La Ley de Emergencia indígena, que establece entre otras cosas la obligación estatal de relevar a las comunidades originarias y por cuya prórroga vienen batallando desde los territorios, quedó envuelta en una nueva polémica. Esta vez, por declaraciones del dirigente social Juan Grabois, que fueron respondidas por Fernando Miguel Pepe, antropólogo coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
En un video que comenzó a circular la semana pasada, Grabois apuntó que “desde 2006 que está la ley de territorios indígenas y son alrededor de 1600 las comunidades y el Estado argentino todavía no relevó ni siquiera a la mitad”. Además de criticar lo no hecho, anunció: “Ahora creo que logramos que el INAI le delegue a la Secretaría de Integración Urbana –que no tiene mucho que ver, pero por lo menos labura- la facultad de hacer una parte de ese relevamiento”. Y exclamó: “Les aseguro que si se lo delegan a la Secretaría de Integración Urbana (dependiente del Ministerio de Desarrollo Social) hacemos en seis meses lo que el Estado no hizo en 16 años. No es ciencia cuántica. Hay que marcar puntos del GPS en un territorio”.
Ante esto, Pepe escribió una carta pública para responder a las declaraciones de Grabois. “Sabés que te han informado mal”, le dijo, y desarrolló las dificultades que implica realizar el relevamiento, enumeró la labor de luchadores que perdieron la vida en el camino y afirmó que, por todo esto, el proceso “seguirá por mucho tiempo más”.
“No quiero abusar de mi atrevimiento pero querido Grabois el INAI ya relevó más de 8 millones de hectáreas en manos de las comunidades, casi 2 millones en Salta. Las guardias blancas han perseguido a trabajadores, las sociedades rurales y gobiernos provinciales han boicoteado o impedido el relevamiento durante años en Neuquén, Río Negro, y siguen las firmas. Por último te cuento que en Tucumán también dejaron la vida trágicamente compañeros en esta ardua misión”, escribió el referente del organismo que conduce Magdalena Odarda.
La carta completa:
Querido Juan Grabois:
En primer lugar te pido perdón por escribirte públicamente pero necesito realmente contestar tus declaraciones, públicas, sobre el relevamiento de territorios indígenas realizado por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Nos conocimos en territorio mapuche, en la radio Pocaullo de San Martín de Los Andes hace casi 10 años, capaz te acordás, nos presentó un amigo en común el querido Roberto Arias. Entonces te pedí un favor: que le acerques al Santo Padre, Francisco, una carta de las comunidades de los pueblos Mapuche y Tehuelche del Chubut contándole sobre la lucha de restitución de la familia del lonko Inakayal, por entonces prisionera de la Ciencia en el Museo de La Plata. También pedían por la restitución del Tehuelche Liempichum, prisionero aún del Museo del Hombre de París, Francia. Todavía estamos en deuda por tu predisposición y diligencias, por eso el pedido de perdón por esta carta. Ojalá no te moleste como si nos molestaron a nosotros, a algunos más a otros menos, tus declaraciones sobre que al relevamiento territorial de las comunidades indígenas lo hacían en seis meses, quedando el INAI como un organismo inoperante digno de ser cerrado.
Sabés que te han informado mal. Cuando comenzó el relevamiento teníamos casi 800 comunidades para trabajar pero se fueron sumando más de 1.000 con el transcurrir de los tres mandatos de los gobiernos de Néstor y Cristina.
No voy a enumerar acá las razones, pero en general el reconocimiento de derechos de esos gobiernos impulsó que las comunidades preexistentes den el paso a la inscripción en el Estado. Eso, sumado al auge que el Evo y los pueblos de la hermana Bolivia impulsaron en todo el continente.
La idea básicamente es que el relevamiento seguirá por mucho tiempo más, porque sabemos que hay comunidades que aún no han dado ese paso.
Tampoco parece justo olvidar lo qué pasó duramente los últimos 6 años. Los 4 años de macrismo fueron de retroceso para la política pública en general y de muertes violentas en las comunidades en particular. Santiago Maldonado y Rafael Nahuel regaron con su joven sangre guerrera la prórroga de la Ley durante el macrismo.
Y ni hablar del parate de la pandemia, que dejó también varios centenares de muertos indígenas, entre ellos numerosos dirigentes como nuestro hermano Juan Chico, a quien todos impulsamos como el primer director de Tierras del INAI.
Sí. Juan Chico, el historiador Qom luchador de la Memoria por la Masacre de Napalpí, fue el responsable del relevamiento y a mi humilde entender también dejó la vida llevando a cabo esa misión.
No quiero abusar de mi atrevimiento, pero querido Grabois el INAI ya relevó más de 8 millones de hectáreas en manos de las comunidades, casi 2 millones en Salta.
Las guardias blancas han perseguido a trabajadores, las sociedades rurales y gobiernos provinciales han boicoteado o impedido el relevamiento durante años en Neuquén, Río Negro, y siguen las firmas.
Por último, te cuento que en Tucumán también dejaron la vida trágicamente compañeros en esta ardua misión.
Yo no trabajo en esa área, pero tengo un profundo respeto por todos los trabajadores y compañeros de las comunidades que han dejado todo en este trabajo, luchando así por un país más justo, comenzando por los últimos que serán algún día los primeros.
Ojalá puedas aportar un nuevo granito de maíz a esta larga lucha. Tu trayectoria así lo indica y que tu humildad te permita comprender que el INAI no es una isla, sufrió como todo el Estado el vaciamiento PRO y que tus palabras abonan, si vuelven, Dios no lo permita, al gobierno nuevamente a catalogarnos como grasa militantes o directamente ñoquis inoperantes.
Las comunidades están en emergencia, no solo territorial, y las internas o chicanas no contribuyen. Por eso espero tomes esto como una crítica constructiva de alguien que admira a luchadoras y luchadores del pueblo que van para adelante, pero que si se equivocan saben reconocerlo.
Bueno, si leés esta nota te mando un fuerte abrazo fraterno, y ojala nos encontremos más temprano que tarde en los territorios, entregando ya no las carpetas técnicas del relevamiento, sino los títulos de propiedad comunitaria, saldando así una tremenda deuda histórica para con los pueblos originarios y la democracia misma.
Atentamente,
Fernando Miguel Pepe, antropólogo Coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI.