“Ciudad Verde” es una de las frases más pronunciadas por la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, que durante años fue llevada a cabo mediante una fuerte campaña de difusión mediática y que con el tiempo se transformó en un simple slogan. Todos los años, el gobierno porteño, realiza el planeamiento de las podas de árboles discriminadas en diferentes ítems, que aparecen en el pliego oficial. Poda puntual, corte de raíces, plantación de árboles, y extracción; son algunas de las actividades que contempla este planeamiento. Según la última proyección que realizó Ciudad, durante 2020 iban a extraer 7000 árboles, situación que no pudo llevar adelante porque el sector no era considerado una actividad esencial en contexto de pandemia, pero que desde el comienzo de la apertura de diferentes actividades se están “poniendo al día”.

Vecinos y vecinas de varias comunas de la Ciudad de Buenos Aires, denuncian que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta avanza con la poda indiscriminada de árboles. Situación que se profundizó en estos últimos meses y que se incrementará en lo que queda del año. La historia se repite en casi todos los barrios de la Ciudad, con principal énfasis en la tala de árboles antiguos que están sanos, o que con un tratamiento adecuado pueden salvarse. Algunos ejemplos: La extracción de las Tipas del Paseo de Versalles y de otros ocurridos en los barrios de Villa Real, Floresta, Monte Castro y Villa Luro, que se realizaron en estos meses.

“Basta con caminar las calles y uno puedo observar que árbol que sacan no lo vuelven a reponer y además te tapan las planteras y ese espacio verde se pierde”, dijo a Tiempo Marisa  Pontieri, que vive en Versalles y que integra la agrupación de vecinas y vecinos autoconvocados Versalles de Pie. “Además, cuando el gobierno porteño planta un árbol nuevo en el lugar que extrajeron otro, muchas veces no prospera y muere, como pasó en el paseo del Bajo, por ejemplo, que de cada 10 que plantaron 7 no sobrevivieron”, agrega. “Acá en la vieja estación de Versalles a finales del 2020, de 4 Tipas que tenían más de 100 años el gobierno porteño taló dos, sin dar mayores explicaciones aparecieron los podadores, los sacaron sin contemplar el cuidado de esos árboles que estaban bien”, remata.

Históricamente el gobierno porteño adjudica la poda de árboles a cuatro empresas privadas: Casa Macchi S.A;  Ecología Urbana S.R.L.;  UTE Zona Verde y la afamada Mantelectric I.C.I.C.S.A. Entre estas pocas manos se reparten un presupuesto asignado de casi 2.600 millones de pesos ($2.574.518.218,56), es decir, poco más de 3 millones y medio de pesos por día teniendo en cuenta que la cifra total abarca 24 meses. Las tareas que supuestamente llevan adelante son: El mantenimiento integral del arbolado y de espacios verdes en plazas, parques, rutas y autopistas; las tareas de parquización, plantación de árboles jóvenes y trasplante de ejemplares añosos; y la provisión y plantación de árboles y arbustos,  entre otras cosas. Pero casi todas, focalizan sus acciones en la tala de árboles.

“Como profesionales, nuestra obligación es hacer lo mejor posible para conservar los ejemplares, más aún sin son históricos. Obviamente teniendo en cuenta al menos dos temas: que sean sustentables, es decir, no a cualquier costo; y por el otro que se minimice cualquier tipo de riesgo”, explica a Tiempo el Ingeniero Agrónomo Carlos Anaya, quien además preside la Asociación Nacional de Arbolado. Anaya es arborista certificado por la International Society of Arboriculture. En 2016 fue convocado por el ex presidente Macri  para que realice un diagnóstico de la histórica palmera de la Casa de Gobierno. En su informe final Anaya fue contundente: El ejemplar puede salvarse. El macrismo no tuvo en cuenta ese informe, dejó secar la palmera y pagó 235.950 pesos para poner una nueva. En ese momento el especialista contempló el valor histórico y patrimonial de la palmera y concluyó que con un tratamiento adecuado podía preservarse. Una vez que presentado el informe, fue obligado a pedir la jubilación anticipada tras diferentes presiones e intentos de cesantía que comenzaron el mismo día que dio a conocer su diagnóstico.

“Lo que se ve aquí en la Ciudad de Bs As es que sin ninguna valoración técnica, es más fácil sacar un árbol que tratar de preservarlo. La decisión de tala indiscriminada de los inspectores que realizan las pericias, dan a entender que tienen un conocimiento bastante precario. En nuestra profesión hay una regla básica, las podas mal hechas implican generar más podas, porque un árbol que vos podas mal o descopás, genera, en el mejor de los casos, una excesiva aparición de brotes anárquicos y eso a su vez mayores costos de mantenimiento. Entonces yo ya no sé qué pensar, si lo hacen por ineptitud o porque es parte del negocio”, agrega Anaya.

Los reclamos de vecinos y vecinas de diferentes barrios de la Ciudad, son desoídos por las autoridades del ejecutivo porteño. Autoconvocados de la Comuna 10 comenzaron a reorganizarse por este tema y, mediante un comunicado, denunciaron “que la misma empresa que tala y poda es aquella que define la salud de los árboles”. Para frenar la tala de árboles, en especial de los ejemplares históricos, este miércoles se manifestaron en la esquina de Arregui y Barragán y estuvieron acompañados por organizaciones ambientales y vecinales con el objetivo de empezar a visibilizar lo grave de la situación.

Con Larreta “no hay comuna que se salve en cuanto a la tala de árboles, como el año pasado no pudieron podar se dedicaron solo a extraer y sacaron un montón, todavía no sabemos si pudieron llegar a los 7 mil que tenían estipulado”, dijo a Tiempo, María Angélica Di Giacomo, fundadora de la agrupación Basta de Mutilar Nuestros Árboles. “Hay que considerar que los beneficios del arbolado para la salud humana y el ambiente los dan los follajes frondosos, con lo cual al quedarnos sin árboles añosos y con miles de árboles mal podados eso no se puede compensar ni con 100 arbolitos nuevos por cada ejemplar que sacan”, agrega Di Giacomo.

CABA viola la Ley de Arbolado Público Urbano

La Ley 3263 fue sancionada por la legislatura porteña durante la primera gestión del macrismo en la Ciudad, en noviembre de 2009. En su artículo 22, acuerda un apartado especial para la concientización de la sociedad en cuanto al cuidado y beneficios del arbolado público, pero el gobierno no lo cumple: “El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desarrollará una política de difusión amplia, con el fin de informar a la ciudadanía las acciones realizadas en materia de arbolado público urbano. Esta política de difusión y sensibilización incluirá: las acciones que realiza la Autoridad de Aplicación; las especificaciones técnicas para la conservación de árboles; Las advertencias sobre la prohibición de la poda y tala de árboles por parte de los particulares; Medidas o consejos para evitar que los ciudadanos dañen el arbolado; La importancia de la conservación del arbolado como parte fundamental del espacio público y del ambiente de la Ciudad”.