Más allá de la baja de casos que había ocurrido en los últimos meses, desde que el Ministerio de Salud de la Nación emite los partes de covid de manera semanal, la difusión de contagios y muertes dejó de tener preeminencia en los medios. Pero ambas cuestiones siguen ocurriendo. De hecho, los números muestran un aumento. En la última semana, la crecida de infectados confirmados fue del 25%. Y los fallecimientos escalaron un 58%.
En el parte del 10 de julio, el Ministerio de Salud de la Nación informó 31.845 nuevos contagiados, y 36 decesos. En el de este domingo, siete días después, fueron 39.656 casos y 57 muertos. Las camas UTI por Covid pasaron de 393 a 401: un 44% de ocupación en los centros de salud de todo el país.
“Media de 5665 casos diarios. Aumenta un 25% los casos detectados informados, leve incremento en UTI y aumento en fallecidos informados”, expresó el senador correntino y seguidor diario de los datos epidemiológicos, Martín Barrionuevo.
Existe un primer inconveniente: hoy solo vemos una foto muy pequeño del mapa de infectados del país, porque casi no se está testeando. Únicamente se hisopa a mayores de 50 años o personas con factores de riesgo.
“Los casos están aumentando y seguro que se detectan muchos menos que antes en relación con los reales porque no se detectan a los leves”, remarca a Tiempo el físico investigador del Conicet, Jorge Aliaga. El ex rector de Exactas de la UBA agrega: “Mi impresión es que van a subir los muertos (por las nuevas variantes más el frío), en un contexto donde ni las autoridades ni la gente tiene voluntad de cuidarse un poco (ventilar, o usar barbijo si se está cerca en lugares cerrados). Como no van a haber tantos muertos va a pasar. Hay más preocupación por la inflación y el dólar”.
En diálogo con Tiempo Barrionuevo añadió: «Hay un incremento durante todo el mes de julio bastante significativo, se puede hablar claramente de las nuevas variantes. Hoy tenemos una situación que el sistema de detección se relajó bastante, con lo cual no se puede ponderar desde el punto de vista de los casos. Las UTI siguen relativamente estables, hay provincias donde crecieron de manera significativa los fallecidos, por ejemplo en Corrientes. Pero aún así estamos diez veces por debajo del invierno pasado. Está claro que la inmunidad adquirida por vacunas y contagios previos es muy importante; a pesar de esto el riesgo siempre está, por eso hay que cuidarse y fundamentalmente completar esquemas de vacunación».
Lo que parece claro es que la vacunación en el país fue determinante para que la cantidad de contagios no se traslade a una cantidad similar de muertes. De hecho, si bien los decesos van en aumento, la Argentina tiene en la región uno de los porcentajes más bajos de muertos por habitante (0,18), a diferencia de Chile (1,96), Brasil (1,16), Uruguay (1,75), Perú (0,58), México (0,47), Colombia (0,45) y Estados Unidos (1,23). También la Unión Europea (1,03) tiene mayores registros de fallecimientos.
La razón principal se ubica en la inmunización, que en Argentina no solo es masiva sino además con las vacunas de mejor eficacia, a diferencia de Chile, Uruguay y Brasil. El país ya aplicó 107.050.989 dosis contra el coronavirus. Iniciaron esquema 40.864.304 personas, un 90% de la población. Uno de los números más altos del mundo. Y a partir de la semana que sumarán los bebés mayores de 6 meses. Sin embargo, un problema es que hay más de 3 millones de habitantes que no completaron su esquema de dos dosis, y casi 12 millones que no se dieron la dosis adicional o de refuerzo. Pasados los seis meses de la aplicación, la efectividad baja. Por otro lado, puede existir una demora en los registros de decesos. «Solo a modo de ejemplo, Corrientes no cargó los 7 fallecidos de esta semana», grafica Barrionuevo.
La nueva cepa de India y China sigue confinando
Al mismo tiempo, otro factor incide en un aumento de casos, además del estacional: el surgimiento de nuevas variantes y subvariantes. Lo que fue Ómicron originalmente ya casi no circula en nuestro país. Ahora en el mundo predominan los linajes BA.4, BA.5, y recientemente BA.2.75. Ésta última se trata de una que algunos especialistas ya llaman «nueva variante». ¿El nombre «popular»? Centaurus.
Existe evidencia de que las subvariantes de Ómicron, especialmente BA.4 y BA.5, son eficaces para contagiar a personas con infecciones previas de la cepa original (BA.1) o con anteriores. Además, pueden sortear la inmunización de quienes tienen dos o menos dosis aplicadas.
Mientras tanto, Centaurus se disemina. Surgió en la India y ya se detectó en países como Japón, Alemania, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Según afirman, es cinco veces más contagiosa que Ómicron, que a su veces ya era más contagiosa que las cepas previas.
Fatiga, cefalea, tos, congestión nasal, dolor de garganta, son los síntomas más frecuentes. Mucho más que la pérdida de olfato y gusto que se daba en las cepas anteriores. También se están sumando otros síntomas, sobre todo en niños: conjuntivitis, reacción en la piel y sangrado de nariz.
Soumya Swaminathan, jefa científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en India, explicó que las mutaciones de la última subvariante «permiten acceder a las células sanas del organismo, lo que hace temer que tenga más capacidad de contagio y sea capaz de evadir la inmunidad previa con más facilidad».
China también vive un aumento de casos. El método elegido sigue la rigurosidad de un principio: confinar. Lo llaman «covid cero». Y la perspectiva de los próximos días no descarta que la propia Shanghái tenga una cuarentena que involucre a millones de personas. También son más rigurosos con el control. En ese sentido, Hong Kong anunció que, en línea con China continental, impondrá un brazalete electrónico para controlar las cuarentenas en las casas de positivos de coronavirus.