Trabajadores y trabajadoras de la línea B del subte porteño emitieron un comunicado que alarmó a la ciudadanía: en las últimas semanas hubo una proliferación de infección de sarna entre ellos. Según el comunicado emitido, se debe a la “falta de limpieza y fumigación de los trenes y espacios públicos”. Además, denunció la presencia de roedores, alacranes, cucarachas y otros vectores de transmisión y contagio para los que no hubo “ninguna respuesta de la concesionaria Emova”.
-y si sale bien?
— Cristian Cimminelli (@cristiancim) November 12, 2024
-flaco, hay sarna en el subte B pic.twitter.com/UHQvZsHiqF
Los trabajadores expresan que la situación debe considerarse en el marco general de abandono de la Línea B, que tiene “una flota obsoleta al borde del colapso y la catástrofe, con el asbesto contaminando y enfermando a trabajadores y usuarios”. En espacial, denunciaron la desidia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Jorge Macri y de la empresa concesionaria.
Al menos 6 afectados
En diálogo con Tiempo, Francisco Ledesma, secretario Laboral de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, expresó que la denuncia pública surgió de un grupo de trabajadores que necesitaban denunciar la situación aunque desmintió que se trate de un comunicado oficial de ese gremio. “Venimos haciendo un relevamiento de las condiciones en los puestos de trabajo, entre ellos, el tráfico de la Línea B en la que necesitamos que se profundice la limpieza, desinfección y fumigación tanto por la escabiosis (sarna) como por las pulgas, y también lo que quedó después de la pandemia que son las afecciones respiratorias”, expresó. El delegado señaló que el subte es un lugar confinado, en el que la ventilación natural no existe y la forzada es mínima. “Le planteamos a la empresa que haga un cronograma permanente de limpieza profunda y reclamamos que se conforme una mesa de trabajo donde tiene que estar, por ejemplo, Aysa. A veces cae agua que entra por la ventanilla o se mojan los vidrios y, en general, se trata de agua servida”, explicó. Debido al paso del tiempo, la mayoría de los caños troncales tienen alguna pérdida, ya que –según expresó Ledesma- fueron construidos alrededor del año 1900 y pensados para otra metrópolis con menos cantidad de población.
“Le pedimos a los trabajadores que tengan sarpullidos en alguna parte del cuerpo que vayan al profesional de la salud a examinarse y así obtener un diagnóstico y un tratamiento. Lo principal es cuidar nuestra salud. Hasta ahora, 6 trabajadores del subte han acudido al médico en el corto lapso del pasado fin de semana”, contó.
Según expresó, la empresa Emova realizó dos desinfecciones en profundidad durante la madrugada pasada e informó que se cumplirá un plan de limpieza sostenido. Dichas medidas fueron corroboradas por el gremio, en conversación con los trabajadores de la Línea B. “Hasta ahora no tenemos más trabajadores del tráfico -que son los guardas conductores y maniobristas- ni los que trabajan en otros sectores con alguna afección dérmica. Pero por una cuestión de prevención en un lugar que es un transporte público no hay que dejarse estar y por eso planteamos a la empresa que refuerce el tema”, dijo. El gremio reclamó a la empresa la contratación de más personal de limpieza y un cronograma sostenido de limpieza profunda y descontaminación de todos los espacios incluyendo vagones, comedores y vestuarios, que no sea solo lavandina sino también amoníaco.
Asientos de pana en la mira
La falta de ventilación, contó Ledesma, favorece la permanencia y proliferación de una gran cantidad de ácaros o virus dentro del subte. “En la Línea B tenemos una flota que es la Mitsubishi, que tiene asientos de pana a los que hay que hacerles una limpieza diferente a las otras líneas que son de pvc o fibra de vidrio. En este caso, se ensucian más rápido, más en este contexto donde tenemos muchos compatriotas en situación de calle, expulsados por el sistema y el desempleo, que están en los andenes o en las formaciones de trenes durmiendo”, expresó el delegado. Al respecto, consultado por Tiempo, el médico Pablo Pérez mencionó que la sarna o escabiosis es una enfermedad benigna que puede generar malestar, pero que no representa riesgos altos en la salud de las personas. “No importa el estado de limpieza de la persona, es decir, se puede bañar todos los días e igual seguir teniendo sarna y eso se sigue contagiando, porque tiene más que ver con las condiciones de hacinamiento combinadas con ciertas condiciones de inmunosupresión. Y eso incluye la limpieza o no de los objetos inanimados, es decir, las telas, las ropas, etcétera”.