El Ministerio de Salud de la Nación informó un aumento de la incidencia del Streptococcus pyogenes, también conocido como Streptococcus del grupo A en la población. Se trata de una bacteria que causa enfermedades leves como amigdalitis, faringitis, impétigo, celulitis y escarlatina. Sin embargo, en raras ocasiones, la infección puede conducir a la enfermedad invasiva y provocar condiciones potencialmente mortales.

En lo que va de 2023, Argentina ya tuvo 118 casos en los cuales fallecieron 16 persona: un 281% más que en el último año prepandemia. Cabe mencionar que esta invasividad es responsable de más de 500.000 muertes anuales en todo el mundo.

De qué se trata el Streptococcus pyogenes

En conversación con Tiempo, Leda Guzzi, médica infectóloga de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi) que se trata de una bacteria bastante común: “Es una de las principales responsables de la faringitis de origen bacteriano y de otras enfermedades cutáneas como la escarlatina, también puede ser responsable de impétigos de celulitis, o sea, de diversas infecciones de la piel y de las partes blandas también”.

La especialista expresó que la bacteria, en la gran mayoría de los casos, genera cuadros leves, que responden a tratamientos con antibiótico. No onbstante, señaló que en escasas ocasiones puede tener invasividad. “Si, por alguna razón, atraviesa las barreras naturales de defensa que tenemos a nivel de las faringes, de las amígdalas, de la piel y del tejido celular, puede acceder al torrente circulatorio o linfático y, a través de él, llegar a sitios a distancia como, por ejemplo, los pulmones y ocasionar neumonía o las meninges y ocasionar meningitis, artritis”, expresa Guzzi. En ese caso, al tratarse de infecciones invasivas, son potencialmente graves y mortales.

Un incremento sostenido

Según expresó el Ministerio de Salud en un comunicado, durante 2023 se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) 118 casos confirmados de infección invasiva por Streptococcus pyogenes en todo el país, de los cuales 16 fallecieron. Las provincias con mayor cantidad de casos confirmados acumulados en 2023 son Buenos Aires (35), Santa Fe (20), Chubut (10) y Tierra del Fuego (10). En relación a los casos confirmados en los años anteriores (2019-2022), el mayor número se había registrado en 2022 (año cerrado) con 75 casos reportados. El número de casos de 2023 representa un aumento del 281% respecto al mismo período de 2019.

En relación a este incremento, la especialista expresó que se trata de “un número relativamente alto de casos de infecciones invasivas por Pyogenes”. Y agregó: “la Organización Mundial de la Salud hizo una advertencia en diciembre del año pasado, comentando que en cinco países de la región europea había habido también un aumento en el número de casos de infecciones streptococcicas del grupo A”. No obstante, aseveró que se trata de casos muy inusuales que, en realidad, no suman tantos si se consideran los cientos de miles de casos de infecciones streptococcicas que existen en época invernal.

Los síntomas a tener en cuenta

Si bien, como ya se mencionó, son escasos los cuadros de enfermedad en que el streptococcus pyogenes se vuelve invasivo, la especialista Guzzi señala la importancia de conocer algunos síntomas. “Esta bacteria puede dar faringitis como cuadro inicial, en general leve, se cursa con dolor de garganta, fiebre, ganglios inflamados en la zona del cuello, quebrantamiento general con de dolor de cuerpo, dolor de cabeza”, comenta. Asimismo, en relación a la escarlatina, asegura que “se cursa también con fiebre, dolor de garganta, aparece un enrojecimiento de la piel, una erupción que parece una piel de lija y que se acompaña también del enrojecimiento en la piel de los pliegues y quebrantamiento general con dolor de cabeza, etcétera”. En estos casos, solo se mejora con un tratamiento de antibióticos que, bajo ningún caso, debe realizarse sin consulta médica previa.

En tanto, el Ministerio de Salud comunicó que el período de incubación para la enfermedad varía de acuerdo a la presentación clínica, entre 1 a 3 días. “El tratamiento de las personas infectadas con antibiótico durante por lo menos 24 horas elimina por lo general su capacidad de propagación”, difundió el comunicado. Asimismo, aclaró que la faringitis se diagnostica mediante cultivos bacterianos y se trata con antibióticos.

Las recomendaciones a seguir

No recomiendo, en ningún caso, que las personas se automediquen, sí que hagan su consulta cuando tengan los síntomas, sobretodo si hay quebrantamiento general profundo, alteraciones en el nivel de conciencia, vómitos persistentes y la fiebre sigue después de 48 horas, que el médico sea quien indique el tratamiento antibiótico”, afirma Guzzi. No obstante, según señaló el Ministerio de Salud, en caso recibir indicación médica de tratamiento antibiótico, es fundamental completar el esquema (no acortar ni abandonar los tratamientos anticipadamente), ya que la utilización inadecuada de los antibióticos promueve la resistencia bacteriana, hecho que atenta contra su efectividad en el futuro.

