“Esto es democracia, aguántesela, ganamos las elecciones”, le dice la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello al grupo de personas que cantan, dentro de un micro que traslada pasajeros de Aerolíneas Argentinas hacia la zona de desembarque. El vuelo, procedente de la provincia de Jujuy, aterrizó este viernes en Capital Federal y, si bien confirmó Tiempo, no hubo ningún tipo de escrache arriba del avión, una vez en el micro, los cantos y arengas se activaron.  

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“Durante el vuelo no pasó nada, cuando aterrizaron en Aeroparque ahí empezaron a cantar. Después el comandante nos llamó para que hagamos un descargo, pero la verdad que no pasó nada arriba del avión, pasó en el micro”, dijo a Tiempo una persona que estuvo a bordo del vuelo. “¡Aerolíneas no se vende!”, “¡Universidad de los trabajadores!”, “¡Chorra!”, “Entregá los alimentos”, “¡La casta éramos nosotros!, “¡De qué te reís, deja de ajustar al pueblo!” fueron algunos de los reclamos que recibió la ministra que primero sonríe ante las cámaras de celulares que la filman desde diferentes ángulos del bus y después, visiblemente ofuscada, dice –entre otras cosas- que Aerolíneas sí se vende.

El descargo de Pettovello

Ese mismo día, a la medianoche, Pettovello hizo un descargo en su cuenta oficial de X. Publicó: “Camino libre por la calle, voy al supermercado sin problemas. Lo que ocurrió no fue un acto espontáneo, sino una acción cobarde y antidemocrática de personas que viajaban en grupo”.

No conforme con ello, agregó: “Estamos investigando. Aprendan a convivir con la discrepancia y respeten la democracia. Perdieron, acostúmbrense”.

Asimismo, tras el escrache a Pettovello, el Ministerio de Capital Humano que ella dirige emitió un comunicado en el que se denunció “violencia institucional”. En su texto, expresó: “Ayer, la Ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, fue agredida por un grupo de manifestantes en Aeroparque, mientras regresaba de un viaje oficial a la provincia de Jujuy”.

El comunicado aseveró que la agresión tuvo lugar en el transporte interno que traslada a los pasajeros desde el avión hasta la terminal, “donde los manifestantes la increparon con consignas políticas de la oposición”. Pettovello, según informaron, viajaba con el ignoto secretario de Educación, Carlos Torrendel, quien no fue escrachado quizás porque nadie sabía quien era.

Una ministra con causas judiciales abiertas

El texto oficial incluyó un repudio del secretario de Trabajo, Julio Cordero, que señaló que el escrache a la ministra fue “un claro ejemplo de violencia institucional”. Al respecto, el comunicado afirmó que “Cordero fundamenta su postura en el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aprobado en la reunión centésima octava de la OIT el 10 de junio de 2019, que aborda la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo”.

Cordero, según el comunicado, afirmó que “no se puede violentar a una persona en su ámbito de trabajo bajo ninguna circunstancia. Este ataque, dirigido hacia una funcionaria pública en ejercicio de sus funciones, no solo es moralmente inaceptable, sino que además constituye una violación grave en términos jurídicos”. Y agregó: “Cabe destacar que, mientras la ciudadanía exige ajustes en los privilegios de la casta política, la Ministra Pettovello opta por utilizar el transporte público disponible para todos los ciudadanos, lo que hace aún más incongruente la agresión sufrida”.

Cabe mencionar que la ministra Pettovello, desde el inicio de su gestión, se ha negado a recibir y dialogar con trabajadoras y trabajadores de la economía popular. Asimismo, se encuentra enfrentando acciones judiciales por la retención indebida de los alimentos que, hasta su gestión, eran destinados a comedores populares. Es destacar que fue su decisión política, en el marco de la grave crisis económica y social que atraviesa el país, que muchos de éstos se pudrieran en los galpones a entregárselos a las personas organizadas de los comedores. No obstante, estos hechos no son considerados violencia institucional, ejercida por el Estado hacia los ciudadano, por el secretario del Trabajo Cordero, aunque sí los cantos y reclamos que recibió la ministra en un espacio de transporte que tampoco puede calificarse como espacio físico de trabajo.

Qué es la violencia institucional

No conforme con lo antedicho, el secretario de Trabajo aseveró: “Este tipo de agresiones representan una vulneración directa de los derechos fundamentales y, en este caso, es un ejemplo claro de violencia institucional, al dirigirse contra una figura pública en el ejercicio de sus responsabilidades”, aseveró.

A pesar de los dichos del comunicado, cabe destacar –según publicó el Centro de Estudios Legales y Sociales en su web- la violencia institucional es aquella ejercida por servidores públicos de cualquier orden de gobierno. Es decir, se trata de aquella que es cometida, por ejemplo, por miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios públicos, Efectores de salud en contexto de encierro, etc. “La violencia institucional se caracteriza por el uso del poder del Estado para causar daño y reforzar los mecanismos de dominación”, expresa la web.

Es decir, el descargo del secretario Cordero tergiversa el significado de violencia institucional, que jamás podría ser ejercida por ciudadanos que realizan una acción de protesta o escrache, en su condición de tales. Solo podría serlo si la ejercieran como parte del aparato estatal, paradójicamente, lo que Pettovello representa.