La empresa Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) propuso este miércoles en la audiencia pública aumentar el pasaje de subte de 16,50 a 19 pesos a partir de abril y aplicar otra suba en mayo para llevarlo a 21 pesos. De este modo, la suba acumulada en un año será de 180 por ciento.
En el año 2012 las autoridades porteñas se hicieron cargo del servicio del subterráneo en aquel tiempo, el valor del pasaje representaba $1,10. La primera medida del entonces jefe de gobierno Mauricio Macri fue duplicar el precio para iniciar una disparada de incrementos en el boleto.
Viajar en el subte costaba $7,5 pesos a comienzos de 2018. La tarifa aumentó tres veces el año pasado. La primera escalada fue en agosto cuando llegó a 12,5 pesos. La pretensión inicial del gobierno porteño era primero subir los viajes a $11 pesos en mayo pero una medida cautelar frenó ese ajuste y, cuando la justicia porteña dejó sin efecto esa medida, el salto fue directo hasta el segundo tramo. Los siguientes aumentos de un peso cada uno tuvieron lugar en noviembre, diciembre, enero y febrero para escalar los $16,5 su valor actual Así la suba acumulada desde agosto fue del 120 por ciento y cuando alcance los 21 pesos en abril la tarifa habrá escalado 180 por ciento en un año.
La actualización responde a la variación de la tarifa técnica que refleja el costo de la explotación del servicio. En abril del año pasado se calculó en 15,50 y la última actualización la ubicó en 23 pesos.
El gobierno porteño sostiene que las subas son necesarias para “mantener la calidad del servicio y la infraestructura en función del incremento de costos”. Sin embargo, los sucesivos aumentos no solo no fueron acompañados por la prometida extensión del sistema, sino que tampoco redundaron en una mejora del servicio.
Mientras tanto, la empresa insiste en desconocer el fallo que habilita a los pasajeros reclamar el boleto cuando las escaleras mecánicas no funcionan, algo que se repite en toda la red.