medio de prisión de ejecución condicional e inhabilitación para conducir vehículos por cinco años, dado que se lo encontró culpable del delito de homicidio culposo múltiple agravado y lesiones culposas agravadas.
Sin embargo, la sentencia no quedó firme y la prescripción posterior dispuesta por la Cámara Penal de Rafaela dejó sin efecto la pena.
Carlos Peker, otro padre de los niños fallecidos, reconoce que es una causa que fue de un extremo a otro. De tanto viajar para allá nos han contado de casos de corrupción que involucran a la justicia santafecina, pero es difícil tener pruebas. Lamentablemente estamos en manos de estos jueces cuenta.
La causa contra el chofer del micro tuvo varias etapas: el juez Jorge Galbusera lo absolvió y luego la Cámara de Apelaciones revocó el fallo y volvió a primera instancia.
El expediente pasó al juez Virgilio Palud, quien dictó una condena contra Oscar Atamañuk de tres años de prisión, pero al no haber indagado al imputado la sentencia fue anulada y la causa volvió a foja cero. «Es raro, es un error o una omisión muy grave para alguien en ese lugar», admite Peker. Luego el juez en lo Penal Jorge Fernández consideró que hay concurso ideal de ambas figuras penales y le agregó la inhabilitación para conducir por cinco años, pero Atamañuk siguió en libertad.
Los ministros de la Corte Suprema de Santa Fe Daniel Erbetta, María Angélica Gastaldi, Rafael Gutiérrez y Mario Luis Netri decidieron que no hay culpables, ni que nada pasó. Solo Roberto Falistocco quizo reabrir la investigación pero sus compañeros de corte lo impidieron.
«En diciembre del año pasado prescribió la causa. Obviamente nosotros no lo aceptamos y fuimos a la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe. Pero los tiempos de la justicia no son los nuestros. La justicia siempre tarda mucho más. Por lo tanto sentimos frustración y vergüenza», refirió Peker. Y agregó: «La causa prescribió por el tiempo transcurrido, tiempo que en realidad fue mal utilizado por abogados, fiscales y jueces. En su momento la justicia entendió que el chofer del colectivo que transportaba a nuestros hijos Oscar Atamañuk tuvo responsabilidad por homicidios y lesiones culposas y de hecho se le dieron tres años de prisión y siete de inhabilitación para conducir. Lo que pasa es que la sentencia no fue firme y no terminaron de condenarlo.» Además aclara porque es culpable: A pesar que el camionero venia borracho, las pericias indican que el micro nunca disminuyo la velocidad, avanzandoa a más de 90 kilometos por hora, y que a pasar de que era una noche diáfana el conductor no se tiro a la banquina. «De hecho, el choque se da en el carril del camión, o sea, que se creyó Superman y fue el principal responsable de la tragedia; no hacer nada es decidía.»
«Como intérprete final de la Constitución esperemos que la Corte Suprema Nacional acceda a nuestro pedido», agregó Peker. «Solicitamos que se conceda el mismo haciendo un análisis positivo de la admisibilidad y elevando el expediente a la Suprema Corte de la Nación, ordenando un nuevo tratamiento porque advertimos cuestiones arbitrarias que pudieron haber existido en la causa», dijo el fiscal Stegmayer ya que la causa que investiga al conductor del micro que trasladaba a los menores tuvo significativos vaivenes en la justicia provincial. La Corte provincial decidirá primero si acepta la apelación para que intervenga la Corte Nacional en la causa Ecos.