Cuatro teléfonos celulares que les fueron secuestrados al médico Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov comenzarán el viernes a ser peritados por los fiscales que investigan las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona, informaron fuentes judiciales.
El peritaje será a las 9 en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, en la calle Acassuso 476, de esa localidad del norte del Conurbano.
Se trata de tres iPhone –uno de Luque y dos de Cosachov-, y otro smartphone de otra marca perteneciente a la mujer del neurocirujano, que fueron entregados por los dos profesionales investigados cuando el fiscal general adjunto de San Isidro Patricio Ferrari –uno de los tres que firman la causa-, le allanó las viviendas a cada uno de los médicos.
La apertura de estos teléfonos ya había sido autorizada el 2 de este mes por el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, pero Ferrari y sus colegas Cosme Iribarren y Laura Capra fijaron fecha de pericia para el viernes, para que las defensas y el particular damnificado puedan participar con un perito de parte.
De estos cuatro teléfonos, los agentes fiscales pretenden extraer todo tipo de comunicación referida a la atención médica de Maradona y a lo que sucedió en las horas previas, concomitantes y posteriores al momento de su muerte.
La herramienta tecnológica que tienen en la Fiscalía General de San Isidro es el UFED (Dispositivo Universal de Extracción Forense, según sus siglas en inglés), un aparato que permite extraer de un celular, una tablet o cualquier otro dispositivo toda la información almacenada de la memoria o de las tarjetas SIM para su análisis forense.
El viernes será el momento de la extracción de la información que luego los fiscales analizarán en función del interés de la causa, que está orientada a poder determinar si Luque y Cosachov eran los responsables de la salud de Maradona en la internación domiciliaria que se montó en el country de Tigre donde falleció.
También fueron secuestrados los dos teléfonos celulares que Maradona tenía en su cuarto, pero por el momento, por una cuestión de respeto a su privacidad, no serán peritados, “salvo que por alguna cuestión lo requiera la causa”, según explicó a Télam una fuente judicial.
La misma fuente reveló que las computadoras secuestradas a ambos médicos serán enviadas el lunes a La Plata para ser analizadas al cuerpo de Policía Judicial de la Procuración General bonaerense.
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre pasado al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
La autopsia determinó que el “10” murió como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.
Sus hijas declararon en el expediente que todas las cuestiones relacionadas a la salud de su padre eran dirigidas por Luque y Cosachov, los dos profesionales que de acuerdo a un acta firmada por la externación de Maradona -y en la que la empresa Swiss Medical recomendaba internarlo en un centro de rehabilitación- quedaban a cargo de su seguimiento médico.
La investigación del equipo de fiscales, creado por decisión del fiscal general de San Isidro, John Broyad, se centra en tres ejes principales: si hubo negligencia médica y por lo tanto un eventual “»homicidio culposo”, quién tuvo responsabilidades sobre ese posible delito y si la muerte de Maradona se pudo haber evitado.