Como medida preventiva, se recomienda el continuo lavado de manos, ventilar los ambientes ya que la transmisión se produce con el contacto cercano de las personas infectadas (tos y estornudos). También, en caso de tener síntomas, la médica recomienda el aislamiento, en la medida en que sea posible. “Incluso dentro del hogar, aunque debo decir que la mayor parte de los casos suceden en la infancia, desde los cinco años y hasta los nueve es el pico de incidencia, esos niños y niñas necesitan asistencia y, en ese caso, madres, padres, tutores o personas encargadas deberían usar barbijo”, afirma Guzzi. Asimismo, se recomienda a quienes tengan síntomas, no compartir objetos de uso personal (cubiertos, vasos, toallas, entre otros).

Los grupos de riesgo tienen que vacunarse

Otra recomendación importante es reforzar la vacunación. “Tanto la antigripal como la de Covid porque, justamente, se está viendo que esto podría tener alguna relación con la circulación de estos virus, con una acción sinérgica con éstos que después generó condiciones predisponentes en el tejido para que a la bacteria le resulte fácil la invasión”, explica Guzzi. Además, señala que la vacunación brinda beneficios secundarios como disminuir la probabilidad de tener este tipo de complicaciones.

En este sentido, el Ministerio de Salud publicó que recomienda, sobretodo, a las personas gestantes recibir la vacuna contra la gripe o influenza en cualquier trimestre de la gestación (en caso de no haberse vacunado durante el embarazo, la madre debe hacerlo dentro de los 10 días posteriores al parto). También a niños y niñas de 6 a 24 meses, que deben recibir 2 dosis separadas por al menos 4 semanas si no hubieran recibido anteriormente dos dosis de vacuna antigripal (aquellos que sí cuentan con al menos dos dosis de vacuna antigripal, deberán recibir solo una dosis).

Entre los grupos de riesgo que deben recibir la vacuna con orden médica (a excepción de las personas con obesidad), se encuentran aquellos de entre de 2 a 64 años que presenten ciertas condiciones:

  • Enfermedades respiratorias y cardíacas;
  • Diabéticos
  • Inmunodeficiencias congénitas o adquiridas (no oncohematológica)
  • Personas con obesidad
  • Pacientes oncohematológicos y trasplantados
  • Convivientes de enfermos oncohematológicos
  • Personas con insuficiencia renal crónica en diálisis o con expectativas de ingresar a diálisis en los siguientes seis meses
  • Personas con retraso madurativo grave menores de 18 años de edad
  • Quienes mantienen tratamiento crónico con ácido acetilsalicílico siendo menores de 18 años
  • Personas con síndromes genéticos, con enfermedades neuromusculares, con compromiso respiratorio y malformaciones congénitas graves
  • Convivientes de prematuros menores de 1.500 g.

En tanto, contra Covid-19, deben recibir esquema primario y dosis de refuerzo cada 6 meses, las personas con alto riesgo de enfermedad grave y complicaciones. Se trata de las de 50 años o mayores; personas con inmunocompromiso y personas gestantes. Por su parte, deberán recibir el esquema primario, una dosis de refuerzo a los seis meses y luego una dosis de refuerzo anual, las personas con riesgo intermedio: menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas y obesidad); personal de salud y personal estratégico. Finalmente, recibirán un esquema primario completo y un refuerzo anual quienes presentan bajo riesgo: menores de 50 años sin comorbilidades.

Las razones del incremento

La especialista Guzzi expresa que se tienen varias hipótesis acerca del incremento de esta bacteria. La primera de ella tiene que ver con el Covid 19, un virus que tiene afinidad con la faringe y las amígdalas. “Cuando coloniza esa zona puede generar una depresión, es decir, una pérdida de ciertos linfocitos de las defensas, entonces, una de las hipótesis versa en torno a que la infección previa por Covid generó una alteración en las defensas de la faringe y que esto facilitó que después el virus se pueda volver a invasivo”, explica Guzzi.

Otra de las posibles explicaciones a este fenómenos, reside en que durante el contexto de Covid se deplegaron numerosas estrategias preventivas de infecciones respiratorias que ahora, en contexto post pandemia, se han levantado. “Todas las medidas de Salud Pública tomadas a gran escala que disminuyeron la incidencia del Covid también lo hicieron con otros virus respiratorios y patógenos en general, éstos volvieron con mucha intensidad después en el contexto de la post pandemia, entonces una de las hipótesis es que este retorno de los virus con mucha virulencia puede también estar predisponiendo o facilitando los cuadros de invasividad por Streptococcus del grupo A”, aseguró.