El Jefe de Gobierno Porteño reconoció que la situación del coronavirus en la ciudad de Buenos Aires es “preocupante” porque el número de contagios “es alto”. Sin embargo, matizó, «hace 26 días que la Ciudad de Buenos Aires está relativamente estabilizada con alrededor de mil caso por día». En línea con la orientación del gobierno nacional para la etapa que se abre, caracterizada por una mayor flexibilización de la cuarentena, reclamó a los ciudadanos mayor “responsabilidad de cada uno”. Sin embargo sobre la apertura aclaró que “si lo hacemos todo junto, es inmanejable, tenemos que dar un criterio de gradualidad porque, si no, el riesgo del rebrote está más alto».
La decisión de avanzar en una mayor gradualidad en el contexto del pico de contagios traslada el centro de la preocupación en la capacidad del sistema de salud para dar respuesta a un probable aumento de los contagios. En este punto, en diálogos radiales con las emisoras Metro y Continental, el jefe de gobierno porteño ratificó que el número de camas disponibles en el sistema público de salud para atender casos de Covid19 es de “400 camas” pero que planifican sumar entre 40 y 50 “en las próximas dos semanas”.
El dato resulta controvertido en la medida en que, los médicos y profesionales de la salud organizados en la Asamblea de Residentes y Concurrentes de la CABA, elaboraron un informe basado en un relevamiento propio sobre todos los hospitales públicos porteños del que se deduce la existencia de un número marcadamente inferior de camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) y que, sobre esa base, los datos oficiales ya estarían dando cuenta de una situación de saturación. Según ese relevamiento de los profesionales que se encuentran en la primera línea del combate contra la pandemia en la Ciudad de Buenos Aires, el total de camas UTI destinadas a la atención por Covid 19 llega a 275. Se trata del 70% de lo anunciado por el gobierno cuando el índice de ocupación oficial se ubica precisamente en ese porcentaje y, según declaraciones del propio ministro de salud porteño, Fernán Quiros, los pacientes internados por Covid19 en el sistema público ya alcanza los 280 casos. El dato, a su vez, ya fue confirmado por voceros del ministerio de salud porteño.
En diálogo con Tiempo Argentino, Rocío Rodríguez, profesional del Hospital Ferrer y una de las referentes de la Asamblea de Residentes aseguró que “no es cierto lo que dice el gobierno” y detalló que “son 17 los hospitales que reciben pacientes Covid19 sobre un total de 34”. Para Rodríguez, “hay 275 camas. El gobierno cuenta los internados en guardia o en shock room pero no son lo mismo que una UTI que también tienen otros equipamientos como bombas de infusión continúa para medicación que son fundamentales en las UTI”.
Pero además, la profesional explicó que “en los shock room hay emergentólogos. No es la misma cantidad ni calidad de profesionales. Lo que termina ocurriendo es que se sobrecarga al personal de internación que tiene que bajar a ese sector permanentemente a atender a pacientes con cuidados intensivos en un lugar que no corresponde que estén”.
El cuello de botella de los recursos humanos Rodríguez explicó que “viendo hospital por hospital vimos que no cuentan camas reales sino respiradores. Son un insumo muy necesario pero mucho más necesario es el recurso humano para cuidados intensivos que es con lo que no cuentan.”. Para Rodríguez, en definitiva, el principal cuello de botella es la ausencia de profesionales que, consideró, “es muy complejo de resolver”.
Es que, explicó, “no hay trabajadores de la salud en su casa esperando trabajar. En general lo que hay es pluriempleo porque los salarios no alcanzan. Los baches los han cubierto con más horas de trabajo de terapistas ya contratados o con residentes de cuarto año. Ya está cubierta en todo el país la relación de camas de UTI con la cantidad de terapistas que existen que es de un terapista cada seis camas”. Es que, para obtener ese título, es necesario hacer una especialidad rentada en la Asociación Argentina de Terapia Intensiva que dura dos años y se cursa mientras se realiza la residencia en una UTI.
Para Rodríguez “ante la emergencia se podría adaptar pero para eso debió involucrarse al ministerio de Educación para poner al servicio de la lucha contra la pandemia la formación intensiva. No existe un programa que se haya propuesto formar, por ejemplo, a 50 médicos en terapistas o mil enfermeros para atravesar la crisis. Podría haberse hecho perfectamente”.
El misterio de los privadosEn el sector privado también aparece el fantasma de la saturación de camas. Héctor Garín, secretario general de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada reconoció a Tiempo que “no tenemos un numero, pero el gobierno habla de 600 camas UTI. Pero no nos consta. Hay sanatorios que tienen cuatro camas y otros 50. Hay muchos que ya están completos como el Güemes y otros no tanto”.
Con todo, el dirigente de los médicos del sector privado señaló que “están jugando con fuego. El gobierno ha tratado de frenar lo más posible los contagios para cuidar las camas. Las imágenes de otros países estrujan el corazón. Es muy complejo para el sistema y para el médico tener que elegir a quien atender y a quién no. No me parece mal que la gente pueda salir pero no tienen responsabilidad individual. El corona no es un juego. Por suerte en el 90% de los casos casi no da síntomas, pero cuando ataca es muy invasivo y peligroso y cuesta mucho salvar las vidas”.
Rodríguez coincidió en que “no hay números exactos del sistema privado que se publiquen. Es un libro cerrado, un secreto empresarial”. Para la dirigente de los residentes un tema clave es, precisamente, “la centralización del sistema de salud” que en su momento evaluó el gobierno nacional pero que no se sustanció por la fuerte presión de los privados.
Es que, opinó, “permite una reorganización de las camas en función de las necesidades de la población para enfrentar nuevos brotes y picos” así como “el seguimiento de los paciente más vulnerables que se externan y no tienen condiciones de vivienda para aislarse”.
Por otro lado, para la dirigente de los residentes, esa centralización también permitiría ofrecer “más camas para los sectores de cuidados intensivos complejos como cirugías programadas con niveles de atención de calidad para toda la población”.
Efectivamente, según un informe interno de la Dirección General de Hospitales del GCBA al que pudo acceder Tiempo Argentino y en el que se cuantifican en 373 las camas UTI se reconoce la existencia de apenas 116 camas de terapia internsiva destinadas a pacientes no Covid con un nivel de ocupación que ya llega al 79 por ciento.