“El ministro de Salud (Mario) Lugones dice que ‘hospital está operando con normalidad’. Fingen demencia, pues saben que el Garrahan está atravesando una terrible crisis, producto de su política criminal contra la salud pública”, expresó Alejandro Lipcovich, secretario general de ATE en el Hospital Garrahan, donde en las últimas horas trabajadores y trabajadoras votaron llamar a un nuevo paro, con movilización a Plaza de Mayo.

La medida de fuerza será el próximo martes 22, y también está pautado otro paro para el 31. Se suma a la seguidilla de huelgas y reclamos por mejoras salariales, en un conflicto que viene escalando en los últimos meses. “El problema salarial no sólo no se resolvió, sino que mes a mes se viene agravando. Este mes tendríamos 1% de aumento y los restantes meses el salario congelado”, apuntó Lipcovich.

“Quedó claro para todos: si no hay respuestas, tenemos que profundizar el plan de lucha. Por eso, votamos un paro semanal durante este mes y una asamblea para resolver nuevas medidas. Al ataque general que Milei impulsa contra todos los trabajadores, se lo enfrenta como estamos haciendo en el hospital, como hicieron en el Bonaparte, como hacen los docentes en huelga y los estudiantes que toman facultades. Vamos por el salario, las condiciones de trabajo y la salud pública”, expresó el representante gremial tras la asamblea.

“Queremos que a la lucha que venimos dando por salario con los residentes, se sumen todos los hospitales a los que el gobierno viene amenazando con su desmantelamiento o directamente el cierre, como el Bonaparte y el resto de los hospitales nacionales. Va a ser una gran movilización de todos los trabajadores de salud, de todos los hospitales de la ciudad y de provincia, porque la situación es crítica en todo el país”, consideró por su parte Gerardo Oroz, delegado adjunto de ATE.

Lugones en el Garrahan

Este martes y tras varias semanas de incertidumbre, el Gobierno formalizó a través de la publicación en el Boletín Oficial la designación de nuevos integrantes del Consejo de Administración del hospital pediátrico de alta complejidad que es referencia nacional y regional. La anterior cúpula fue desplazada por el ministro Lugones, quien a poco de haber asumido en Salud echó a las autoridades del Garrahan porque habían otorgado un bono por única vez al personal. La justificación de la cartera sanitaria fue que se tomó esa medida de forma inconsulta, pero lo cierto es que el bono se dio con recursos propios del hospital, que no dependían del presupuesto ministerial.

En las últimas horas, en tanto, desde la cartera de Lugones comenzaron a apuntar contra los sueldos y la cantidad de personal jerárquico, que se habría incrementado casi en un 60% en la última década. Semanas atrás el Ministerio ya había hecho circular esa versión y el aumento del sueldo de los consejeros como supuesto motivo de conflicto dentro del hospital. Trabajadores y representantes gremiales negaron que ese fuera el eje del asunto. “El sueldo de los integrantes del Consejo de Administración históricamente fue superior. El malestar no es por eso, sino por los bajos salarios de todo el personal”, dijo por entonces Norma Lezana, secretaria general de la la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT).

La pérdida de poder adquisitivo te todo el personal del hospital se tradujo en el último tiempo en renuncias y empeoramiento de las condiciones laborales, que repercuten en la atención de niños y niñas de todo el país con cuadros graves. El conflicto se da además mientras el Gobierno avanza con su intención de traspasar los hospitales nacionales a sus jurisdicciones o cerrarlos: lo sucedido en el Hospital Bonaparte fue el primer ejemplo de ello.