«¿Sabe quién soy yo?». Seguramente el ‘chapeo’ que realizó un comisario inspector de la Ciudad de Buenos Aires no sea el primero ni el último. De hecho debe ser moneda corriente. Pero la novedad es que no tuvo cauce, fue recusado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que le pidió al gobierno porteño que le saque la licencia de conducir. También reclamó su suspensión a la Policía de la Ciudad.
Además, la Agencia difundió video del hecho. Allí se ve cómo el comisario maltrata y «aprieta» a un oficial inspector cuando le solicita su identificación en un control de rutina. «Será inhabilitado para conducir», advirtieron desde la ANSV.
Sucedió en cercanías del Parque Saavedra y se lo detuvo por circular con la patente de su vehículo cortada sin dejar ver el dominio completo correctamente. Al acercarse el policía, el comisario le dijo: “¿Sabe quién soy yo?». Luego mostró su indignación y le sugería que lo dejara irse «por su seguridad».
Por su accionar, el organismo del Ministerio de Transporte solicitó la suspensión de su licencia de conducir a la jurisdicción donde tiene radicado el registro. Además, autoridades la Policía de la Ciudad confirmaron que el comisario en cuestión fue sumariado y será puesto en disponibilidad.
«Esto tiene que servir como un mensaje de apoyo a todos los policías y agentes municipales de todo el país que controlan el tránsito. Si alguien les dice ‘sabés quién soy yo’ , la respuesta debe ser ‘un ciudadano como cualquier otro’ , y llevar adelante su tarea hasta el final. Ni los vivos ni los que chapean tienen lugar en la cultura vial que necesitamos», enfatizó el director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano.
El comisario circulaba en falta con la Ley Nacional de Tránsito, que establece que, entre los requisitos obligatorios para circular, los vehículos deben tener las placas de identificación de dominio con las características y en los lugares indicados, que deben ser legibles y sin ningún tipo de aditamentos.
El pedido de suspensión surge a partir de la disposición 384/2020 impulsada por la ANSV, que permite la suspensión provisoria de la Licencia Nacional de Conducir de conductores que presenten algún tipo de alteración de su aptitud para conducir y que registren un grave peligro para la seguridad vial.