Un “bloque nutricional” con forma de muffin o magdalena y elaborado a base de soja se convirtió en blanco de cuestionamientos de médicos y ambientalistas ante el intento de presentarlos como súperalimento para el combate de la desnutrición infantil en poblaciones wichí de Salta. Más de 85 organizaciones firmaron una carta para las carteras sanitarias de esa provincia y de Buenos Aires –que también forma parte de la iniciativa- para reclamar “que se retire cualquier aprobación del tramposo muffin y se impida que se avance en los proyectos de suministrarlos masivamente a las poblaciones vulnerables del Noroeste argentino y del gran Buenos Aires”.
“Nos duele mucho porque la actitud con los niños wichí es muy cínica. Desde el punto de vista sanitario no hay fundamentación. Es una típica operación del agronegocio tratando de encubrir sus prácticas nocivas. Y nos indigna que lo hagan con los niños más vulnerables de la Argentina, que están desnutridos porque los han desmontado y se han apropiado de sus territorios”, lamentó el médico ecologista, pediatra y neonatólogo Medardo Ávila Vázquez, de Médicos de Pueblos Fumigados y coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud. “Hay una crisis humanitaria muy grande”, definió.
El pediatra agregó que “esto lo promovió el doctor Antonio de los Ríos, secretario de Salud del gobierno anterior de Salta, hermano de Martín de los Ríos, dueño de una de las empresas de fumigaciones más grandes de salta. Con una empresa de Lobos inventaron esta magdalena con soja para alimentar a desnutridos. Alimentar desnutridos es algo que ya está muy probado, la ciencia tiene desarrollados los instrumentos adecuados. No necesitamos que el agronegocio fabrique un alimento con soja para quedar bien. Es una maniobra”.
La carta –firmada por la Red Universitaria de Ambiente y Salud/Médicos de Pueblos Fumigados, la Federación de Profesionales de la Salud (FESPROSA), Naturaleza de Derechos, Red CALISA (Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria), Paren de Fumigarnos y muchas otras- está dirigida a Nicolás Kreplak, flamante ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, y su par salteño, Juan José Esteban Quinteros. Ávila Vázquez indicó que con la gestión bonaerense habrá una pronta reunión para tratar el tema.
En el documento firmado por más de 85 organizaciones plantearon que “existen amplias y contundentes experiencias de tratamientos de recuperación nutricional a nivel mundial y estos no se realizan con elementos no saludables como la soja. La OMS, la UNESCO y sobre todo Médicos Sin Fronteras tienen amplia experiencia en recuperación de desnutridos y la realizan utilizando alimentos en base a maní, no se necesita que el agronegocio argentino invente ahora un superalimento en base a soja”. Además, recordaron que en 2002 –bajo la presidencia de Eduardo Duhalde- se intentó utilizar “soja solidaria” para paliar el hambre: por entonces “la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) consideró que la soja se debía prohibir a niños de 2 a 5 años porque generaba alteraciones hormonales. Además, la soja transgénica que utilizan para este producto tiene una carga de residuos de agrotóxicos que no fue testeada y que convertirá el consumo del suplemento nutricional en un micro envenenamiento continuo”.
De los Ríos, impulsor de la iniciativa, dijo a Profesional FM –de Salta- que “ya finalizaron las pruebas de campo en las que se demostraron los beneficios en cuanto a la reversión de la desnutrición”. Según informó el gobierno salteño, el bloque nutricional se probó entre un grupo de 30 niños y niñas con distintos grados de desnutrición de Alto La Sierra, un pueblo de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia. Indicaron que el producto fue aprobado por el Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires para su elaboración y comercialización, luego de pasar las pruebas de Salta.
“No recibimos ninguna participación. El año pasado, cuando vino la gente de Médicos Sin Fronteras y Unicef con un alimento en base a crema de maní, sí nos consultaron. Esta vez no. Queremos saber cuáles son los pasos que se han realizado para trabajar con población infantil: tienen que seguir determinadas pautas y no tenemos información para saber si se cumplieron o no”, dijo el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría en Salta, Alberto Aleman. Tras una reunión este lunes con referentes del Colegio de Nutrición y la universidad local, pedirán una entrevista con autoridades de la cartera sanitaria salteña para conocer más detalles sobre la iniciativa. “Quién más que nosotros para estar a favor de superar trastornos de alimentación en la provincia, que son muchos y de larga data, pero hay que saber si se respetan las pautas correspondientes”, remarcó.